Y SI NO SE DA LOS
GUSTOS AHORA, ¿CUANDO?
Orquesta Sinfónica Nacional, Director: Pedro Ignacio
Calderón. Solistas: Silvina Sadoly (Soprano), Mariana Rewerski (Mezzosoprano),
Daniel Benchimol (Tenor), Alejandro Meerapfel (Barítono), Norberto García
(Violín). Coro Nacional de Jovenes, Dirección: Nestor Zadoff. Programa dedicado
a obras de Johann Sebastian Bach: Suite para Orquesta Nº 3 en Re mayor Bwv
1068, Aria Nº 47 “Erbame dicht mein Gott” (“Apiádate de Mí, Dios mío”) de “La
Pasión según San Mateo” Bwv 244, Cantata:
“Wachet auf, ruft uns die Stimme” (“Despertad, nos llama la voz”), Bwv 140.
Auditorio de Belgrano, 10/10/14.
¿Calderón haciendo
Bach?. Esa pregunta hubiera resonado muy fuerte 30 años atrás, cuando en el summum
de la interpretación “Sinfónica” de Bach por estas latitudes (Por ese entonces
hacía mas de 10 años que en el hemisferio norte ya tenía vigencia el
“revisionismo historicista”), venían casi permanentemente Michel Corboz o
Hellmuth Rilling, si bien este último ya utilizaba (y todavía lo hace así)
algunos instrumentos “a la usanza de época” (fundamentalmente bronces) en el
“Bach Collegium” de Sttutgart. Todos sabemos que el Barroco por una Sinfónica
ha ido cayendo en desuso. Que los criterios de Karl Richter han ido siendo
superados en el tiempo. Aún así, Pedro Ignacio Calderón decidió que en esta
etapa de su larguísima trayectoria, debía realizar obras del genio de Leipzig
con la Sinfónica Nacional. Mi curiosidad pudo mas y me arriesgué y salí sorprendido,
fundamentalmente por una muy buena versión de la Suite para Orquesta Nº 3, en donde las cuerdas descollaron en la Celebre
“Aria”. El plus de la participación de Mario Videla como Clavecinista y
Organista “Contínuo” (también sostenedor del enfoque), donde actuó como
verdadero “sostén” y atriles especialistas en este repertorio como Andrés
Spiller en Oboe, hizo que la versión de esta obra tomara “vuelo”, a tal punto
que fue ovacionada por el público, obligando a Calderón a repetir el “Aria”
como Bis en una versión aún mejor que dentro de la obra íntegra. Donde sí se vio que no encuadra ya el
enfoque, fue en las obras religiosas, en
donde ya se hacía imprescindible un sonido “de época”. Aún así, Mariana
Rewerski se lució con voz y refinamiento exquisitos en el Aria “Apiádate de Mí,
Dios Mío” de “La Pasión según San Mateo”. Norberto García actuó como solista
acompañante de violín en reemplazo de Roberto Rutkauskas, segundo “Concertino”
titular de la orquesta (especialista en repertorio Barroco), quién viajó a
Holanda con la aparente intención de radicarse allí (otro valor que se va) . Sin
un sonido “deslumbrante”, hizo con
corrección su dificilísima parte.
El Concierto se cerró
con la Cantata “Despertad, nos llama la voz”, con un muy buen “Coro Nacional de
Jovenes”, preparado por su titular, Néstor Zadoff y tres solistas muy bien elegidos todos:
Silvina Sadoly, especialista en la materia, con gratísimo timbre. Daniel
Benchimol, en una obra en la que al fin se lo pudo escuchar a pleno y Alejandro
Meerapfel, con su reconocida solvencia técnica y buena voz, que equilibraron al
conjunto, dando finalmente una versión muy digna.
Mas allá de las
divergencias de enfoque, Calderón se dio un gran gusto, y a esta altura del
partido, ¿Cuándo, sino se lo va a dar?, y el público aquí, le dijo sí.
Donato Decina
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