Buenos Aires Lírica: “Don Giovanni”: Dramma Giocoso en dos
actos música de Wolfang Amadeus Mozart y Libro de Lorenzo Da Ponte Puesta en
Escena: Marcelo Lombardero, Dispositivos escénicos y Escenografía Virtual:
Diego Siliano, Vestuario: Luciana Gutman, Iluminación: Horacio Efrón.
Intérpretes: Nahuel Di Pierro (Don Giovanni), Iván García (Leoporello), Oriana
Favaro (Doña Anna), María Victoria Gaeta (Doña Elvira), Cecilia Pastawski
(Zerlina), Santiago Bürgi (Don Ottavio), Mariano Fernández Bustinza (Masetto),
Hernán Iturralde (El Comendador). Director de Orquesta: Pedro Pablo Prudencio.
Director del Coro: Juan Casasbellas. Coreografías: Ignacio González Cano.
Teatro Avenida, 22/08/14.
Este espectáculo
pasará, sín dudas, por mucho tiempo en el recuerdo y quedará la marca, por
mucho tiempo también, de ser la mayor realización de Buenos Aires Lírica en lo
que va de su trayectoria. El fruto de todo esto es el ingenio inagotable de
Marcelo Lombardero, cuyo reconocido talento es capaz de transpolar la historia
de “Don Giovanni” a Ntros. días, haciéndola creíble y convincente, sin que ello
signifique sacrificar un ápice el fondo de la historia de Da Ponte y, mucho
menos, la música de Mozart, la que luego de esta puesta se nos revela mas
vigente que nunca. Un sólido equipo acompañó esta aventura, comenzando por el
sorprendente diseño multimedia de Diego Siliano, perfecto desde todo punto de
vista, la magnífica realización de vestuario de Luciana Gutman, con un juego de
matices y colores soberbio, y la
impecable iluminación de Horacio Efrón. La idea se basa en la alegoría del
poder. Un hombre de hoy (Don Giovanni), con pinta, dinero, posición, con los
libertinajes de hoy: mujeres, sexo, droga, poder. ¿Nos vamos asombrar por
ello?. Yo creo que no. Rotunda es por ejemplo, la muestra que ofrece un edificio ubicado a
exactas ocho cuadras de la sala. La triste discoteca puesta al desnudo por la
denuncia de una joven, que no hace mas que hacer realidad todo lo que Marcelo
Lombardero cuenta en su concepción de la historia. Asumámoslo. La versión al
día de hoy, pasa por estos carriles. Que nada nos sorprenda y que nadie se haga
el distraído. Las innovaciones en las puestas no irritan cuando son hechas con
semejante inteligencia. Cosas peores vemos, por ejemplo, en algunos de los
trabajos “de primer mundo” (parafraseando al insigne Galaico Germán Bao Babio),
que Sábado a Sábado proyectamos en Ntro ciclo de videos de “Luz y Fuerza”.
Esto, ni por asomo, pasa por allí. Para redondear un trabajo de semejante
magnitud, se convocó a un grupo de cantantes que cuentan con el perfil pedido
por el “Regisseur”. Que cuentan con voz adecuada, capacidad actoral y figura
para cada rol. Que tienen la sabiduría para gesticular cada punto y cada coma
del texto, dando la imagen justa a cada momento. A tanto llegó la
compenetración que Lombardero les exigió a cada uno. Y también, la gratísima
sorpresa de una magnífica Dirección de Orquesta de Pedro Pablo Prudencio, para
una conjunto que sonó ágil, con “tempi” exacto y un pulso que jamás decayó con
el correr de la función. Nahuel Di Pierro, fue “El” protagonista. Con una voz
estupenda, presencia, desenfado y actuación arrolladora. Iván García, bajo
venezolano, fue el contrapeso ideal, por
figura, actuación y línea de canto, como un magnífico “Leoporello”. Oriana Favaro
dio vida a su “Doña Anna” con voz fresca, soberbia actuación y muy buen decir. Actoralmente, hace creíble
su “Mentira” y sabe atesorar su “secreto”, es decir, su real pasión por el
protagonista. María Victoria Gaeta, compuso magníficamente a “Doña Elvira”,
siempre enamorada fiel de “Don Giovanni”, ratificando el excelente momento que
atraviesa en su carrera. Cecilia Pastawski dio vida a una Zerlina muy pizpireta, que coquetea permanentemente
con su frescura y su atractivo físico, logrando someter a Masetto y queriendo
siempre explorar a que territorio quiere llevarla Don Giovanni. Tiene voz
fresca y actuación convincente, recordándonos que mantiene los valores que nos
llevaron a destacarla en la recordada “Otra Vuelta de Tuerca” de Britten de
Juventus Lyrica. Santiago Bürgi, fue una de las grandes revelaciones de la
noche, con un “Don Ottavio” permanente protector de su prometida, que quiere
llegar a toda costa al fondo del asunto, creyendo a pies juntillas el relato de
su amada. Su “Dalla sua pace” fue estupendo y una de las grandes ovaciones de
la noche. Mariano Fernández Bustinza compuso a un creíble y torturado
“Masetto”, nada ingenuo, que sabe que para mantener a su mujer le debe seguir
el tren en la fábula. Voz correcta y noble. Hernán Iturralde fue “El
Comendador”. El interprete perfecto, por voz, prestancia escénica, línea de
canto y muy buen decir. Perfecta fue la actuación del coro, una vez mas
magníficamente preparado por Juan Casasbellas y muy bien resueltas las
coreografías de Ignacio González Cano, con todo el juego de seducción, excitación
y placer, que plantea la concepción escénica del espectáculo. Que como se vé es
un espectáculo “íntegro” de punta a punta, con sólido trabajo en equipo, dando
vida a un “Don Giovanni” al que se lo recordará, sin dudas, por mucho tiempo.
Donato Decina
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