SOBRE "OPERA CLUB"

ÓPERA CLUB es un emprendimiento que nace el 17 de noviembre de 1990 a partir de un programa emitido por Radio Cultura. Este programa tuvo características muy especiales que lo transformaron, casi de inmediato, en el de mayor audiencia en su género.

Por primera vez se trataba el tema operístico con un absoluto desapego a las formas tradicionales de acartonamiento y solemnidad. Quedó en claro desde un principio que se trataba de un programa de ópera y no de cantantes –de estos últimos se ocupaba la mayoría-. Procedimos a lo que nuestro locutor de entonces (Mario Keegan) dio en llamar “derribando mitos” -desmitificar leyendas, anécdotas o lisas y llanas mentiras que con los años se convirtieron en falsas verdades-. Seguimos muy de cerca toda la actividad musical de Buenos Aires y La Plata poniendo muy especial énfasis en la promoción de los intérpretes jóvenes que estaban haciendo sus primeras armas –en la mayoría de los casos a puro pulmón- aunque sin descuidar las grandes figuras nacionales e internacionales que nos visitaban. Por último, el formato horario de cuatro horas nos permitió tratar amplia y distendidamente diferentes temas en un sólo programa desarrollado a través una conversación sin planificación previa entre dos a cinco co-conductores.

Todo esto nos puso en el primer lugar durante poco más de diez años. Diversos problemas –fundamentalmente económicos y de necesidades de programación de la radio- nos fueron acortando la duración y concluímos transmitiendo una hora a la medianoche del sábado. De esta manera fuimos perdiendo, junto con audiencia, nuestras características distintivas.

A partir de septiembre de 2012 nos mudamos a Radio Amadeus Cultura Musical recuperando nuestro formato original e intentando, de a poco y con mucho esfuerzo de todo tipo, retomar nuestro puesto de liderazgo –tarea nada fácil, por otra parte-.

Comencé diciendo que ÓPERA CLUB es un emprendimiento que nace a partir de un programa de radio. Esto es porque no es sólo un programa de radio –o, mejor dicho, el programa es casi como un pretexto-, sino un modo de unir a los oyentes tras un objetivo superior en común. El verdadero protagonista del programa no son ni los cantantes ni la música, son los oyentes –sus destinatarios y razón de ser-. Es por eso que los llamados telefónicos o mails son fundamentales para la concreción de lo que sale al aire. La audición es una excusa para que nos comuniquemos, nos conozcamos y podamos realizar y armar el programa y las actividades en forma conjunta.

Siempre me ha preocupado la incomunicación y soledad que aquejan a nuestra sociedad de manera cada vez mayor desde la segunda postguerra. Esta idea de nuclearnos bajo un interés u objetivo común es, para mí, un medio para paliar este terrible mal. Para esto, además del programa –y en lo personal más importante- son las diversas actividades que hemos venido realizando –con menor o mayor frecuencia- durante los últimos veintitrés años: encuentros, charlas, recitales, conferencia-debates, intercambio de material y, fundamentalmente, exhibición de videos (hoy DVDs) de diversas funciones operísticas –recuerdo con especial cariño el ciclo multitudinario que realizamos en el Centro Cultural General San Martín colmando ampliamente la capacidad plena de la Sala AB-. También estas actividades se vieron notablemente disminuídas con la anteriormente citada decadencia del programa –al que están intrínsecamente unidas-.

En esta nueva etapa muchas son las esperanzas y muchos los proyectos. La idea de congregarnos bajo nuestro amor a la ópera es, vuelvo a repetirlo, sólo un pretexto para encontrarnos virtual o realmente, tanto en nuestra relación comunicador-oyente como en forma personal. Este sitio, el Facebook y, en un futuro muy próximo, el Twitter serán nuestras herramientas virtuales a utilizarse en forma dinámica. Queremos crear un foro de debate y discusión a través del que no sólo hablemos de lo que nos gusta sino que intercambiemos ideas sobre políticas culturales. Necesitamos ampliar horizontes y promover los valores estéticos y culturales en los que se basan las obras de arte. De esta manera, a través de estos valores y del intercambio de ideas, iremos creciendo como personas y ayudando a crecer a nuestro entorno. Recordemos que los grandes cambios se producen, en general, a partir de los pequeños cambios individuales.

En cuanto al programa en sí mismo, posee una dinámica que va haciéndose cada vez más participativa –ya hemos desarrollado algunos temas propuestos por ustedes y esperamos una participación cada vez mayor-, poseemos también una enorme discoteca –probablemente la más grande de nuestro medio- con una cantidad de grabaciones que está muy holgadamente en la cantidad de cinco cifras y que abarca desde los primeros cilindros hasta las últimas funciones efectuadas en el mundo –a veces el mismo día de la emisión-, presentamos a las grandes figuras que nos visitan y hacemos una fuerte promoción de lo que están preparando los distintos grupos que han aparecido fuera del marco de los teatros oficiales y que es en donde realmente se encuentra el futuro.

La ópera es el centro pero no nos cerramos en ella. Abarcamos también los demás géneros vocales (opereta, zarzuela, oratorio, canción de cámara, sinfónico-vocal) y estamos, aún tímidamente y en muy pequeñas dosis, abriéndonos a todo el espectro de la música clásica (o académica –término que no me gusta pero al que adhiere muchísima gente-) En cuanto al período de lo que difundimos, es amplísimo y sin reservas ya que vamos desde la música medieval hasta las últimas manifestaciones de vanguardia.

En síntesis, estamos buscando crecer a partir del debate y la interacción. Considero que la relación estática con un oyente pasivo ya no es aceptable y pertenece a un tiempo que ya fue –no estoy valorizando, sólo presentando un hecho-. El piso de este proyecto es el que estamos transitando. El techo quisiera creer que no tiene límites (una sede propia, una emisora....).

Entre todos podemos lograrlo. Esto intenta ser un verdadero Club y les pido que se unan. Les garantizo que el crecimiento y el gozo serán ampliamente satisfactorios.


Dr. Roberto Luis Blanco Villalba


UNA CREACION DE ROBERTO BLANCO VILLALBA

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viernes, 22 de julio de 2016



MUSICA ARGENTINA ESTUPENDAMENTE PROGRAMADA

Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”, Director: Luís Gorelik. Solista: Marcela Méndez (Arpa). Programa: Juan Carlos Zorzi (1935-1999): “Adagio Elegíaco” (In Memoriam Gilardo Gilardi-1963). Alberto Ginastera (1916-1983): “Glosas sobre un tema de Pau Casals” (versión 1977 para Orquesta Ampliada). Concierto para Arpa y Orquesta, Op. 25. CCk, Sala Argentina, 13 de julio de 2016.

   Un interesante programa presentó Esta agrupación consagrada al repertorio Nacional, sea Este Clásico o Popular. Hablar de dos compositores muy representativos, consagrados ambos a bucear en Ntras. Raíces y Ntra. Identidad, y además, Maestro (Ginastera) y Alumno (Zorzi), los que fueron reseñados de manera muy interesante por el Director, ya que faltaron programas de mano, y por ello Luís Gorelik, voz en cuello (no funcionó el micrófono), comentó cada obra seleccionada y las etapas que los creadores elegidos atravesaban al momento de componerlas.

  Para el tipo de actividad que la agrupación realizó hasta hace unos meses atrás, el hecho que Gorelik haya sido seleccionado como Director Titular de la misma es un inmenso privilegio para quienes la integran. También distinguir, entre otros, a Rafael Gíntoli como concertino y a Mario Fiocca en Viola, significa una jerarquización mayor del organismo. Bienvenidos sean todos estos avances.

  Y esto se refrendo en las interpretaciones, las que mantuvieron un nivel de excelencia que mucho se agradece. El Concierto, llevado a cabo en la muy cálida sala Argentina del CCK, se inició con la Obra de Zorzi, dedicada a Gilardo Gilardi (su principal formador), compuesta (como Gorelik señaló) casi de un tirón sobre dos temas principales de la “Sinfonía Cíclica” de Gilardi, que el Compositor y Director se hallaba preparando para su estreno absoluto. Escrita para Orquesta de Cuerdas, fue objeto de una versión muy emotiva.

  Luego vino el turno de las “Glosas obre un Tema de Pau Casals”. Aquí el Director explicó que se trataba del estreno de la revisión hecha por Ginastera sobre el original para Orquesta de Cuerdas, dotándola de una mayor orquestación, con lo que se favorecieron muchos efectos tímbricos. El original fue compuesto en 1974, para recordar el primer aniversario del fallecimiento de Casals, y estrenado en San Juan de Puerto Rico, sede de los festivales que llevan el nombre del gran músico Catalán. Esta revisión fue realizada a  pedido de la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington y su entonces titular Mtislav Rostropovich, con lo que aquí se entrelazaron unas cuantas coincidencias, ya que Aurora Nátola (segunda Esposa de Ginastera) era alumna de Casals y cultivaban una gran amistad, intensificada a partir de unirse Esta a Ntro. Compositor. Rostropovich, obviamente dada su condición de Violoncellista, también estuvo fuertemente vinculado a Casals. Washington, ciudad en la que se produjeron encargos a Ginastera como “Beatrix Cenci”, una vez mas le pedía un trabajo y, uniendo todo esto, Ginastera le ofreció al gran interprete Ruso, esta reelaboración para cumplir con el pedido. La obra, basada en temas catalanes, tiene como punto de partida el recuerdo de la imagen de Casals viendo los atardeceres en las Playas Portorriqueñas con la vista fija en el mar. De allí todas las llamadas musicales, sonidos que simulan el canto de los pájaros, recuerdos entre sueños al dormitar por instantes, un nocturno que es muy introspectivo, y un vértigo final que lleva a una feliz explosión musical. Todo ello fue expuesto admirablemente por la Orquesta que se lució en la interpretación, la que no tuvo fisura alguna y que fue estupendamente recibida por la concurrencia.

  El final vino de la mano del Concierto para Arpa y Orquesta, op. 25, compuesto para el gran Nicanor Zabaleta. Obra que continua con la etapa nacionalista de la producción de Ginastera, aparece íntimamente ligada a su Op. 23, las inmensas “Variaciones Concertantes” para Orquesta. La ocasión permitió conocer a Marcela Méndez, una arpista de la que no tenía Yo antecedente alguno,  y que me sorprendió gratamente pues se reveló dominadora del instrumento, dueña de un refinadísimo sonido, musicalidad absoluta y una exquisita técnica. Gorelik redondeó una extraordinaria faena, con un acompañamiento en el que en ningún momento sobrepasó al sonido de la arpista, la que hizo lo suyo sin amplificación alguna,  y un conjunto con muy buena respuesta, con momentos de brillo y lucimiento.

  Todo esto no hace mas que decir que valió muchísimo la pena concurrir al CCK. Preparados de esta forma,  con un muy buen conjunto orquestal y muy buena guía, se impone decir que recomiendo abiertamente concurrir a sus conciertos. Descubrirán a intérpretes de muchísimo valor.


Donato Decina

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