SOBRE "OPERA CLUB"

ÓPERA CLUB es un emprendimiento que nace el 17 de noviembre de 1990 a partir de un programa emitido por Radio Cultura. Este programa tuvo características muy especiales que lo transformaron, casi de inmediato, en el de mayor audiencia en su género.

Por primera vez se trataba el tema operístico con un absoluto desapego a las formas tradicionales de acartonamiento y solemnidad. Quedó en claro desde un principio que se trataba de un programa de ópera y no de cantantes –de estos últimos se ocupaba la mayoría-. Procedimos a lo que nuestro locutor de entonces (Mario Keegan) dio en llamar “derribando mitos” -desmitificar leyendas, anécdotas o lisas y llanas mentiras que con los años se convirtieron en falsas verdades-. Seguimos muy de cerca toda la actividad musical de Buenos Aires y La Plata poniendo muy especial énfasis en la promoción de los intérpretes jóvenes que estaban haciendo sus primeras armas –en la mayoría de los casos a puro pulmón- aunque sin descuidar las grandes figuras nacionales e internacionales que nos visitaban. Por último, el formato horario de cuatro horas nos permitió tratar amplia y distendidamente diferentes temas en un sólo programa desarrollado a través una conversación sin planificación previa entre dos a cinco co-conductores.

Todo esto nos puso en el primer lugar durante poco más de diez años. Diversos problemas –fundamentalmente económicos y de necesidades de programación de la radio- nos fueron acortando la duración y concluímos transmitiendo una hora a la medianoche del sábado. De esta manera fuimos perdiendo, junto con audiencia, nuestras características distintivas.

A partir de septiembre de 2012 nos mudamos a Radio Amadeus Cultura Musical recuperando nuestro formato original e intentando, de a poco y con mucho esfuerzo de todo tipo, retomar nuestro puesto de liderazgo –tarea nada fácil, por otra parte-.

Comencé diciendo que ÓPERA CLUB es un emprendimiento que nace a partir de un programa de radio. Esto es porque no es sólo un programa de radio –o, mejor dicho, el programa es casi como un pretexto-, sino un modo de unir a los oyentes tras un objetivo superior en común. El verdadero protagonista del programa no son ni los cantantes ni la música, son los oyentes –sus destinatarios y razón de ser-. Es por eso que los llamados telefónicos o mails son fundamentales para la concreción de lo que sale al aire. La audición es una excusa para que nos comuniquemos, nos conozcamos y podamos realizar y armar el programa y las actividades en forma conjunta.

Siempre me ha preocupado la incomunicación y soledad que aquejan a nuestra sociedad de manera cada vez mayor desde la segunda postguerra. Esta idea de nuclearnos bajo un interés u objetivo común es, para mí, un medio para paliar este terrible mal. Para esto, además del programa –y en lo personal más importante- son las diversas actividades que hemos venido realizando –con menor o mayor frecuencia- durante los últimos veintitrés años: encuentros, charlas, recitales, conferencia-debates, intercambio de material y, fundamentalmente, exhibición de videos (hoy DVDs) de diversas funciones operísticas –recuerdo con especial cariño el ciclo multitudinario que realizamos en el Centro Cultural General San Martín colmando ampliamente la capacidad plena de la Sala AB-. También estas actividades se vieron notablemente disminuídas con la anteriormente citada decadencia del programa –al que están intrínsecamente unidas-.

En esta nueva etapa muchas son las esperanzas y muchos los proyectos. La idea de congregarnos bajo nuestro amor a la ópera es, vuelvo a repetirlo, sólo un pretexto para encontrarnos virtual o realmente, tanto en nuestra relación comunicador-oyente como en forma personal. Este sitio, el Facebook y, en un futuro muy próximo, el Twitter serán nuestras herramientas virtuales a utilizarse en forma dinámica. Queremos crear un foro de debate y discusión a través del que no sólo hablemos de lo que nos gusta sino que intercambiemos ideas sobre políticas culturales. Necesitamos ampliar horizontes y promover los valores estéticos y culturales en los que se basan las obras de arte. De esta manera, a través de estos valores y del intercambio de ideas, iremos creciendo como personas y ayudando a crecer a nuestro entorno. Recordemos que los grandes cambios se producen, en general, a partir de los pequeños cambios individuales.

En cuanto al programa en sí mismo, posee una dinámica que va haciéndose cada vez más participativa –ya hemos desarrollado algunos temas propuestos por ustedes y esperamos una participación cada vez mayor-, poseemos también una enorme discoteca –probablemente la más grande de nuestro medio- con una cantidad de grabaciones que está muy holgadamente en la cantidad de cinco cifras y que abarca desde los primeros cilindros hasta las últimas funciones efectuadas en el mundo –a veces el mismo día de la emisión-, presentamos a las grandes figuras que nos visitan y hacemos una fuerte promoción de lo que están preparando los distintos grupos que han aparecido fuera del marco de los teatros oficiales y que es en donde realmente se encuentra el futuro.

La ópera es el centro pero no nos cerramos en ella. Abarcamos también los demás géneros vocales (opereta, zarzuela, oratorio, canción de cámara, sinfónico-vocal) y estamos, aún tímidamente y en muy pequeñas dosis, abriéndonos a todo el espectro de la música clásica (o académica –término que no me gusta pero al que adhiere muchísima gente-) En cuanto al período de lo que difundimos, es amplísimo y sin reservas ya que vamos desde la música medieval hasta las últimas manifestaciones de vanguardia.

En síntesis, estamos buscando crecer a partir del debate y la interacción. Considero que la relación estática con un oyente pasivo ya no es aceptable y pertenece a un tiempo que ya fue –no estoy valorizando, sólo presentando un hecho-. El piso de este proyecto es el que estamos transitando. El techo quisiera creer que no tiene límites (una sede propia, una emisora....).

Entre todos podemos lograrlo. Esto intenta ser un verdadero Club y les pido que se unan. Les garantizo que el crecimiento y el gozo serán ampliamente satisfactorios.


Dr. Roberto Luis Blanco Villalba


UNA CREACION DE ROBERTO BLANCO VILLALBA

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miércoles, 29 de octubre de 2014

EL COLON CUMPLE. RICHARD STRAUSS DIGNIFICA.



Elektra”: Opera en un acto. Música de Richard Strauss, con libreto de Hugo Von Hofmannsthal,  basado en la pieza teatral de su autoría, inspirada en la tragedia de Sófocles. Interpretes: Linda Watson (Elektra), Iris Vermillion (Clitenmestra), Manuela Uhl (Crisótemis), Hernán Iturralde (Orestes), Enrique Folger (Egisto), Cristian de Marco (Preceptor de Orestes), Marisu Pavón (Confidente/Doncella), Daniela Tabernig (Portadora del Manto), Eduardo Bosio (Sirviente Joven), Victor Castells (Sirviente Viejo), Janice Baird (Celadora), Alejandra Malvino; Alicia Cecotti; Virginia Correa Dupuy; Vanesa Tomas (Doncellas), Carla Paz Andrade; Costanza Castillo; Cecilia Jakubowicz; Celina Torres; Laura Domínguez, Verónica Cano (Sirvientas). Coro Estable del Teatro Colón, Director: Miguel Martínez, Orquesta Estable del Teatro Colón, Dirección: Roberto Paternostro, Director de Escena, Diseño de Escenografía y Diseño de Iluminación: Pedro Pablo García Caffi, Diseño de Vestuario: Alejandra Espector. Teatro Colón, 28/10/14.

  Llamará la atención el título de este comentario, proveniente de un slogan político de la década del cuarenta del pasado siglo, pero es lo que espontáneamente me surge,  luego de haber presenciado el estreno de esta nueva producción de “Elektra” de Richard Strauss en el Teatro Colón, que honra al título, que honra a la sala,  y que reemplaza dignamente a la ya célebre puesta del inolvidable Roberto Oswald, que se ofreció en las dos últimas ocasiones en que el título Straussiano  subió a escena en la sala de la calle Libertad.   Sabido es que al anunciarse la temporada de este año, Pedro Pablo García Caffi manifestó su decisión de hacerse cargo de la nueva puesta, ante la renuncia a hacerlo de Marcelo Lombardero.  Las realizaciones anteriores del Director General, nos mostraron escena austera, correctísima iluminación, excelencia en la marcación actoral a los cantantes. Pues bien, una vez mas plasmó en el escenario todos estos aspectos recién mencionados, para una puesta casi de época (solo la celadora y el Joven Criado exhiben vestimentas actuales aparentando ser “domadores”),  a la que se agrega una muy buena realización de vestuario concebida por Alejandra Espector, y la sensación de que hay un mayor “refinamiento” en el trabajo en general. Evidentemente el  mayor tiempo de preparación con el que ha contado, y el haber comenzado los ensayos desde el vamos sobre el escenario, a diferencia de otras puestas que ingresan a la sala solo un par de semanas antes, pudo haber obrado en su favor. Tal vez la única mención polémica,  sea la resolución del final, donde el hacha que la protagonista guardaba para consumar su venganza, sea la que acelere el desenlace. En esa escena despojada, se hace mucho mas evidente el trabajo dramático de Elektra, presente en el escenario prácticamente en todo momento, con un despliegue de recursos actorales y vocales verdaderamente sobresalientes. Linda Watson (de ella hablamos) es una digna continuadora de la tradición de grandes “Elektras” y digo sin temor a equivocarme, que de persistir en esa línea en las restantes funciones (lo doy por hecho), se hablará por mucho tiempo de su actuación, como hacemos al rememorar a muchas de las protagonistas anteriores. En la misma línea, Iris Vermillion como Clitenmestra, se bate con Watson en un descomunal duelo vocal-actoral, hasta alcanzar una altura solo comparable con Leonie Rysanek en el mismo rol. Su caracterización y consustanciación con el personaje son únicas. Y Manuela Uhl, a quien conociéramos como maravillosa protagonista de “La Mujer Sin Sombra”, aporta una visión “fresca” de Crisotemis, que hace creíble su ruego de “Querer vivir la vida” y no acompañar a su hermana ante el ruego de ayuda de Esta para la consumación de la venganza. Hernán Iturralde traza un Orestes verdaderamente de fuste, encontrándoselo a nivel de las demás protagonistas y con un desempeño actoral digno del mayor elogio. Y otro tanto le cabe a Enrique Folger, con el mejor canto que Yo haya escuchado en vivo para un  Egisto. En la línea que crónica tras crónica vengo señalando, una vez mas la Dirección de Estudios ha acertado en la elección de todos los roles coprimarios,  a quienes les doy mis sinceras felicitaciones por la labor que desempeñaron. Correcto en las breves intervenciones el Coro Estable, preparado por Miguel Martínez.  En cuanto a Roberto Paternostro y su concertación, tuvo mayor eficacia que en “Falstaff”, aunque con la consabida Dirección de “trazo grueso”, que en muchos pasajes y en los momentos finales se notó. Llamó la atención que no fueran mas rotundos los compases finales que cierran la obra, justamente cuando su tendencia es ir del “forte” al “fortíssimo”, pero igualmente el balance final es mas que aceptable.


  Ha sido, sin duda una realización que hace honor a este título, que la mas de las veces ha tenido resultados de excelencia, y esta, se inscribe en la misma línea.

martes, 28 de octubre de 2014

DIGNO CIERRE CON PROMESAS INTERESANTES A FUTURO



Asociación Ensamble Lírico Orquestal. “Requiem” de Giuseppe Verdi, Interpretes: Sonia Schiller (Soprano), Laura Cáceres (Mezzosoprano), Leonardo Pastore (Tenor), Lucas Debevec-Mayer (Bajo). Coral Ensamble, Director: Gustavo Codina. Orquesta del Ensamble Lírico-Orquestal, Director: Dante Ranieri. Auditorio de Belgrano: 26/10/14.

  Bajo una temperatura sofocante en el interior de la sala, pero con mucho empeño, entusiasmo y voluntad, el Ensamble Lírico-Orquestal comenzó la despedida de esta temporada,  con la primera de las dos presentaciones del “Requiem” de Giuseppe Verdi, con la concertación de Dante Ranieri para esta primera oportunidad.

 Antes del comienzo, Cecilia Layseca (junto con Gustavo Codina una de los dos nervio-motores de la agrupación), dió a conocer a viva voz al público (los altavoces del auditorio estaban imposibles de regular en el volumen de emisión), la programación del año próximo que estará compuesta por: Tres representaciones de “La Traviata” por tres Domingos consecutivos a partir del 19 de Abril a las 18 horas, con puesta de Raúl Marego (de tradicional pero muy efectiva puesta de Carmen de Bizet en la apertura de Este ciclo) y Concertación de Dante Ranieri (también un probado cultor de este título) y sin especificar aún interpretes. Continuará luego en la línea de los “réquiems”, tocándole ahora el turno al de Mozart, bajo la dirección de Guillermo Becerra, quien se probará en la Capital con esta obra, luego de sus repetidas concertaciones del de Berlioz con la Sinfónica Nacional. Será el 28 de junio, con repetición el 5 de Julio. Finalmente, habrá un concierto sinfónico-coral como cierre, con repertorio eslavo, en el que Gustavo Codina ofrecerá su versión de la Sinfonía Nº 9 Op. 95 “Del Nuevo Mundo” de Antonin Dvorak, junto con la Obertura Solemne 1812 de Piotr Illich Tchaikovsky (esta vez con orquesta Completa) y otras obras para completar la programación. El 27 de Setiembre es la presentación, y una oportunidad mas tendrá lugar el 4 de octubre. Habrá venta de abonos con tres niveles de precios, para lo cuál se deberá llamar a partir de comienzos de Abril al T.E. 4304-2613,  o bien al 4304-8834, de Lunes a Viernes de 11 a 19 horas. A juzgar por los dichos de Layseca, se mantendría la actual sede del Auditorio de Belgrano, al existir una promesa de los nuevos arrendatarios de la sala,  en el sentido que a partir de Enero del año próximo comenzará la instalación de Aire Acondicionado y Calefacción, imprescindibles en la actualidad. Ver el auditorio con vetustos ventiladores gigantes, propios de las ya casi extinguidos “Cinematógrafos Barriales” de las décadas de los cincuentas y sesentas, que deben apagarse durante el concierto, generando un aumento intolerable de la temperatura ambiente (la exterior superaba los 30 grados en ese momento), hace impostergable dicha instalación.

  Yendo a lo estrictamente musical, mi interés radicaba en la visión de Dante Ranieri con respecto a la obra. Y el enfoque interpretativo que mostró fue aceptable, aún cuando no dio lugar a algunas “sutilezas” que a mi criterio se hacían necesarias, como por ejemplo “apianar” notas, “tempi” un poco mas lento en algunos pasajes, dejar “respirar” en otros. Aún así, la potencia y la fuerza interpretativa estuvo latente en todo momento y se consustanció con el “Espíritu” de la obra.

 Maravillosa fue la faena del “Coral Ensamble”, magníficamente preparado por Gustavo Codina con la asistencia de Cecilia Layseca. Hay profesionales, hay entusiastas, hubo en Esta oportunidad “refuerzos”, algunos de ellos veteranos, que aportaron sapiencia y oficio,  para que la muestra de conjunto haya sido formidable. Son incontables los desafíos enfrentados y la calidad es permanente.

  La Orquesta, conformada por elementos de innegable experiencia en sus primeros atriles, y por jóvenes de mucha enjundia en el resto de los lugares,  tuvo muy buen ajuste y correctísimo empaste de sonido, satisfactorio para semejante obra abordada.
  Ya en el plano vocal, sobresalió gratamente el desempeño de Lucas Debevec-Mayer, a quien se lo escuchó de muchísima mejor forma respecto a la anterior temporada.  Seguridad, afinación, notas bajas sin fisuras, potencia. Siguió luego Leonardo Pastore, quien después de un comienzo destemplado, se fue acomodando con el correr de la obra, permitiéndose alguna sutileza, justamente “apianando” notas en algunos pasajes. En cambio fue irregular el desempeño de las voces femeninas, quienes no estuvieron, por momentos, acorde con la obra.

  El próximo  Domingo 2 (Justamente día de los fieles difuntos), será la nueva cita con Verdi. Silvia Gatti (Soprano), Nora Balanda (Mezzosoprano), Leonardo Pastore (tenor) y Mario de Salvo (bajo), serán los solistas y Gustavo Codina ocupará el podio como concertador general, algo que  viene haciendo muy bien en los últimos tiempos. Oportunidad para escuchar este glorioso monumento.


Donato Decina

lunes, 27 de octubre de 2014

Más protestas en la Metropolitan Opera por The Death of Klinghoffer



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400 personas se reunían el pasado lunes, 20 de octubre, frente al Metropolitan Opera de Nueva York en protesta por la primera representación de la polémica ópera de John Adams The Death of Klinghoffer, bajo proclamas que acusan a la obra de exaltación del terrorismo. La composición de Adams gira en torno al asesinato en 1985 del pasajero Leon Klinghoffer en el crucero italiano Achille Lauro, cuando fue secuestrado por cuatro miembros del Frente de Liberación Palestino; su contexto emocional, según aseguran detractores como el ex-alcalde Luigi Giuliani, ensalza «de una forma verdaderamente romántica a los terroristas».
La primera gran manifestación contra el Metropolitan se produjo el 22 de septiembre con la apertura de temporada, donde el público que asistía al primer espectáculo recibió las mofas de los protestantes. Asimismo, las presiones de grupos judíos obligaron a la institución a cancelar la película internacional y las retransmisiones por radio para noviembre; un «gesto de compromiso», según el administrador general,Peter Gelb. La representación de comienzos de esta semana resultó enturbiada por abucheos y gritos dispersos desde la grada, que, al final, fueron acallados con una magnífica ovación. Antes de la misma, un grupo de jóvenes judíos se sentaron frente al teatro para discutir las escrituras hebreas, lideradas por el rabino Avi Weiss.
El Metropolitan emitía un comunicado esta semana asegurando que «el hecho de que la ópera de Adams aborde la complejidad de un acto irracional de violencia en la vida real no implica que no deba ser representada [...], ni que sea anti-semítica o glorifique el terrorismo». El alcalde Bill de Blasio, pese a no haber asistido a ninguna función, apela al derecho a que la obra sea representada, por su condición de obra artística, al margen de las controversias. Tampoco la han visto sus principales detractores, observa el experto en ópera Fred Plotkin, quien no cree que los asesinos de Klinghoffer sean mostrados en ella con cierta simpatía, muy al contrario de lo que ocurre con el protagonista y su familia, que constituyen la «espina moral» del trabajo Adams.
La ópera se estrenó en Bruselas en 1991 sin demasiada polémica, y fue ofrecida posteriormente por múltiples teatros europeos y por la Brooklyn Academy of Music con una mezcla de admiración y rechazo.

El fin de la orquesta del Ulster

 
Ya es otra más la orquesta que se añade a la lista de grandes problemas de insolvencia en nuestro continente. Y es que, la Orquesta del Ulster, en Irlanda del Norte, afronta sus últimos momentos, a no ser que encuentre financiación de emergencia en las próximas semanas. Si para el 15 de noviembre no ha encontrado nuevas fuentes, la organización tendrá que echar el cierre.
La orquesta llevaba los últimos años recibiendo cada vez menos ayudas de fondos como el Arts Council of Northern Ireland, así como menos ayudas con las que contaba en años previos, como por ejemplo de la BBC. Habiendo ya sido desmanteladas las ayudas y subvenciones, recientemente se anunciaron aún más recortes, del orden de 47.000 libras esterlinas al año, con lo que, encontrándose la orquesta ya en las últimas, se ve forzada a desistir, ya que necesita “un mínimo para sobrevivir”.
La amenaza viene también como un movimiento estratégico para invitar a las instituciones areaccionar: que Irlanda del Norte se quede sin orquesta nacional es un drama, y una pérdida cultural indiscutible.
Queda un mes para que haya una reacción. La cuenta atrás ha comenzado.
Fuwente: Operawordl.es

corte ingles halloween Escandalo en el concierto de la OCNE. Madrid

Nace la Italian Opera Academy de Riccardo Muti

  
 
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La semana pasada, la web oficial del gran maestro italiano Riccardo Muti(www.riccardomutimusic.com) anunciaba en las redes el arranque de la Italian Opera Academy con una inminente convocatoria dirigida a todos aquellos jóvenes directores, repertoristas y cantantes del mundo, y cuyos detalles se publicarán en breve.
Ya era bien conocido el deseo de Muti por volcarse de una manera más concienzuda en la preparación de jóvenes músicos, un camino que inició en 2004 con la fundación de la Luigi Cherubini Youth OrchestraAhora, buscando hacer posible una perspectiva completa de todos los componentes y aspectos musicales esenciales para la puesta en escena de la ópera italiana, el maestro encabezará el primer curso para directores, repertoristas y cantantes, que se enfocará al estreno en julio de 2015 de la ópera de Giuseppe Verdi Falstaff, en el Teatro Alighieri con motivo del Festival de Ravenna
fuente: Operaworld.es..

sábado, 25 de octubre de 2014

BASHMET Y SU GENTE DESLUMBRARON EN EL COLON



“Nuova Harmonía” en el Teatro Colón: actuación de “Los Solistas de Moscú”,  Director y Solista: Yuri Bashmet (Viola) Participación: Andrei Poskrobko (Violín), Alexei Naidenov (Violoncello). Programa: Wolfang Amadeus Mozart: Divertimento Kv.136 en Re mayor para Orquesta de Cuerdas. Franz Peter Schubert: Sonata “Arpeggione” (Trascripción del Original para Viola y Cuerdas). Igor Raykhelson: “Senza Volto”, para Violín, Viola, Violoncello y Cuerdas. Franz Peter Schubert: “La Muerte y la Doncella” (Versión para Orquesta de Cuerdas,  ensamblada por David Matthews y Donald Mitchell, basada en anotaciones originales de Gustav Mahler). 20/10/14.

  Ha sido para los Organizadores, uno de los puntos mas fuertes de la temporada. Quizas, junto con la venida de Renaud Capuçon (ya comentada por Mí en este blog). La presentación de Yuri Bashmet en el Colón, nos ha hecho tomar contacto con  uno de los mas grandes violistas del momento (en Mi caso,  el otro es el Francés Gerard Causse) y con su conjunto, “Los Solistas de Moscú”,  que el instrumentista Ruso fundara allá por 1992, el que nos deja como saldo una gratísima impresión, por su ajuste, calidad de sonido y nivel de los interpretes convocados. Bashmet hace del conjunto su instrumento en si mismo,  y lo lleva a explorar caminos a veces poco comunes, con una amplitud de repertorio sencillamente envidiable. Se podría haber sucumbido a la tentación de un programa cien por ciento ruso. Sin embargo, se eligió algo mas universal, para poder mostrar mas versatilidad y calidad.

  La sesión comenzó con el célebre Divertimento para Cuerdas Nº 1, de Mozart. Tal vez haya sido lo mas frío de la noche de acuerdo a lo escuchado a posteriori. A pesar de ello,  la calidad y empaste estuvieron allí sobre el escenario en todo momento.

  A partir de abordar la transcripción (no se especificó autor) de la Sonata “Arpeggione” de Schubert, para Viola Solista y Orquesta de Cuerdas, Bashmet comenzó a mostrarnos su real dimensión. La filigrana de sonidos que parte de su instrumento, sumado al aporte del conjunto instrumental dio como logro una versión sumamente sentida y profunda de una obra tan bella, transformándose todo en una sesión de  cámara de muy alto vuelo.

  Para el comienzo de la segunda parte, Bashmet  propuso difundir a Igor Raykhelson, un compositor nacido en 1976, con “Senza Volto”  dedicada  a Bashmet y su conjunto, quienes la estrenaron en 2013. Tomando la forma barroca como modelo, cada instrumento tiene su destaque y junto a ellos el soporte instrumental de la magnífica formación de arcos. Así conocimos al primer violín Andrei Poshkrobko, dueño de muy buena técnica  y a Alexei Naidenov, un violoncellísta  de  sonido muy delicado. No se dijo allí, que Vitaly Astakhov primera viola del grupo, se hizo cargo de conducir al grupo con suma eficiencia, casi como un “delegado personal” de Bashmet durante la interpretación.

  Muy importante ha sido, el  aporte que Diego Fischerman, el destacado crítico del Diario “Página 12”, realiza en sus notas para el programa de mano,  en relación al arreglo ofrecido del Cuarteto “La Muerte y la Doncella” de Schubert. Allí, claramente, se establece que Anna Mahler, la hija del compositor Bohemio, encontró en su residencia de Spoletto, en la que residió el último tramo de su vida, unos manuscritos de su padre, los que puestos en manos de David Matthews y Donald Mitchell, estudiosos de la obra de Mahler (Si poseen grabaciones de la “Deutsche Gramophon” de obras de Mahler editadas durante la década del ochenta, encontrarán comentarios del primero de ellos), quienes con ellos en mano y a partir de esos manuscritos-indicaciones, surgió este arreglo para Orquesta de Cuerdas y por ello me permito presentarlo de Esta manera en Este comentario. La versión escuchada (tercera en tres años a esta parte), ha sido la mas intensa de todas, con todas las acentuaciones dramáticas, el trasuntar de todos los estados de animo y un virtuosismo de conjunto francamente conmovedores. Tal es así que a los reiterados aplausos de los presentes, el grupo retribuyó con dos muy simpáticos y pintorescos bises. Una Polka rusa (Con interjecciones de voces del grupo incluidas) de Alfred Schnittke y un vals de Toru Takemitsu, que, por supuesto, mucho agradecemos.


Donato Decina

LA JUSTA PROGRAMACION DE UNA OBRA RELEGADA INJUSTAMENTE



Orquesta Sinfónica Nacional, Director Invitado: Emmanuel Siffert. Solistas: Fernanda Morello (Piano), Laura Penchi (Soprano), María Luisa Merino Ronda (Mezzosoprano), Ricardo González Dorrego (Tenor), Coro Polifónico Nacional: Director: Roberto Luvini, Coro Nacional de Niños: Directora: María Isabel Sanz. Programa: Serguei Prokofieff: Concierto para Piano y Orquesta Nº 3, en Do mayor  Op. 26.  Benjamin Brtitten: Sinfonía Nº 1 Op. 44 “Primavera”. 24/10/14.

  La Sinfónica nacional ofreció en Ntro. Medio por segunda vez a mas de 20 años de su estreno entre Ntros.,  la Sinfonía Nº1 “Primavera” de Benjamin Britten. Es un acto de justicia el haberlo hecho. Y un llamado de atención para el Teatro Colón que en años y años, parece que jamás se hubiera detenido o reparado en el detalle que una obra de semejante magnitud ha estado ausente, inexplicablemente, de su escenario. Va siendo la hora de reparar esa injusticia, tanto como que la Nacional, la única orquesta que la abordó en Ntro. país , solo a 20 años del referido estreno la haya desempolvado. Valió mucho la espera y valió mucho el esfuerzo. Fantástica ha sido la concertación, a cargo del Suizo Emmanuel Siffert, habitual Director Musical del Ballet Estable del Teatro Colón, quien aquí demostró que es un interprete de fuste, totalmente consustanciado con el repertorio Britten, logrando en gran rendimiento de todos los sectores de la Nacional y un muy buen empaste de conjunto. Es una obra compleja en cuatro partes (No movimientos), en donde en cuatro grupos de poemas de autores ingleses que van del 1300 al1600, el autor va desde la reflexión a la contemplación y desde la satisfacción por la llegada de la estación a la alegría del advenimiento del verano. Los énfasis, los pasajes de conjunto, los momentos mas “camaristicos” y el ensamble con las voces fueron llevados por Sieffert con mano maestra. Ayudaron también a ello, la extraordinaria faena del Coro Polifónico Nacional, una vez mas preparado con mucha autoridad por Roberto Luvini y la no menos excelente actuación del Coro Nacional de Niños, quien de la mano de su preparadora, María Isabel Sanz, registra un crecimiento a cada presentación,  e inclusive, con un destaque en un pasaje en donde solo deben “silbar” una melodía, provocando la admiración del público presente. Tres solistas vocales de excepción fueron Laura Penchi, con su ya elogiada frescura en el decir. María Luisa Merino Ronda, reciente semifinalista del concurso “Competizione dell’Opera”, con pasajes extraordinarios, fundamentalmente en el registro grave,  y la sapiencia de Ricardo González Dorrego, una vez mas demostrando que en Britten,  es un interprete imbatible.

  La sesión comenzó con una fantástica versión del Concierto Nº 3 para Piano y Orquesta de Prokofieff, en el que Fernanda Morello descolló en su interpretación con muy buena técnica, gran sonoridad y un ida y vuelta permanente con Sieffert en el dialogo solista-director. Fundamentalmente, el segundo movimiento, con su tema y variaciones, resultó de “alto voltaje”, dado el nivel de calidad alcanzado.

  La Nacional ha evidenciado crecer, cuando buenos conductores la guían. Sieffert, es uno de ellos. Cabe ahora que en el futuro próximo, “Ballena Azul” de por medio, se siga insistiendo en convocatorias de este nivel.

                                                                                                      Donato Decina

jueves, 23 de octubre de 2014

SI SHAKESPEARE REVIVIERA…….



Buenos Aires Lírica: “Romeo Et Juliette”, Opera en cinco actos con música de Charles Gounod y Libreto de Jules Barbier y Michel Carré, basado en el drama de William Shakespeare. Interpretes: Santiago Ballerini (Romeo); Oriana Favaro (Juliette); Walter Schuarz (Hermano Laurent); Sebastián Angulegui (Mercutio); Darío Leoncini (Benvolio); Laura Polverini (Stephano); Ernesto Bauer (Conde Capulet); Vanesa Mautner (Gertrude); Iván Maier (Tybalt);  Alejandro Spies (Conde Párís); Enzo Romano (Gregorio); Christian Peregrino (Duque de Verona). Dirección de Orquesta: Javier Logioia Orbe. Puesta en Escena: Mercedes Marmorek; Dirección de Coro: Juan Casasbellas; Diseño de Escenografía: Nicolás Boni; Diseño de Vestuario: Lucía Marmorek; Diseño de Iluminación: Alejandro Le Roux; Coreografía: Ignacio González Cano. Orquesta y Coro de Buenos Aires Lírica. Bailarines y Figurantes.  Teatro Avenida (19/10/14).

  Si Shakespeare reviviera, ¿Cómo tomaría la traslación de época que Mercedes Marmorek hizo para Esta puesta de “Romeo et Juliette”?.  ¿Aceptaría que los “amantes” estén en París y no en Verona, aunque el coro inicial diga lo contrario?.  ¿Qué la historia se sitúe en el tiempo en la “Belle Epoque”, casi contemporánea a la muerte de Gounod, autor de la música?. ¿Qué Juliette viva en un Palacio Parisino?.  ¿Qué la fiesta de quince y las escenas de acción transcurran en una “Sala de Armas” de la mansión de los Capulet?. ¿Qué los asistentes a la fiesta vayan de Frac y Largo?. ¿Qué bailarinas de “Can-Can” amenicen la fiesta?. ¿Qué el Conde Capulet esté caracterizado mas que como animador de Cabaret como un “Jefe de Pista” de circo de comienzos de siglo veinte, “fusta” bajo el brazo?. ¿Y Romeo caracterizado con chaqueta de oficial Francés de la guerra del catorce?. ¿Y París con un traje y sombrero a lo Pierre de Coubertain?. ¿Y Mercutio con una vestimenta con capote a lo “Escamillo”, mas para “Carmen” o el segundo cuadro del segundo acto de “La Traviata”? Si hasta Stephano está vestido de mujer,  mas allá del rol travestido y la letra traducida lo menciona en femenino. Gregorio y sus acompañantes,  vestido el primero de mayordomo y el resto de servidores domésticos, portando utensillos de cocina en vez de espadas para enfrentarse a Stephano y a Romeo.  La “Escena del Balcón”  que se reduce a un dialogo sin mirarse a los ojos desde dos azoteas. La aparición de las “Bailarinas de Can-Can” entre el drama con la muerte de Mercutio y Tybalt y la “Escena del Cuarto”, casi para alivianar tensiones con una música ¿de alguna opereta?,  que se enlaza con la entrada de los violoncellos al comienzo de la segunda de las escenas mencionadas. Un letrero luminoso a la antigua, casi de cabaret,  no parisino, sino de los desaparecidos de Ntro. Bajo.  con el título “L’amour”, tanto al comienzo.  como al final, como si ese fuera el verdadero título del desaguisado. Estas cosas y algunas otras,  fueron dispuestas sobre el escenario del Avenida para el cierre de la temporada,  y en mi opinión para pasar desde el “Cielo” que fue el “Don Giovanni” de Marcelo Lombardero (a mi entender lo mejor de B.A. Lírica en sus doce años de trayectoria) a este “Averno”, directo y sin escalas. Una realización sin ton ni son, a la que se le suma una concertación “insípida” para los dos primeros actos de Javier Logioia Orbe. la que tomó mas vuelo en toda la parte dramática. Sumado a ello, las condiciones de foso del teatro,  que no permiten albergar a una Orquesta completa como la que Gounod pide, haciendo que el desbalance de cuerdas  y bronces sea notorio,  y que aún entre los propios metales exista ese desbalance. Súmese la marcación actoral, con evidente subrayado de sobreactuación permanente, lo que claramente terminó por “encorsetar” a algunos de los interpretes, constituyéndose en otro de los factores que coadyuvaron al paupérrimo resultado. En el plano vocal, hubieron dos heroínas, sin dudas. Oriana Favaro, a la que en mucho ayudó la caracterización con Vestuario propio de una “nena de quince”, con un canto inmaculado y un “phisique de rol” de maravilla, lo que le permitió, desde lo actoral,  una composición fresca y vital de su personaje, en uno de los pocos aciertos de la puesta (el otro fue la escena final en la cripta, mas allá del “letrero”),  y la otra,  Laura Polverini, a la que “Stephano” le queda demasiado chico y le sacó todo el jugo (¿que esperan para confiarle algo “Bien grande”?). Entre los “encorsetados”, a Santiago Ballerini se le notó,  y es por eso que ganó en soltura en la parte final, donde allí sí.  lució a pleno. Lo mismo ocurrió con Ernesto Bauer como el Conde Capulet , Ivan Maier como Tybalt, Alejandro Spies como “Conde Páris” (raro en El) y Enzo Romano como Gregorio. Es evidente que cantar “Romeo…” y actuarlo como en un “Vaudevil”, pesó y mucho. En cambio la reconocida veta de comedia que portan Vanesa Mautner (Gertrude) y Sebastián Angulegui (Mercutio), ayudó a ambos en el momento mas difícil de sobrellevar de la puesta,  y el “Aria de Mab” del segundo fue notable. Walter Schuarz tuvo lucimiento en su “Hermano Laurent”, dicho con convicción, jugando a la complicidad con los protagonistas al igual que Mautner, manteniendo siempre el “secreto”. Aún así,  es incomprensible que se haya cercenado la escena del “mensaje equivocado”,  que en la partitura aparece luego del sepelio cuando otro fraile encargado de enviarlo  le hace advertir al “Hermano Laurent” que se le mandó un mensaje  incorrecto a Romeo  y es lo que termina precipitando la tragedia. En cambio Christian Peregrino como el “Duque”, vestido con uniforme con “Quepis” del ejército francés,  quedó a mi juicio, presa de la puesta. El coro estuvo sobrio y bien ajustado por Juan Casasbellas. En cuanto a las realizaciones, tanto Lucia Marmorek (vestuario), como Nicolás Boni (Escenografía), Alejándro Le Roux (Iluminación) e Ignacio González Cano (Coreografías), cumplieron acabadamente con su cometido al servicio de la puesta, prácticamente sin escatimar en nada, solo que a mi entender resultó en el global, un trabajo  que deberá pasar rápidamente a un piadoso olvido.


Donato Decina


NOCHE “PERFECTA”

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Director: Maximiano Valdés. Solista: Xavier Inchausti (Violin). Programa: Jan Sibelius: “Canción de Primavera” Op. 16 (Estreno Argentino); Esteban Benzecry: Concierto para Violín; Dimitri Shostakovich: Sinfonía Nº 5 en Re menor Op. 47. Teatro Colón 16/10/14.

  La Filarmónica tuvo una noche verdaderamente “de Gloria” en esta presentación, en donde como pocas veces salió todo “a pedir de boca”. En muy contadas oportunidades se escuchan conciertos en donde todo sale a la perfección: calidad interpretativa, virtuosismo, sonido perfecto y balanceado. Todo eso estuvo allí y corrió bajo la responsabilidad  del probadísimo  conductor chileno Maximiano Valdés, de quien el que esto escribe tenía muy buenas referencias, pero que no había tenido oportunidad de comprobarlas “en vivo”. Ya desde el vamos se pudo apreciar que la noche era buena en serio, a partir de la primera audición para Ntro. País de la “Canción de Primavera” Op. 16 de Jan Sibelius, en donde la elegancia de gestos de Valdés, su capacidad para transmitir a todos los sectores de la Orquesta y la respuesta del Organismo con un sonido homogéneo y muy aterciopelado, capaz de resaltar el lirismo de tan bellísimo fragmento,  pudieron arrancar del público los primeros “bravos” que luego se multiplicarían con el correr de la velada.

  Sobrevino después una de las mejores primeras audiciones argentinas de los últimos tiempos en el Colón, el Concierto para Violín de Esteban Benzecry. Obra concebida por encargo de la Asociación “Musique Nouvelle en Liberté”-Ville de Paris y la Orquesta “Pasdeloup” (la agrupación sinfónica mas antigua de Francia), se compone de tres números, los que fueron  estrenados en diferentes etapas por dicha Orquesta, bajo la guía del Director Austríaco Wolfang Doerner y el pintoresco violinista Serbio Nemanja Radulovic como solista, a quién aquí, justamente con la Filarmónica, le escucháramos  una “eléctrica” versión del Concierto para Violín de Tchaickovsky.  Sus movimientos son tres: “Evocación de un sueño”, “Evocación de un Tango” y “Evocación de un Mundo Perdido”. Los dos “de punta”, fueron estrenados por separado por Radulovic en París en los años 2006 y 2008, mientras que la obra íntegra lo fue en el 2009 en la “Sale Pleyel” de París y puede apreciársela en “You Tube”. El estreno Argentino le cupo a la Sinfónica de San Juan con el Violinista colombiano Rubén Reina. La elección de Xavier Inchausti para el estreno “Colonero”,  no pudo haber sido mas afortunada. Su técnica impecable, su pulcro sonido y su consustanciación con la música de autores argentinos, hicieron que la obra fuese apreciada como se debe,  en todo su esplendor.  Justamente, Benzecry en esta oportunidad se nos revela como un continuador de las incursiones que Alberto Ginastera venía realizando hasta su prematuro deceso en 1983. Ese último Ginastera, que buscaba en las raíces de lo indoamericano,  es el que Benzecry toma como modelo para el último movimiento. La percusión, con muchos instrumentos autóctonos, se hace presente con fuerza. En el segundo, el autor propone un  Tango por fuera de todos los estereotipos conocidos y en el primero , la excelente orquestación, el trabajo tímbrico y armónico y los diálogos solista –orquesta, conforman un conjunto por demás interesante, en donde se puede citar a “La Arenosa”  del Cuchi Leguizamón,  tanto como orquestar con indudables reminiscencias de la “Pampeana Nº3” de nuestro compositor máximo. Valdes también se consustanció con la obra y su guía de la Filarmónica fue perfecta. Estuvo atento a todos los detalles y enalteció las cualidades de todas las secciones. En lo personal, debo decir que ha sido junto con “Réquiem” de Strasnoy, los dos mas importantes estrenos nacionales que yo haya disfrutado al máximo en los últimos tiempos y vaya un gracias muy rotundo al Colón por la programación de ambos, que demuestran en serio,  que el Teatro es una meta y no un “trampolín” al que muchos parecieran estar afectos. Muestra contundente fue que la Trilogía Compositor-Solista-Director, debió salir tres veces al escenario a saludar ante la sostenida ovación del público.

  El cierre le cupo a una vibrante, sentida  y muy intensa versión del la Quinta sinfonía de  Shostakovich, que superó muchísimo a la pobrísma que Mariss Jansons y la Sinfónica de la Radio Bávara brindaran meses atrás en el Colón, justamente porque tuvo todo lo que a la otra le faltó, Intensidad, canto, apasionamiento. Con una inolvidable actuación del sector de maderas, el extraordinario solo de Pablo Saraví en el segundo movimiento y una arrolladora coda de cierre. Valdes demostró su capacidad interpretativa y se gana con creces el derecho a seguir retornando como invitado,  en muy buena ley.



Donato Decina

LA ACTUACION CONSAGRATORIA DE UN GRAN CONDUCTOR ARGENTINO



Orquesta Sinfónica Nacional, Director: Guillermo Becerra. Solista: Pablo Agri (Violín). Programa: Antonio Agri:  “S.P. de Nada”. Richard Strauss “Una Vida de Héroe, poema sinfónico, Op.40. Auditorio de Belgrano 17/10/14.

  El concierto debía comenzar con la interpretación de “Epopeya” de Juan Carlos Zorzi. Si bien al comienzo de la temporada se anunció que la Obra elegida era “Requiem Para Camila” del mismo compositor, con la reprogramación del Concierto,  que pasó de Agosto a Esta fecha, se anunció “Epopeya”. Y vaya si estaba bien elegida. Quien esto escribe, tuvo el privilegio de gozar de la amistad con el compositor,  que también fuera titular de la Sinfónica Nacional en tres períodos y “Epopeya”, de la que ví su proceso de composición,  es una obra basada a partir del material que Zorzi compuso para la banda sonora del no estrenado film “Evita: La razón e mi vida y de mi muerte”. “Epopeya” fue la síntesis de ese material nunca revelado y citas de ello fueron incluidas por el compositor en el final del primer acto y  en el tema de enlace previo a la culminación de su ópera “Antígona Velez”. Todo gira alrededor de la figura de Eva Perón y que a su muerte, no solo Perón sino el País, quedaba huérfano de una figura tan potente,  y en la Opera, basada en la obra de Leopoldo Marechal, significa la Antígona madre de todos sus hermanos, tanto como la Eva “Madre Espiritual”. Programarla un 17 de Octubre, con la connotación que para muchos esa fecha significa, era un acierto rotundo. Lamentablemente, causas ajenas hicieron que debiera suspenderse su interpretación, sin fecha reprogramada y que si se interpretase “S.P. de Nada” de Antonio Agri con orquestación de Guillo Espel, actuando Pablo Agri, hijo del compositor y violinista como solista. El significado del título es (dicho por el autor) “Sin Pretensión de Nada” y conforman cuatro fragmentos tangueros, tres con pequeña orquesta y un solo de violín en el fragmento central. Luego de escucharla, llegué a la conclusión que podrá ser estéticamente simpática (el tipo de composición remite fundamentalmente a Raúl Garello [aunque me cabe el beneficio de la duda si proviene del compositor o el orquestador] y uno solo de los tangos a Astor Piazzolla, casualmente los dos directores bajo cuyas  guías Antonio Agri trabajó antes de ser Director – Solista de su propia agrupación), pero por su característica, debó haber sido interpretada por la Orquesta de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”, que con sus Directores,  Atilio Stampone y Oscar de Elía (casualmente compañeros de ruta de Agri en diferentes etapas de su trayectoria), frecuentan permanentemente ese repertorio,  y no distraer de ello a la Sinfónica Nacional,  que esta conformada para obras muy mayores . Sabemos que no solo operan cuestiones artísticas al momento de programar. También las hay políticas y de otro tipo, pero en todo caso, y por favor, CRITERIO al momento de hacerlo. Relegar una obra que solo se la escuchó el día de su estreno hace 26 años, de muchos mayores méritos musicales, por cuatro tangos sencillos, suena a despropósito.
  
Lo mas fuerte de la noche, provino con la interpretación de “Una Vida de Héroe” de  Richard Strauss y que por sí sola valió toda la velada, convirtiéndose en la mejor faena del año de la Orquesta y en la definitiva actuación consagratoria en Ntro. Medio de Guillermo Becerra, un Director al que la Nacional convoca año tras año y al que le ha dispensado la confianza en obras muy complejas como la Sinfonía en Re Menor de Cesar Franck, El “Requiem” de Héctor Berlioz, la Séptima Sinfonía de Jan Sibelius, El “Requiem” de  Gabriel Faure o la Quinta Sinfonía de Dimitri Shostakovich. A todos estos desafíos, respondió con entrega, convicción y calidad. Aquí tuvo eso y mucho mas, logrando una conmovedora entrega del conjunto que puso lo mejor de sí en todas sus secciones y un bellísimo solo de violín en el pasaje de “La Compañera del Héroe” a cargo del Concertino Luís Roggero, acorde a la versión ofrecida. Becerra demostró plenamente su capacidad, solvencia y la buena sintonía con el conjunto, que respondió a la perfección. Los pasajes de lirismo. De bravura, de apaciguamiento, fueron resaltados como se debe y la sostenida ovación del público presente refrendó tamaña actuación. Las Orquestas de las principales ciudades Argentinas lo convocan, pero hace mucho tiempo que el Colón no repara en El. Creo que es hora que lo haga.


Donato Decina
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