sábado, 5 de octubre de 2013

UNA JOVEN E INTELIGENTE INTERPRETE Y UNA ORQUESTA CON TRADICION



Abono “Nuova Harmonía” en el Teatro Colón. Presentación de la NDR Hamburg Symphonie Orchester, Director: Arvo Volmer, Solista: Hyun-Jung Lim (Piano). Pograma: Richard Wagner: Preludio al Primer Acto de “Lohengrin”, Serguei Rachmaninoff: Concierto para Piano y Orquesta Nº 2, Johannes Brahms: Sinfonía Nº 1 en Do menor Op. 68 (4/10/13).

 Todos los años “Nuova Harmonía” tiene dentro de su abono entre dos o tres sesiones que se desarrollan en el ámbito del Teatro Colón, dejando su sede habitual del Teatro Coliseo, con el evidente propósito de sumar nuevo público y con ello, nuevos abonados para la siguiente temporada. Este año son tres conciertos. El primero fue Pinchas Zukerman and Friends, Este es el segundo y el tercero será el cierre de abono de este año, con la presencia de una orquesta Rumana. Al parecer, hará falta una mayor divulgación de estos eventos ya que la sala de la calle Libertad lució con muchos claros en todas las ubicaciones. No ayudó tampoco la falta de información del cambio de Director. Al llegar y recibir de las acomodadoras el programa de mano, recién nos enteramos que Thomas Hengelbrock, titular de la Orquesta, canceló su participación en la gira por motivos de salud, confirmados por su reemplazante a este cronista al culminar la velada, y que el Concierto  estaría a cargo de Arvo Volmer, conductor estoniano, titular de la Sinfónica de Adelaida  e invitado de agrupaciones europeas similares a la visitante a lo largo de la temporada que ha de iniciarse en el hemisferio norte. La NDR Symphonie, es una agrupación muy conocida en registros discográficos de sellos de segundo y tercer nivel. Imposible no remitirse a Directores que hemos conocido y que le imprimieron carácter a la Orquesta. Hans Schmidt-Isserstedt (su Creador), Furtwangler, Bohm, Knapperbusch, Fricsay,  Bloomstedt, Wand, Gardiner, Erich Kleiber, Klemperer, Tensstedt, Moshe Atzmon (Visitante Nuestro en los años 90 con Ntra. Filarmónica) y Cristoph Von Donhanyi, con quien viniera a la Argentina en 2006 traída por el C.E.A.M.C., con Lang Lang haciendo el Nº 1 de Tchaikovsky en épocas en que Alejo Pérez era su asistente de dirección y que Alan Gilbert estuviera también en tales funciones. Es una Orquesta con tradición, muy bien trabajada, muy disciplinada, con una cuerda y vientos sencillamente formidables que maravillan al oyente al escucharlos. Volmer se fue acomodando al repertorio con el correr de la sesión. Es evidente que se trató de una gran emergencia y asumió el reto consciente de salir airoso de El. El preludio al primer acto de “Lohengrin” mostró un comienzo algo dubitativo, con violines llamativamente destemplados y cuerda desajustada. Como ocurre en el Futbol, el equipo respondió “de mitad de cancha hacia adelante”, es decir de la entrada de los vientos hacia el resto del fragmento. Tanto ellos como los bronces y la percusión lo hicieron de manera formidable y ya para el final la orquesta estaba amalgamada y “cantó” al culminar.
  Con Rachmannoff, las cosas se acomodaron definitivamente y le brindaron a Hyun-Jung Lim el ropaje preciso para una versión formidable. La solista coreana, que no tiene más de 30 años, cautivó al auditorio con una versión impecable del concierto. Con soltura, expresividad y técnica magnificas, logró una versión de alto vuelo a la que Volmer le agregó el plus de conocer la obra al milímetro y le brindó un acompañamiento espectacular. Una vez mas los solos de los vientos fueron extraordinarios. La solista retribuyó con dos bises anunciados por ella en perfecta y simpática dicción  castellana, que logró meter al público en el bolsillo.  Primero: Una canción folcklórica Coreana que, a mi juicio, fue una improvisación sobre la canción al estilo de las que realiza la venezolana Gabriela Montero, y luego el “Claro de Luna” de Debussy, magníficamente interpretado.

  El cierre fue con una impactante versión de la Primera de Brahms, que nos hizo encontrar una vez más con el sonido de las buenas orquestas europeas. Volmer le puso el estilo justo y la versión fue un deleite para todos los presentes. Bises, dos y conocidos por todos. Danza húngara Nº 5 de Brahms y Preludio al tercer acto de “Lohengrin” de Wagner que sirvió como revancha para, ahora sí, darle el punto justo de interpretación y permitirle también a Volmer su propia revancha. Llamó mucho la atención la visita a camarines del propio Director General del Colón. ¿Alguno de los dos o los dos vendrán pronto por aquí?


DONATO DECINA

1 comentario:

  1. Hengelbrock tuvo un problema de salud que hizo que no pudiera dirigir el primer concierto del abono de esta temporada, a su cargo, dos o tres semanas atrás. No se dieron mayores datos de ese problema así como tampoco cuando retomaría sus actividades como titular de la NDR- S.O.
    Guillermo Rostom Maderna

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