sábado, 4 de junio de 2016



RUSTIONI, LISTO PARA RECIBIR LA ANTORCHA Y SEGUIR LA SENDA DE LOS GRANDES


“Nuova Harmonia”: Concierto a crago de la “Orchestra Della Toscana”, Director: Daniele Rustioni. Solista: Francesca Dego (Violin). Programa: Gioacchino Rossini: Obertura de “La Italiana en Argel”, Niccolo Paganini: “Concerto Nº 1 in Re maggiore per Violino e Orchestra”, Op. 6. Ludwig Van Beethoven: Sinfonía Nº 5 en Do menor, Op. 67. Teatro Coliseo, 2 de Junio de 2016.

  Si concurrí al Coliseo esperando un buen concierto, la expectativa fue ampliamente superada,  y me terminé encontrando con uno de los acontecimientos mas importantes, no solo de esta temporada, sino de los últimos años. A Daniele Rustioni lo conocimos como un buen concertador, en Ntro. Ciclo de videos del Opera Club el pasado año en Ntra. Etapa en la Biblioteca del Teatro “Luz y Fuerza”, dirigiendo “Il Trovattore”, con Marcelo Alvarez en el Protagónico y Hugo de Ana en la Puesta, en el Teatro Alla Scala de Milán. Casi se podría decir que ese fue un autentico “Triunfo Argentino”, ya que los padres del Joven Director nacido en Milán son compatriotas Ntros. que, como tantos otros, a comienzos de la década del ochenta del pasado siglo, hicieron las valijas y encontraron en Ezeiza, lamentablemente, la única salida posible. Hoy, además del rotundo triunfo de anoche (Jueves), aprovechará esta estancia entre Ntros. para , entre otras cosas, viajar a Villa Carlos Paz, en busca de sus orígenes. Allí vivían sus padres, ya que su progenitor era oficial de la Fuerza Aérea destinado a la Guarnición Aérea de Córdoba. Ojalá su sorpresa sea la misma grata sorpresa que tuvimos Ntros.  al escuchar sus versiones, plenas de energía, de canto orquestal (algo  de lo que muchos jóvenes directores de hoy carecen). Sus gestos, aún con alguna sobrecarga en ese sentido, van dirigidos a contagiar a los músicos. Y lo consigue, ya que con un orgánico tan similar al de algunas agrupaciones de alrededores de Ntra. Capital y del Interior Argentino, logra una homogeneidad de sonido increíble, corpóreo, y de un ajuste impecable. Ya desde la Obertura de “La Italiana en Argel”, se tuvo la sensación de que “había pasta”, para luego darle un espectacular acompañamiento en el Concierto Nº1 de Paganini a Francesca Dego, una magnífica violinista de muy buen sonido, estupenda técnica y de brillante interpretación, la que ya estuvo entre Nros., en el recordado y reciente “Concurso Internacional de Violín” que Shlomo Mintz presidía y en el que obtuvo el sexto puesto. Ahora bien, luego de escucharla, y ovacionarla, o evolucionó fortísimamente (para bien suyo), o,   ¿habrán sido tan buenos los demás que le dieron solo el sexto puesto?. Sea como fuere, las dificultadas del primer movimiento fueron resueltas con absoluto dominio del instrumento y de la escena, mas una pasmosa seguridad. El segundo movimiento tuvo absoluta plenitud de canto y, por supuesto, hubo un magnífico clima de intimidad (una vez mas, ¡gracias público!, nada fuera de lugar) y en un personalísimo “tempi” algo mas lento,  acometer el celebérrimo tema del ultimo movimiento con prestancia. Las cadencias también tuvieron en Ella a la instrumentista ideal y Rustioni, además de la categoría del acompañamiento, la azuzaba con sus gestos, casi a los recordados movimientos de Juan D’Arienzo, cuando “provocaba” a sus cantantes o a sus instrumentistas tanto para distenderlos como para contagiarlos. Dos bises en respuesta a las largas ovaciones, para dar paso luego del intervalo, al momento mas trascendente de la noche.

  Una imponente Quinta de Beethoven, marcada, cantada en cada compas, presentada en cada detalle, intensa, vivaz, logrando señalarle al auditorio ese paso del sufrimiento a la esperanza, de la sombra a la luz, sintetizado en esa transición del tercero al cuarto de los movimientos, en donde la tensión se cortaba con un cuchillo, para dar lugar a esa luminosidad magnífica y arrolladora. El ímpetu y la vivacidad que Rustioni le contagió a sus huestes fue tal, que estoy plenamente convencido que para los abonados de Este Ciclo, el Beethoven que se les ofreció cinco días antes en la sala del Colón, quedó reducido a su mínima expresión, tal la reacción espontánea de la concurrencia con el último compás. 

  En un día muy importante para los Italianos (Se cumplía el septuagésimo aniversario de la proclamación de la República [Mi homenaje a las memorias de Alcide De Gásperi y  Aldo Moro por ello]), y mas allá de la ausencia de los Himnos, la jornada sirvió también para inaugurar un nuevo ciclo “Verano Italiano” entre Ntros., y en homenaje a todo esto, Director Dixit (se permitió gritar un “¡Viva Italia y Viva Argentina”!) Rustioni nos regaló una magnífica versión de la Obertura de “El Barbero de Sevilla”, como broche de oro a un concierto magnífico. Este joven Director (algo mas de treinta años) mostró capacidad y talento, tiene aplomo, garra, soltura, le canta y le habla a los músicos en cada gesto. No dudo que de continuar así, esta llamado a recibir de los grandes la antorcha, para portarla dignamente.


Donato Decina

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