RUSTIONI, LISTO PARA
RECIBIR LA ANTORCHA Y SEGUIR LA SENDA DE LOS GRANDES
“Nuova Harmonia”: Concierto a crago de la “Orchestra Della
Toscana”, Director: Daniele Rustioni. Solista: Francesca Dego (Violin).
Programa: Gioacchino Rossini: Obertura de “La Italiana en Argel”, Niccolo
Paganini: “Concerto Nº 1 in Re maggiore per Violino e Orchestra”, Op. 6. Ludwig
Van Beethoven: Sinfonía Nº 5 en Do menor, Op. 67. Teatro Coliseo, 2 de Junio de
2016.
Si concurrí al
Coliseo esperando un buen concierto, la expectativa fue ampliamente superada, y me terminé encontrando con uno de los
acontecimientos mas importantes, no solo de esta temporada, sino de los últimos
años. A Daniele Rustioni lo conocimos como un buen concertador, en Ntro. Ciclo
de videos del Opera Club el pasado año en Ntra. Etapa en la Biblioteca del
Teatro “Luz y Fuerza”, dirigiendo “Il Trovattore”, con Marcelo Alvarez en el
Protagónico y Hugo de Ana en la Puesta, en el Teatro Alla Scala de Milán. Casi
se podría decir que ese fue un autentico “Triunfo Argentino”, ya que los padres
del Joven Director nacido en Milán son compatriotas Ntros. que, como tantos
otros, a comienzos de la década del ochenta del pasado siglo, hicieron las
valijas y encontraron en Ezeiza, lamentablemente, la única salida posible. Hoy,
además del rotundo triunfo de anoche (Jueves), aprovechará esta estancia entre
Ntros. para , entre otras cosas, viajar a Villa Carlos Paz, en busca de sus
orígenes. Allí vivían sus padres, ya que su progenitor era oficial de la Fuerza
Aérea destinado a la Guarnición Aérea de Córdoba. Ojalá su sorpresa sea la
misma grata sorpresa que tuvimos Ntros.
al escuchar sus versiones, plenas de energía, de canto orquestal (algo de lo que muchos jóvenes directores de hoy
carecen). Sus gestos, aún con alguna sobrecarga en ese sentido, van dirigidos a
contagiar a los músicos. Y lo consigue, ya que con un orgánico tan similar al
de algunas agrupaciones de alrededores de Ntra. Capital y del Interior
Argentino, logra una homogeneidad de sonido increíble, corpóreo, y de un ajuste
impecable. Ya desde la Obertura de “La Italiana en Argel”, se tuvo la sensación
de que “había pasta”, para luego darle un espectacular acompañamiento en el
Concierto Nº1 de Paganini a Francesca Dego, una magnífica violinista de muy
buen sonido, estupenda técnica y de brillante interpretación, la que ya estuvo
entre Nros., en el recordado y reciente “Concurso Internacional de Violín” que
Shlomo Mintz presidía y en el que obtuvo el sexto puesto. Ahora bien, luego de
escucharla, y ovacionarla, o evolucionó fortísimamente (para bien suyo),
o, ¿habrán sido tan buenos los demás
que le dieron solo el sexto puesto?. Sea como fuere, las dificultadas del
primer movimiento fueron resueltas con absoluto dominio del instrumento y de la
escena, mas una pasmosa seguridad. El segundo movimiento tuvo absoluta plenitud
de canto y, por supuesto, hubo un magnífico clima de intimidad (una vez mas,
¡gracias público!, nada fuera de lugar) y en un personalísimo “tempi” algo mas
lento, acometer el celebérrimo tema del
ultimo movimiento con prestancia. Las cadencias también tuvieron en Ella a la
instrumentista ideal y Rustioni, además de la categoría del acompañamiento, la
azuzaba con sus gestos, casi a los recordados movimientos de Juan D’Arienzo,
cuando “provocaba” a sus cantantes o a sus instrumentistas tanto para
distenderlos como para contagiarlos. Dos bises en respuesta a las largas
ovaciones, para dar paso luego del intervalo, al momento mas trascendente de la
noche.
Una imponente Quinta
de Beethoven, marcada, cantada en cada compas, presentada en cada detalle, intensa,
vivaz, logrando señalarle al auditorio ese paso del sufrimiento a la esperanza,
de la sombra a la luz, sintetizado en esa transición del tercero al cuarto de
los movimientos, en donde la tensión se cortaba con un cuchillo, para dar lugar
a esa luminosidad magnífica y arrolladora. El ímpetu y la vivacidad que
Rustioni le contagió a sus huestes fue tal, que estoy plenamente convencido que
para los abonados de Este Ciclo, el Beethoven que se les ofreció cinco días
antes en la sala del Colón, quedó reducido a su mínima expresión, tal la
reacción espontánea de la concurrencia con el último compás.
En un día muy
importante para los Italianos (Se cumplía el septuagésimo aniversario de la
proclamación de la República [Mi homenaje a las memorias de Alcide De Gásperi
y Aldo Moro por ello]), y mas allá de la
ausencia de los Himnos, la jornada sirvió también para inaugurar un nuevo ciclo
“Verano Italiano” entre Ntros., y en homenaje a todo esto, Director Dixit (se
permitió gritar un “¡Viva Italia y Viva Argentina”!) Rustioni nos regaló una
magnífica versión de la Obertura de “El Barbero de Sevilla”, como broche de oro
a un concierto magnífico. Este joven Director (algo mas de treinta años) mostró
capacidad y talento, tiene aplomo, garra, soltura, le canta y le habla a los
músicos en cada gesto. No dudo que de continuar así, esta llamado a recibir de
los grandes la antorcha, para portarla dignamente.
Donato Decina
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