sábado, 14 de mayo de 2016

UNA GALA INOLVIDABLE CON EL DEBUT QUE FALTABA (¿LA SOLISTA O EL DIRECTOR?)

Mozarteum Argentino: Actuación de la Orchestra dell’ Accademia Nazionale di Santa Cecilia (Roma, Italia), Director: Sir Antonio Pappano. Solista: Beatrice Rana (Piano), Daniele Rossi (Órgano) Programa: Giuseppe Verdi: Sinfonía de la Opera “Luísa Miller”, Piotr Illich Tchaicovsky: Concierto para Piano y Orquesta Nº 1 en Sí bemol menor, op. 23, Camille Saint –Säens: Sinfonía Nº 3 en Do menor, Op.78 “Con Órgano”. Teatro Colón, 11 de Mayo de 2016.

   Luego del fallido que resultó la polémica tercera actuación en Ntro. medio de Joyce Di Donato, volvió el Mozarteum de las grandes realizaciones,   patrocinando una nueva visita,  después de muchos años,  de la Orchestra dell’ Accademia  Nazionale di Santa Cecilia de Roma, la que después de sus anteriores presentaciones con Daniele Gatti , y mucho  tiempo antes con Lorin Maazel, lo hizo ahora bajo el mando de Sir Antonio Pappano, quien desde hace diez años  ostenta la titularidad del organismo. Debemos decir una vez mas que gracias al Mozarteum, hemos podido apreciar a una figura  de primer nivel internacional, de las que faltaba una presentación en el escenario del Colón, al que ahora le cabe la responsabilidad de convocarlo para alguna producción operística. Si para tal fin  se pudo  lograr el concurso de Riccardo Muti (Por suerte, ya que desde el año pasado hace ópera solamente  como el último Toscanini, es decir, en versión de concierto), es muy plausible lograrlo con Pappano, mas allá que su agenda esté a tiempo completo y que se deban esperar para ello algunos años. Por ahora el público “Colonero”,  le agradece al Mozarteum el que lo hayamos podido conocer y disfrutar en Concierto.

  En merito del Director Británico ( de ascendencia Italiana), debo decir que en estos diez años supo  mantener la calidad incuestionable del organismo, al que luego de haberlo  escuchado, como también lo hice con la Orquesta del Teatro Alla Scala di Milano, no dudo en decir que es hoy por hoy la mejor Orquesta de la Península. Cuerda de Excepción, buenos vientos y bronces y notable y equilibrada sección de percusión, para que el resultado de la velada haya sido de una formidable calidad.

  La apertura fue con una maravillosa versión de la “Sinfonía” (Obertura) de “Luisa Miller”, acaso una de las mas hermosas partituras que Giuseppe Verdi escribiera para un pleno lucimiento de la Orquesta. Pappano trazó,  a partir de la decisiva intervención de las cuerdas, una exquisita filigrana de  sonido transparente y pleno de belleza. El resto del conjunto mostró solvencia y cohesión. Tal vez desde la concertación por parte de Renato Palumbo de la “Maledetta”, que yo no escuchaba un Verdi expuesto con tanta claridad.

  Y luego,  el deslumbramiento. Anoten este nombre: Beatrice Rana (Casi como cuando “Il Postino” decía Beatrice Russo). 23 años. Hace 5 que lograba la “Competencia de Montreal”,  y hace 3 Medalla de Plata y Premio del Público en la competición “Van Cliburn”. Además de Pappano,  ya ha sido dirigida por Mehta, Pinnock, Nezet-Seguin, Slatkin, Luísi y los Sud-Americanos Orozco Estrada y Harth Bedoya, entre Otros. Hay pasta, talento, muy buena técnica y una fuerte personalidad, como para acometer una obra harto conocida y magistralmente difícil,  y  demostrar la capacidad de lograr una versión que no pasó para nada desapercibida. Tuvo la  inteligencia para dar su toque personal, dar un “tempi” distinto en el momento justo, logar plena sonoridad que no significa “aporreo” y una profundidad absoluta a su intervención. A la par, Pappano hizo un acompañamiento magnífico.  Dio el punto justo de sonoridad a la agrupación y,  entre ámbos,  lograron un momento verdaderamente arrollador en la exposición de la coda.

   La previsible ovación que desató semejante actuación, tuvo su retribución en una transcripción de Franz Liszt de un momento de Robert Schumann, expuesto de manera exquisita.  Vuelvo a repetir, y creo no equivocarme, anoten este nombre: Beatrice Rana.

  La segunda parte encontró a un Pappano a gusto en la  intensa interpretación de la Sinfonía “Con Órgano” de Camille Saint-Säens,  en donde Daniele Rossi, profesor de su instrumento en la “Accademia” y solista de vasta trayectoria internacional, se nos mostrara en magnífica forma, acentuando pasajes a través de sus intervenciones en el primer movimiento, con momentos de sutileza y exquisitez.,  logrando Pappano luego , de todo el conjunto,  un arrollador discurso en el segundo,  con una coda vibrante que logró el reconocimiento unánime  de todos los asistentes.

 
  Para el primer bis, Pappano demostró conocer la importancia de la plaza de Buenos  Aires, al manifestar que sabía de la predilección del público por Puccini , y de la recordada estancia de Maestro en Ntra. Ciudad en 1905 (de hecho fui testigo a posteriori del momento en que Daniel Varacalli Costas [Jefe de Publicaciones del Colón] le entregó un ejemplar del libro que escribiera con mi querido colega Gustavo Otero, sobre esa visita ,y la historia de la  composición del himno “Dios y Patria” que el Director Británico recibió con profundísimos interés y agradecimiento), regalándonos una exquisita versión del intermezzo de “Manón Lescaut”,  para luego cerrar con gran alegría la noche con la parte final de la “Danza de las Horas” de “La Gioconda” de Ponchielli,  en una versión sencillamente para el recuerdo. Entonces, ¿Cuál de los debuts era el que faltaba?. La respuesta es: Los dos, sin duda.


Donato Decina 

No hay comentarios:

Publicar un comentario