UNA GLORIOSA APERTURA AL SONIDO
Colón Contemporáneo:
Actuación del Cuarteto Arditti y Claron Mc Fadden (Soprano). Programa: Brian
Ferneyhough: Cuartetos Nºs.3 y 4 (Con Soprano). Arnold Schönberg: Cuarteto Nº
2, Op. 10 (Con Soprano). Teatro Colón, 03 de Mayo de 2016.
Que en los últimos
tiempos el “Colón Contemporáneo” es uno
de los puntales fundamentales de la
programación de Ntro. primer Coliseo, no es ninguna novedad. Que en este año,
una de las primeras actividades haya sido una vez mas la presencia del cuarteto
Arditti, es un logro que resalta aún mas la categoría de la programación que
integra el ciclo. Y si le sumamos la revelación que terminó siendo la actuación
de la Soprano Estadounidense Claron Mc Fadden, el éxito ha sido completo. Pocas
veces se ha escuchado una voz tan cristalina, tan bien trabajada, con una
técnica y emisión irreprochables, capaz de transitar desde el mas mínimo
murmullo hasta el agudo mas elevado, declamar, transmitir, todo al servicio de
dos partituras complejas, las cuales exigen mucho a la voz, y Ella lo hace con magnífica categoría. Tal
vez su trabajo casi continuo en repertorio
barroco, le permite hacerlo con semejantes frescura y flexibilidad. Y
junto a Mc Fadden, ese instrumento perfecto que es el Cuarteto Arditti, que no
decae en ningún momento, que trabaja las sonoridades de Brian Ferneyhough como
pocos pueden hacerlo, y de ahí ir a
Schönberg (casi como volver a la fuente) y hacerlo en igual nivel .
La sensación que he
tenido en ambos cuartetos de Ferneyhough,
es la de un hombre que busca permanentemente un timbre sonoro desde el cual
parte, va disgregando el sonido, lo proyecta, lo eleva para luego descender, a veces alocadamente,
en otras conscientemente y allí en el segundo de los cuartetos abordados, la necesidad
de la voz para que como una instrumentista mas refrende en canto y palabras lo
que los instrumentos proyectan. Sin dudas una experiencia que resulta
fascinante.
En Schönberg, nos
encontramos ante una bisagra. Ya se insinúa la ruptura con la tradición, y aquí
el Arditti nos mostró su versatilidad para abordar una obra del finales del
Post-romanticismo, que entra casi como pidiendo permiso casi al dodecafonismo,
con la misma calidad que en las anteriores de Ferneyhough. Y si le sumamos lo anteriormente
expuesto con el aporte vocal de Mc
Fadden, el resultado es la excelencia absoluta y el goce para los oídos es el
máximo, por lo que redondeamos una noche verdaderamente inolvidable.
Donato Decina
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