jueves, 23 de octubre de 2014

SI SHAKESPEARE REVIVIERA…….



Buenos Aires Lírica: “Romeo Et Juliette”, Opera en cinco actos con música de Charles Gounod y Libreto de Jules Barbier y Michel Carré, basado en el drama de William Shakespeare. Interpretes: Santiago Ballerini (Romeo); Oriana Favaro (Juliette); Walter Schuarz (Hermano Laurent); Sebastián Angulegui (Mercutio); Darío Leoncini (Benvolio); Laura Polverini (Stephano); Ernesto Bauer (Conde Capulet); Vanesa Mautner (Gertrude); Iván Maier (Tybalt);  Alejandro Spies (Conde Párís); Enzo Romano (Gregorio); Christian Peregrino (Duque de Verona). Dirección de Orquesta: Javier Logioia Orbe. Puesta en Escena: Mercedes Marmorek; Dirección de Coro: Juan Casasbellas; Diseño de Escenografía: Nicolás Boni; Diseño de Vestuario: Lucía Marmorek; Diseño de Iluminación: Alejandro Le Roux; Coreografía: Ignacio González Cano. Orquesta y Coro de Buenos Aires Lírica. Bailarines y Figurantes.  Teatro Avenida (19/10/14).

  Si Shakespeare reviviera, ¿Cómo tomaría la traslación de época que Mercedes Marmorek hizo para Esta puesta de “Romeo et Juliette”?.  ¿Aceptaría que los “amantes” estén en París y no en Verona, aunque el coro inicial diga lo contrario?.  ¿Qué la historia se sitúe en el tiempo en la “Belle Epoque”, casi contemporánea a la muerte de Gounod, autor de la música?. ¿Qué Juliette viva en un Palacio Parisino?.  ¿Qué la fiesta de quince y las escenas de acción transcurran en una “Sala de Armas” de la mansión de los Capulet?. ¿Qué los asistentes a la fiesta vayan de Frac y Largo?. ¿Qué bailarinas de “Can-Can” amenicen la fiesta?. ¿Qué el Conde Capulet esté caracterizado mas que como animador de Cabaret como un “Jefe de Pista” de circo de comienzos de siglo veinte, “fusta” bajo el brazo?. ¿Y Romeo caracterizado con chaqueta de oficial Francés de la guerra del catorce?. ¿Y París con un traje y sombrero a lo Pierre de Coubertain?. ¿Y Mercutio con una vestimenta con capote a lo “Escamillo”, mas para “Carmen” o el segundo cuadro del segundo acto de “La Traviata”? Si hasta Stephano está vestido de mujer,  mas allá del rol travestido y la letra traducida lo menciona en femenino. Gregorio y sus acompañantes,  vestido el primero de mayordomo y el resto de servidores domésticos, portando utensillos de cocina en vez de espadas para enfrentarse a Stephano y a Romeo.  La “Escena del Balcón”  que se reduce a un dialogo sin mirarse a los ojos desde dos azoteas. La aparición de las “Bailarinas de Can-Can” entre el drama con la muerte de Mercutio y Tybalt y la “Escena del Cuarto”, casi para alivianar tensiones con una música ¿de alguna opereta?,  que se enlaza con la entrada de los violoncellos al comienzo de la segunda de las escenas mencionadas. Un letrero luminoso a la antigua, casi de cabaret,  no parisino, sino de los desaparecidos de Ntro. Bajo.  con el título “L’amour”, tanto al comienzo.  como al final, como si ese fuera el verdadero título del desaguisado. Estas cosas y algunas otras,  fueron dispuestas sobre el escenario del Avenida para el cierre de la temporada,  y en mi opinión para pasar desde el “Cielo” que fue el “Don Giovanni” de Marcelo Lombardero (a mi entender lo mejor de B.A. Lírica en sus doce años de trayectoria) a este “Averno”, directo y sin escalas. Una realización sin ton ni son, a la que se le suma una concertación “insípida” para los dos primeros actos de Javier Logioia Orbe. la que tomó mas vuelo en toda la parte dramática. Sumado a ello, las condiciones de foso del teatro,  que no permiten albergar a una Orquesta completa como la que Gounod pide, haciendo que el desbalance de cuerdas  y bronces sea notorio,  y que aún entre los propios metales exista ese desbalance. Súmese la marcación actoral, con evidente subrayado de sobreactuación permanente, lo que claramente terminó por “encorsetar” a algunos de los interpretes, constituyéndose en otro de los factores que coadyuvaron al paupérrimo resultado. En el plano vocal, hubieron dos heroínas, sin dudas. Oriana Favaro, a la que en mucho ayudó la caracterización con Vestuario propio de una “nena de quince”, con un canto inmaculado y un “phisique de rol” de maravilla, lo que le permitió, desde lo actoral,  una composición fresca y vital de su personaje, en uno de los pocos aciertos de la puesta (el otro fue la escena final en la cripta, mas allá del “letrero”),  y la otra,  Laura Polverini, a la que “Stephano” le queda demasiado chico y le sacó todo el jugo (¿que esperan para confiarle algo “Bien grande”?). Entre los “encorsetados”, a Santiago Ballerini se le notó,  y es por eso que ganó en soltura en la parte final, donde allí sí.  lució a pleno. Lo mismo ocurrió con Ernesto Bauer como el Conde Capulet , Ivan Maier como Tybalt, Alejandro Spies como “Conde Páris” (raro en El) y Enzo Romano como Gregorio. Es evidente que cantar “Romeo…” y actuarlo como en un “Vaudevil”, pesó y mucho. En cambio la reconocida veta de comedia que portan Vanesa Mautner (Gertrude) y Sebastián Angulegui (Mercutio), ayudó a ambos en el momento mas difícil de sobrellevar de la puesta,  y el “Aria de Mab” del segundo fue notable. Walter Schuarz tuvo lucimiento en su “Hermano Laurent”, dicho con convicción, jugando a la complicidad con los protagonistas al igual que Mautner, manteniendo siempre el “secreto”. Aún así,  es incomprensible que se haya cercenado la escena del “mensaje equivocado”,  que en la partitura aparece luego del sepelio cuando otro fraile encargado de enviarlo  le hace advertir al “Hermano Laurent” que se le mandó un mensaje  incorrecto a Romeo  y es lo que termina precipitando la tragedia. En cambio Christian Peregrino como el “Duque”, vestido con uniforme con “Quepis” del ejército francés,  quedó a mi juicio, presa de la puesta. El coro estuvo sobrio y bien ajustado por Juan Casasbellas. En cuanto a las realizaciones, tanto Lucia Marmorek (vestuario), como Nicolás Boni (Escenografía), Alejándro Le Roux (Iluminación) e Ignacio González Cano (Coreografías), cumplieron acabadamente con su cometido al servicio de la puesta, prácticamente sin escatimar en nada, solo que a mi entender resultó en el global, un trabajo  que deberá pasar rápidamente a un piadoso olvido.


Donato Decina

1 comentario:

  1. Muy interesante crítica, me permite apreciar en retrospectiva las cuatro funciones que presencié. Viejo escucha de vuestro programa, me llama la atención el error gramatical
    "En el plano vocal, hubieron dos heroínas, sin dudas" ... no es tercera persona del plural del pretérito de indicativo ! corresponde decir "hubo"...desafina, no?

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