jueves, 16 de octubre de 2014

GABETTA, PROFETA EN SU TIERRA



Mozarteum Argentino: Actuación de la Orquesta de Cámara de Basilea, Director: Giovanni Antonini. Solista: Sol Gabetta (Violoncello). Programa: Bettina Skrypczak: Noneto para Vientos y Contrabajo. Camile Saint Säens: Concierto para Violoncello y Orquesta Nº 1 en La menor Op.33, Ludwig Van Beethoven: Sinfonía Nº 7 en La mayor Op. 92. Teatro Colón, 06/10/14.

  En una actuación para el recuerdo, que marca uno de los puntos mas altos para la presente temporada del Mozarteum Argentino, Sol Gabetta y la Orquesta de Cámara de Basilea, bajo la conducción de Giovanni Antonini, ofrecieron un programa que mantuvo al público en constante tensión y que fue retribuido con creces por los interpretes ante las lógicas ovaciones con las que las versiones ofrecidas fueron recibidas.

  Yo no recuerdo una versión tan intensa, tan sutilmente llevada y tan perfecta del Concierto Nº1 para Violoncello y Orquesta de Saint Saëns, como la que Sol Gabetta y la Orquesta brindaron. Tuvo todos los ingredientes, entendimiento perfecto Solista-Director-Conjunto, Sonido equilibrado y refinado de la interprete argentina. Canto de ambos lados, para alcanzar una cumbre magnífica. Sol Gabetta le extrae a su valioso instrumento un sonido virtuoso, inmaculado y la formación Helvética, tiene un sonido delicado, finamente trabajado por Giovanni Antonini, el buen y probado conductor italiano, de recordada presencia junto a “Il Giardino Armónico” o sus inolvidables acompañamientos a Cecilia Bártoli  junto a la Orquesta “La Scintilla”, tanto en su recital de Cámara en Italia,  como la grabación de estudio de versión historicista de “Norma” de Vincenzo Bellini. Eran menos de 40 músicos que no hicieron notar la falta de atriles y le hicieron recordar al público esta partitura de ausencia tan injustificada en los atriles del Colón desde hace mucho tiempo. Bises hubo de parte de la gran Cordobesa. Uno conjunto, una versión de “Pavanne” de Gabriel Faure, sencillamente exquisita y otro muy personal que conociéramos de su última visita allá por 2010, una obra de Petris Vassis.  en la que incluye una “Vocalise” a cargo suyo, entonada con una voz de maravilloso timbre, acompañamiento ideal al dulce sonido que emanó de su instrumento.

  Si al Saint Saëns le hacía falta una obra fuerte de fondo, la tuvo en la espectacular versión que Antonini y Orquesta ofrecieron de la Séptima de Beethoven. Casi historicista, ya que instrumentos de bronce y algunos vientos usados eran “a la Usanza de la época”, el poco orgánico en el escenario (39 instrumentistas por mí contados), sonó a pleno como si fueran 60 personas. Antonini hizo una versión plena de vitalidad, profunda en el segundo movimiento y un final verdaderamente deslumbrante. Párrafo aparte, esta sinfonía forma parte de la integral que Orquesta y Director vienen llevando a cabo en Suiza y que culminará con la Novena la próxima temporada. Y por si hacía falta refrendar algo más, el bis fue el último movimiento de la Cuarta que sería ofrecida al día siguiente, tan lleno de vida como todo lo anterior.

  Poco importó que el comienzo hubiese sido el Noneto para Vientos y Contrabajo de la Suiza Bettina Skrzypczak, que cubre la cuota de autores Helveticos que el conjunto tiene como norma (tanto como su colega la Camerata Bern), interpretada por los instrumentistas sin Director. Obra que busca una referencia en forma permanente y que cada instrumentista va individualmente haciéndose cargo de esa búsqueda, pero sin salir de reiterados “Clises”, por lo que poco aportó. Todo lo posterior fue tan abrumador, que hizo olvidar tan irregular comienzo.


Donato Decina

1 comentario:

  1. Los bises que interpretó Gabetta el lunes fueron: Aprés un reve (Fauré) y Dolcisimo (Peteris Vasks)

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