sábado, 1 de junio de 2013

SIN DESPEINARSE NO VALE

Actuación Del Flautista Emmanuel Pahud, junto a la Ferenc Liszt Chamber Orchestra. Programa: Johann Sebastian Bach: Concierto Brademburgués Nº 3 en Sol Mayor BWV 1048, Antonio Vivaldi : Concierto para Flauta Op. 10 Nº1 “La Tempestad en el Mar”, Henry Purcell: Suite “Abdelazer”. Federico el Grande: Concierto Para Flauta Nº 3 en Do Mayor. Frank Martin: Balada Nº1 para Flauta, Orquesta de Cuerdas y Piano, Wolfang Amadeus Mozart: Divertimento en Fa mayor Kv 138, Giuseppe Saverio Mercadante: Concierto para Flauta y Orquesta Nº 2 en Mi Menor Op. 27. Mozarteum Argentino, Teatro Colón 28/05/13.

  La intención de este título es graficar como puede permitirse que un buen flautista nos visite sin aprovechar al máximo sus indiscutibles valores y no pedir un mayor compromiso para abordar obras de mayor dificultad técnica. Emmanuel Pahud es un muy buen intérprete, con una técnica indiscutiblemente exquisita. Vino acompañado por la Ferenc Liszt Chamber Orchestra, una agrupación que ya nos visitara en dos oportunidades anteriores junto a Isaac Stern y a Nicolás André y que tuviera en Janos Rolla a un estupendo Concertino y Guía. Los años pasan, los músicos también y hoy por hoy puedo asegurar que cualquier grupo de cámara argentino  de los conocidos está al nivel de esta agrupación. Abordar barroco como se hizo en la primera parte del programa con instrumentos convencionales, sin, al menos, un interprete de fuste guiando a los músicos y con un solista que hacía “Correr” la partitura, sin un mayor énfasis o al menos una idea o un matiz y con dos obras grupales que se las escuchábamos allá lejos y hace tiempo a Ntra. Camerata Bariloche, que ni siquiera ya las aborda, es un desperdicio. Una segunda parte con un Mozart sin la menor inspiración,  que parecía mas bien para una tertulia musical o  para amenizar una comida,  metido entre un final convencional con Mercadante y el celebre tema que cierra el Concierto Nº 2  y la única obra jugada del programa, hacen que realmente se tome al publico del Mozarteum como neófito sin saber de los años que esta asociación lleva trayendo emprendimientos de alta calidad.

  En cuanto al solista, califico su desempeño en la única obra de valía del programa que a mi juicio fue la Balada Nº1 de Frank Martin como sobresaliente con un entendimiento total con el grupo camarístico que lo acompañó. Las tensiones y dificultades de la partitura las resolvió de manera magistral. Entonces, si es así, por que no se abordó algo en esa dirección y no como lo hizo, con un repertorio “para la gilada”, que me hacía recordar a lo que realizaba el Yerno de Pavarotti junto a Leone Maggiera durante los descansos de su suegro en los recitales de canto. Eso tenía sentido como una Miscelánea, ahora aquí……


DONATO DECINA

No hay comentarios:

Publicar un comentario