viernes, 6 de mayo de 2016


UNA  GLORIOSA APERTURA AL SONIDO

Colón Contemporáneo: Actuación del Cuarteto Arditti y Claron Mc Fadden (Soprano). Programa: Brian Ferneyhough: Cuartetos Nºs.3 y 4 (Con Soprano). Arnold Schönberg: Cuarteto Nº 2, Op. 10 (Con Soprano). Teatro Colón, 03 de Mayo de 2016.

 Que en los últimos tiempos el “Colón Contemporáneo”  es uno de los puntales fundamentales de  la programación de Ntro. primer Coliseo, no es ninguna novedad. Que en este año, una de las primeras actividades haya sido una vez mas la presencia del cuarteto Arditti, es un logro que resalta aún mas la categoría de la programación que integra el ciclo. Y si le sumamos la revelación que terminó siendo la actuación de la Soprano Estadounidense Claron Mc Fadden, el éxito ha sido completo. Pocas veces se ha escuchado una voz tan cristalina, tan bien trabajada, con una técnica y emisión irreprochables, capaz de transitar desde el mas mínimo murmullo hasta el agudo mas elevado, declamar, transmitir, todo al servicio de dos partituras complejas, las cuales exigen mucho a la voz,  y Ella lo hace con magnífica categoría. Tal vez su trabajo casi continuo en repertorio  barroco, le permite hacerlo con semejantes frescura y flexibilidad. Y junto a Mc Fadden, ese instrumento perfecto que es el Cuarteto Arditti, que no decae en ningún momento, que trabaja las sonoridades de Brian Ferneyhough como pocos pueden hacerlo,  y de ahí ir a Schönberg (casi como volver a la fuente) y hacerlo en igual nivel .

  La sensación que he tenido en ambos cuartetos de  Ferneyhough, es la de un hombre que busca permanentemente un timbre sonoro desde el cual parte, va disgregando el sonido, lo proyecta, lo eleva  para luego descender, a veces alocadamente, en otras conscientemente y allí en el segundo de los cuartetos abordados, la necesidad de la voz para que como una instrumentista mas refrende en canto y palabras lo que los instrumentos proyectan. Sin dudas una experiencia que resulta fascinante.

  En Schönberg, nos encontramos ante una bisagra. Ya se insinúa la ruptura con la tradición, y aquí el Arditti nos mostró su versatilidad para abordar una obra del finales del Post-romanticismo, que entra casi como pidiendo permiso casi al dodecafonismo, con la misma calidad que en las anteriores de Ferneyhough.  Y si le sumamos lo anteriormente expuesto  con el aporte vocal de Mc Fadden, el resultado es la excelencia absoluta y el goce para los oídos es el máximo, por lo que redondeamos una noche verdaderamente inolvidable.


Donato Decina

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