martes, 9 de septiembre de 2014

CON MUCHO AMOR PROPIO




Orquesta Sinfónica Nacional, Director: Carlos Vieu. Solista: Marcelo Balat (Piano). Programa: Luís Gianneo: “El Tarco en Flor”, Robert Schumann: Concierto para Piano y Orquesta Op.54, Dimitri Shostakovich: Sinfonía Nº 6. Auditorio de Belgrano, 05/09/14.

  Con mucho de amor propio por parte de todos, es decir, Director Invitado, Solista y Músicos, que ponen lo mejor de sí mismos al servicio del espectador. Esa es. a mi juicio, la mejor síntesis que puedo ofrecerles de la impresión que me causó el Concierto de la Sinfónica Nacional en Belgrano el pasado Viernes. Y es así, porque con condiciones adversas, falta de presupuesto, ensayos muy ajustados a veces,  éxodo de instrumentistas de valía a los es muy difícil reemplazar, solistas que cancelan, lo escuchado ahí fue creciendo con el correr de la noche para convertirse en una faena muy buena.

 Carlos Vieu fue el Director convocado para la ocasión, para un programa en el que se incluyeron obras que permitirían el lucimiento, Y supo aprovecharlas.

  La sesión comenzó con una digna versión de “El Tarco en Flor”, la hermosa pieza orquestal de Don Luís Gianneo. A pesar de alguna pifia y algún desacople inicial, con el correr de la interpretación se pudo apreciar detalles, lirismo y una magnífica intervención del sector de Violoncellos en el inicio de la parte final.

  Luego fue el turno del Concierto para Piano y Orquesta de Schumann, con el concurso de Marcelo Balat como solista. Pianista estable de la Orquesta y notable solista, hacía tiempo que no lo podía apreciar y aquí lo encontramos maduro, con una musicalidad sin fisuras, buen solido y técnica irreprochable. Vieu guió  a la Nacional  en forma notable,  con buen feeling con el solista. Un pequeño desacople en la parte final del último movimiento, en nada empañó la actuación, Balat mostró serenidad y aplomo ante esa situación y encauzó el final de modo formidable. Un pequeño fragmento de Schumann como sentido bis coronó su labor.

  La parte final tenía la expectativa de escuchar al Director en la Sexta sinfonía de Shostakovich. Y realmente salí gratamente sorprendido. Fue una versión plena de enjundia, aun cuando para mi gusto el “tempi” fue un poco mas lento de lo habitual, es decir, no fue “Alla Rusa”.  Aún así, el conjunto mostró cohesión, sonido muy bueno, intervenciones decisivas de solistas como Patricia Da Dalt en Flauta y Sandra Acquaviva en Flautín Píccolo y sectores como  Corno Ingles y Clarinete que aportaron magníficamente lo suyo. Vieu sostuvo el pulso de la obra, mantuvo el equilibrio, contuvo a la percusión y enfocó tanto la parte dramática como la histriónica de la obra de manera acertada, luciéndose en el balance general.

  Mas allá de las limitaciones que he descripto, la Nacional está viva, goza de muy buena salud y cuenta con un buen conductor invitado y el amor propio de sus integrantes que mantienen la llama viva día a día


Donato Decina

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