UNA REVELACION EN
CADA CONCIERTO
“Colón Contemporáneo”:
Actuación del Ensemble Modern y la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires,
Director: Pablo Rus Broseta. Programa: Magnus Lindberg: “Expo”, “Kraft”. Marcos
Franciosi: “Madrigal Nº 3”. Vito Zuraj: “Runaround”. Teatro Colón. 09 de junio
de 2016.
Desde hace muchísimos
años, decimos que uno de los puntales fundamentales de las temporadas del
Teatro Colón es el ciclo “Colón Contemporáneo”, ya sea por lo reveladoras que
son las obras programadas en cuanto a escritura o estilo se refieren, como por
la categoría de los compositores convocados, e Interpretes y Directores que se presentan en
cada uno de ellos. Hemos tenido así a Compositores contemporáneos como
Salvatore Sciarrino, presentes en la
sala e involucrándose en la presentación de sus obras, como redescubrir a
autores de la talla de Luciano Berio o Edgar Varese. Aquí, además de incluir un estreno comisionado al
Argentino Marcos Franciosi, y de conocer
al esloveno Vito Zuraj, el centro de la programación lo constituyó el Fines
Magnus Lindberg, de quien se escucharon como puntas del programa, “Expo”,
trabajo del año 2009 y la monumental “Kraft”, compuesta entre 1983 y 1985. La
presencia por segunda vez en Ntro. Medio del Ensemble Modern, el extraordinario
conjunto residente en Alemania, y la
conducción reservada al Español Pablo Rus Broseta, quien trabajó no solo junto
a Lindberg, sino que colaboró también con apellidos de la talla de Boulez o
Francesconi, entre otros, garantizaba el interés que el concierto suscitó, y puedo decir entonces, que ese interés fue
absolutamente correspondido con una entrega de colosal categoría.
Dejando para el final
el análisis de las obras de Lindberg, puedo afirmar que el estreno del
“Madrigal Nº 3” del Argentino Marcos Franciosi, comisionado por el Ensemble
Modern y el propio Teatro Colón fue muy auspicioso, ya sea por lo conciso y
contundente de su escritura, con un lenguaje musical sin concesiones, y por una proyección sonora muy bien
construida. El propio compositor dice en el programa de mano que su escritura
está basada en vivencias personales que actúan como disparadores para que ese
material se proyecte y se disuelva. Hay una búsqueda permanente de la sonoridad
y un trabajo para cada integrante del Modern, que es llevado a la perfección.
Una gratísima sorpresa.
De Vito Zuraj se
escuchó la irreverente “Runaround” del año 2014, en donde un quinteto de
bronces conformado por instrumentistas del Modern, recibieron el refuerzo de
músicos de Ntra. Filarmónica de Buenos Aires. Aquí también la escritura
contundente y concisa, donde se utiliza hasta el sonido emitido solamente por
las boquillas de los instrumentos de viento, y un irreverente escupitajo final
que un Clarinetista debe dirigir al Director, al que por cierto no le acierta,
nos mostraron un camino distinto, cargado de creatividad y conocer a un
interesante compositor.
Vamos entonces a lo
fundamental de la noche. De la escritura un
tanto “megalómana” de “Kraft”, que emplea una imponente masa orquestal,
mas el desdoblamiento de funciones de los integrantes del “Ensemble”, en
diferentes instrumentos (nutrida batería de percusión, dispositivos en derredor
de la sala con amplificación, la que se va repitiendo sobre la interpretación
en un efecto electro-acústico). Todo ello es un material de avanzada compuesto
hace mas de treinta años en una computadora “Apple” de esa época y que debía
conformar el encargo de un concierto para piano y orquesta y, en cambio, dio paso a un despliegue colosal de instrumentistas
que emplean Gong en el centro de la sala, Chinchines percutidos mientras los
músicos caminan por los pasillos de la misma, lijas de cajas de fósforos
frotadas entre sí, Clarinete requinto al que se le coloca agua por su boquilla
y debe ser interpretado con ella dentro. Manguera colocada sobre una palangana
con agua para soplar y proyectar el sonido que brota de ella. Ruido conformado
de abollar papel de diario y papel de aluminio. Maracas hechas a partir de
bolas de Pool. Como se ve, no solo Ntros. “Les Luthiers” crean tantos
instrumentos, sino que también Mahler, Richard Strauss y Bruckner se ven
superados en la masa instrumental empleada para esta obra y que también deja
reservado para que las familias de instrumentos de viento y bronce, deban desplazarse
a localidades laterales para interpretar desde allí, mientras la música va marcándoles el paso para
desplazarse a cada sector de ida y vuelta, y que el Director haga sonar un silbato, cual
árbitro deportivo, marcando el inicio de la interpretación. Treinta minutos
contundentes, que nos hacen pensar en la “Expo” inicial, en donde una orquesta
mas chica aborda una obra con muchas influencias tonales, y nos muestran que actualmente al compositor
Fines le llegó el momento, que también le ha ocurrido a otros colegas suyos, de
“volver a las fuentes”, en una evidente Mtra. de que hay que esperar el momento
de incursionar en otras variantes que hoy por hoy no han llegado. Una vez mas gracias, por
hacernos conocer y ampliar Ntro. Horizonte sonoro.
Donato Decina
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