¿ Y “DIDO Y ENEAS”
DE PURCELL DONDE QUEDO?
Teatro Colón, Temporada
lírica 2016, “Dido y Eneas” Opera en un prólogo y tres actos de Henry Purcell
con libreto de Nahum Tate, basado en el
Libro IV de la Enéida de Virgilio, en revisión de Attilio Cremonesi. Dirección
escénica y coreografía: Sasha Waltz. Dirección Musical: Cristopher Moulds.
Escenografía: Thomas Schenk - Sasha Waltz. Iluminación: Thilo Reuther.
Vestuario: Christine Birkle. Orquesta Akademie für Alte Musik Berlín. Coro Vocalconsort Berlín.
Intérpretes: Dido: Aurore Ugolin (canto), Yael Schnell-Michal Mualem (Danza).
Eneas: Reuben Willcox (Canto), Virgis
Puodziunas (Danza). Preparador de Eneas Luc Dunberry – Alfonso Pérez Torres
(Danza). Belinda: Debora York (Canto), Sasa Queliz (Danza). Segunda Mujer:
Celine Ricci (Canto) María Marta Colusi (Danza). Narrador: Peggy Grelat Dupont
(Danza). Hechicera: Fabrice Mantegna (Canto), Juan Kruz Díaz de Garaio
Esnaola-Gyung Moo Kim (Danza). Marinero (Primera Bruja): Sebastian Lipp
(Canto), Takako Suzuki (Danza). Espíritu Segunda Bruja): Michael Bennett (Canto), Jiri
Bartovanec (Danza). Ascanio: Sophia Sandig (Danza). Teatro Colón, 10 de Junio
de 2016.
Decididamente no hubo
“Dido y Eneas”. Lo que hubo es un espectáculo de danza basado en música de
Henry Purcell, con epicentro en “Dido y Eneas”, creado por Sasha Waltz, con
muchos números de Orquesta, interpretados por una correcta formación alemana,
la Akademie für Alte Musik de Berlín, correctamente conducidos por Christopher
Moulds y un buen coro, el Vocalconsort de Berlín que además de cantar y actuar,
debe danzar, por momentos hacerlo en ropa interior y moverse en forma desordenada
por exigencias de la puesta. Correctos bailarines que deben hacer “acquadance”
en una pecera gigantesca ( a la que no le falta el climatizador) y que se va
vaciando a medida que los bailarines la abandonan, se secan dejando al
descubierto sus cuerpos desnudos de
espaldas al público. y cantantes
que mientras actúan son doblados por bailarines (que son los
verdaderos interpretes del trabajo)
expuestos en situaciones como las que afrontan los protagonistas vocales,
los que deben cargar por mitades con la totalidad del vestuario de coro y
bailarines como “Ekekos” de Ntra. Puna. La insólita decisión de “travestir” los
roles de la Hechicera y las Brujas a voces masculinas. Fragmentos Orquestales
de otras obras del Compositor Inglés, que se intercalan con la Opera en sí (y
no sé si a ésta se le efectuaron cortes), una clase de danza en el medio de la
acción, declamada en Francés y sin subtitulado alguno. Momentos de danza
contemporánea con improvisación sin música que provocan baches insalvables. Una
monumental inversión que si se la hubiera presentado como parte de algún
festival teatral o de danza, hubiere tenido su lugar adecuado, pero que
decididamente está fuera de lugar en un abono de opera. Al menos para los
tradicionales abonados del Colón. A los
otros, sean estos figurones o cholulos, les da lo mismo, y solo de esta forma se entiende la ovación
que provocaron, mientras que tímidamente desde otros sectores, el público de
siempre hacía brotar murmullos de desaprobación. Haberla ofrecido fuera de
abono como el “Macbeth” Sudafricano del año pasado, hubiera significado un
acierto. No como espectáculo de abono. Y en lo vocal, las voces estuvieron a
tono con la medianía del trabajo. No hay que agregar nada mas. Tal vez alguna
vez volvamos a ver un “Dido y Eneas” con todas las dela ley.
Donato Decina
No hay comentarios:
Publicar un comentario