lunes, 10 de octubre de 2016

EL MEJOR ESPECTACULO DEL AÑO

Teatro Colón (Temporada 2016): “Macbeth”: Opera en Cuatro Actos con Música de Giuseppe Verdi, Libreto de Francesco María Piave con colaboración de Andrea Maffei, basado en la obra teatral homónima de William Shakespeare. Interpretes: Fabian Veloz (Macbeth), Chiara Taigi (Lady Macbeth), Aleksander Teliga (Banquo), Gustavo López Manzitti (Macduff), Rocío Giordano (Dama de Lady Macbeth), Gastón Oliveira Weckesser (Malcom), Ivan García (Doctor), Mariano Fernández Bustinza (Primera Aparición), María Victoria Gaeta  (Segunda Aparición), Dante Lombardi (Tercera Aparición), Juan Pablo Labourdette (Sicario), Sebastián Sorrarain (Siervo). Coro Estable del Teatro Colón, Orquesta Estable del Teatro Colón. Escenografía y Proyecciones: Diego Siliano, Vestuario: Luciana Gutman, Iluminación: Horacio Efron, Coreografía: Ignacio González Cano. Direcc ión del Coro: Miguel Martínez. Dirección de Orquesta: Stefano Ranzani. Regie: Marcelo Lombardero. Función del 02 de Octubre de 2016.

  Fue, sin dudas, el espectáculo del año. Por concepción, por despliegue de talento, por realización musical y por contar con un protagonista excluyente en lo vocal. Y marca, además, una línea de crecimiento en realizaciones de la que son responsables, casualidad o no, tres artistas surgidos de las entrañas mismas del Colón. Se inició con “Die Soldaten” (Pablo Martitano), continuó con la reposición de “Tosca” (Aníbal Lápiz) y llega a su punto culminante con esta magnífica creación de Marcelo Lombardero. Si miramos desde la primera de las nombradas hacia atrás y recordamos lo presentado por el Colón hasta ese momento, debemos preguntarnos si vale la pena intentar compartir con otras salas producciones de dudoso gusto y eficacia,  o permitirle hacer  los primeros palotes en materia de opera a gente  que podrá ser idónea en otros ámbitos del espectáculo, pero que para el Colón son neófitos,  y debería tenerse en cuenta que esta sala es una meta y no un trampolín. Si dentro de la casa tenemos todo ¿vale la pena traer de afuera?. Mi respuesta es: Absolutamente no. El Colón es un Teatro de propia producción. Podrán venir profesionales del exterior, pero siempre con la premisa de que aquí encuentran todo. Y en Macbeth, la “fábrica de ilusiones” funcionó a pleno. Una impecable realización escenográfica y de proyecciones a cargo de Diego Siliano. Un vestuario de Luciana Gutman de impecable factura. Una magnífica iluminación de Horacio Efron, ajustada hasta en los mínimos detalles y Coreografías de Ignacio González Cano funcionales a los momentos en que se desplegaron. Todo lo descripto concurrió de manera funcional al servicio de una magnífica concepción escénica de Marcelo Lombardero, que trasladó a la época actual la historia sin sacrificar en nada la esencia de la misma. Podrá estar en Escocia (su origen), podrá  trasladarse a los Balcanes. La historia está contada hasta en sus mínimos detalles y es lo que se vió en el escenario del Colón. Podrán entenderse los apasionamientos de “Shakespereanos” que pretenden el original. No así, las necedades de muchos que se dedican a denostar sin fundamento alguno. La marcación actoral, los desplazamientos escénicos, las caracterizaciones a tiempo actual, todo estuvo allí y no hay nada para objetar. Magnífico trabajo.

  El otro puntal fue la concepción musical de Stefano Ranzani, que logra su mejor trabajo en el Colón. Se escuchó Verdi a pleno en  toda la función. Detalles, canto orquestal, matices, para una labor encomiable.

 Y el tercer mérito para Fabián Veloz, protagonista excluyente del espectáculo, capaz de dotar a su criatura de todas sus atribulaciones, dudas, ansias hasta un final en el que desnudó las miserias del personaje hasta su mínima expresión. Canto franco, estupendo decir. Actuación que lo consagra definitivamente.

  En lo que hace al resto del elenco, Chiara Taigi fue una Lady Macbeth buena en lo actoral y correcta en lo vocal. No cabe duda que se trata de un valor que ha tenido una trayectoria apreciable en escenarios de primera magnitud, pero vocalmente no ha lucido en su mejor forma. Veamos. El registro mas agudo de su extensión lo maneja con oficio debido a que le cuestan hoy por hoy mucho esas notas. Su zona central es su fuerte.  Termina redondeando una actuación aceptable y no creo hoy que en Ntro. Medio, para un primer elenco del Colón haya un valor que esté a nivel para este papel y este espectáculo.

  Otro tanto se puede decir de Aleksander Teliga como Bancquo. Un decir aceptable y buen sostenimiento en lo actoral, pero reitero, no se consiguen valores superadores por estas latitudes.  Gustavo López Manzitti dijo con corrección, aunque en “Ah la Paterna Mano” faltó mayor intensidad.  Un muy buen nivel de los demás co-primarios convocados, cada  cual en lo suyo al servicio integral del espectáculo, y un buen desempeño del Coro Estable con un muy destacable “Patria Opressa”.

  Cuando los que hacen el Colón logran desplegar toda la potencialidad en su escenario, se notan las distancias de manera abrumadora. Todavía pueden dar muchísimo mas.


Donato Decina

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