sábado, 4 de junio de 2016



LAS GALAS VOLVIERON CON ALTIBAJOS

Orquesta Sinfónica Nacional: Gala de homenaje al 206º aniversario  de la Revolución del 25 de Mayo de 1810. Director: Christian Baldini. Solista: Bruno Gelber (Piano). Coro Polifónico Nacional: Director: Darío Marchese. Coro Nacional de Niños: Directora: María Isabel Sanz. Programa: Blas Parera/Vicente López y Planes: Himno Nacional Argentino (basado en la revisión de Juan Pedro Esnaola),  Alberto Ginastera: Suite del Ballet “Panambí” Op.1, Salmo 150, Op. 5, Ludwig Van Beethoven: Canto Elegíaco en Mi mayor Op. 118. Johannes Brahms: Concierto para Piano y Orquesta Nº 1 en Re menor, Op. 15. CCK- Sala Sinfónica, 25 de Mayo de 2016.

  Volvieron los Conciertos de Gala. Una loable iniciativa, si bien es cierto que el año anterior al inaugurarse el CCK, los fastos fueron inmensos, pero es volver a una tradición ya perdida,  y es tambien muy bueno que se mantenga. Por supuesto el Folcklore de esos eventos: reparto de Escarapelas, Chocolate y Pastelitos para los primerizos en llegar. Mucho público (afortunadamente), tanto,  que se pudo llenar hasta la cuarta bandeja de ubicaciones. Y allí Christian Baldini, el joven Director Argentino residente en Estados Unidos,  que tan buena impresión causó en el Estreno Mundial de “Requiem” de Oscar Strasnoy, que apareció para Comandar las fuerzas musicales dispuestas en el escenario y llevar adelante una buena interpretación de Ntro. Himno Nacional, coreado como se debe por toda la concurrencia. Aplausos sostenidos, cero consignas políticas y a predisponerse a escuchar buena música.
La Primera de las obras escuchadas, fue la Suite de la Música para el Ballet “Panambí” de Alberto Ginastera. Una muy buena interpretación, pero que tuvo la inexplicable omisión del número de cierre con coro, cuando las voces del Polifónico estaban en el escenario. Si además este programa se repitió 72 hs. mas tarde en San Luís y luego en San Juan, mas inexplicable lo es aún. Se nota mucho mas el ajuste de sonido, ya no hay tantas estridencias y en las ubicaciones altas se escucha mejor que en las bajas.

Una muy interesante lectura tuvo el Canto Elegíaco en Mi mayor de Beethoven. Aquí el Polifónico mostró su mejor cara, pero en cambio la Sinfónica se limitó a una buena lectura. Por lejos lo mejor de la noche fue el Salmo 150, objeto de una versión espectacular. Brillo Orquestal, Coros ajustados y un final imponente. La memoria de Ginastera lo merece.

  El cierre le cupo a la participación solista de Bruno Gelber  en uno de sus “caballitos de batalla”, el Concierto Nº 1 de Brahms. A Gelber se lo recibió con una ovación producto del cariño del público, pero se lo vio ingresar al escenario asistido por un  ayudante para lentamente ubicarse en el taburete. El inicio marcó un  llamativo desencuentro entre un solista (Con notorias pifias y notas de mas) y el Director que no lograba encontrarle la vuelta al interprete para acompañarlo como se debe. Recién sobre el final del primer movimiento los caminos se encontraron y de ahí en mas,  se pudo mantener una cierta uniformidad. El segundo movimiento nos entregó al mejor Gelber, creando la atmosfera intima que el fragmento requiere y a una Orquesta mas reconcentrada. Y el cierre, mas allá de algún pequeño “desliz”, mantuvo la tensión con  una correcta coda final. De todos modos, no fue ni por asomo lo que se esperaba. Da la sensación que Gelber descarga sus tensiones en la interpretación por sobre la obra misma.  Esto se viene observando muy repetidamente en los últimos tiempos y en cuanto a Baldini, es evidente que la situación lo supero, aunque felizmente pudo corregir la distorsión y ofrecer un digno acompañamiento. Tras el final, Pablo Avelluto (Ministro de Cultura) y Hernán Lombardi (Titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, del que ahora depende el CCK), le tributaron un homenaje al solista, obsequiándole un presente floral. Su trayectoria harto lo merece.


Donato Decina

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