RIGOLETTO EN APUROS
(Y NO FUE LA PELICULA)
“Rigoletto” (versión “Semi Stage”): ópera de Giuseppe Verdi
con Libreto de Francesco María Piave basada en “LeRoi s’Amuse” de Victor Hugo.
Dirección Musical: Gustavo Codina, Movimientos Escénicos: Boris. Interpretes:
Omar Carrión (Rigoletto), Andrea Schor (Gilda), Leonardo Pastore (Duque de
Mantua), Sergio Araya Urquiza(Sparafucile), Virginia Scavino (Maddalena), Ugo
Negrete Blanco (Monterone), José Manuel Elliot (Marullo), Gastón Efficace
(Borsa, cortesano), Jorge Blanco (Conde Ceprano-Ujier de la Corte), Vanina de
Bonis (Condesa Ceprano-Giovanna-Paje de la Duquesa). Sección Masculina del
“Coral Ensamble”, Preparadores: Gustavo Codina-Cecilia Layseca. Orquesta “Astro
Lyrica”. Teatro Avenida, 5/2/14.
Al comienzo de la
función, apareció el querido Boris en el escenario, batuta en mano. Si bien aclaró, por si había
dudas, que no era El quién iba a dirigir, sí nos informó que esta velada que se
había organizado para homenajear a Dante Ranieri por sus 45 años
ininterrumpidos en la música, y a la
memoria de José Schor-Landman, alma mater de Astro Lyrica, organizadora del
evento, quien era recordado en esa fecha (y hasta en la sección de obituarios
de los principales Diarios Porteños), no contaría con la presencia del primero (que
debía concertar la función), por una severa indisposición física ocurrida
durante la mañana, y que Gustavo Codina
asumiría la misma, haciendo una lectura a primera vista, para que no se
cancelara el evento. Vaya apuro y vaya desafío para Codina. Del que salió
airoso por su profesionalidad, su conocimiento del repertorio verdiano, su
presencia en los ensayos, ya que el se encargó de preparar a la sección masculina
del Coral Ensamble que iba a intervenir y que, mas allá de alguna pequeña
entrada a destiempo, mostró su oficio en situaciones extremas, como así también
los músicos del conjunto orquestal, que en todo momento dieron incondicional
apoyo. Así que Boris le entregó la batuta, y ¡a la aventura!.
La parte vocal tuvo
momentos meritorios, comenzando por el brillante desempeño del protagonista,
Omar Carrión, dueño de la escena y del personaje. Su voz corre cómoda en todo
el ámbito del Avenida. El humor corrosivo del personaje, sus lamentos, su
pesar, su desesperación fueron expuestos por Carrión de manera admirable. Junto
a El, Leonardo Pastore, quien habría hecho su última presentación como cantante
lírico (¿será verdad?), mostró solvencia y convicción como el Duque de Mantua
dejando aflorar toda la veta libidinosa del personaje. Andrea Schor (Gilda), ha
hecho muchos progresos desde cuando a comienzos de 2009 comenzara a abrirse
camino como solista en las funciones de “la Flauta Mágica” organizadas por
“Fundamus”, tiene grato timbre, buena emisión, pero deberá resolver algunos
problemas puntuales en cuanto a afinación y mantenimiento de la tonalidad en
los pasajes “a Capella”, aún cuando salió airosa de semejante desafío,
mostrándonos una Gilda que termina convenciendo. Los tres interpretes
principales, lucieron muy bien en lo actoral, jugando muy bien en la acción
semi-montada. Dentro del resto del elenco fue muy interesante observar el
trabajo de Virginia Scavino, quien trazó
una mas que correcta Maddalena, mostrando la atracción que el Duque ejerce
sobre Ella y Vanina De Bonis, quien se desdobló a lo largo de la función siendo
alternativamente, la Condesa Ceprano, Giovanna (Custodia de Gilda) y el Paje de
la Duquesa sobre el final del segundo acto, haciéndolo con solvencia en todas
estas ocasiones. De ahí en mas, el resto
de los co-primarios evidenciaron no haber sido convenientemente elegidos para
los roles que cantaron, aún cuando en la parte actoral lucieron de manera
correcta, pero en lo vocal corrieron decididamente en un plano sensiblemente
inferior, y, en algunos casos, en roles
mas notorios, mostrando picos alarmantes de carencias. En cambio, la sección
masculina del “Coral Ensamble”, mostró su habitual afiatamiento, preparado por
Gustavo Codina y Cecilia Layseca. Boris, movió sabiamente los hilos de la
trama, haciendo desplazar con inteligencia a los personajes por el reducido
espacio que quedó en el escenario. El y Gustavo Codina, fueron los artífices
para que este “Rigoletto” saliera del apuro. Párrafo aparte, bravo por las
espectaculares notas al programa de Fabián Persic, el lujo de la noche.
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