La soprano chilena Sofía del Campo
Viernes, Mayo 28th, 2010 (óperasiempre.es)
Sofía del Campo (1884-1964)
Por Juan Dzazópulos Elgueta
Mayo 2010
Sofía del Campo de la
Fuente nació en Santiago
(Chile) el 16 de
octubre de 18 84, en el seno de una de las familias más distinguidas
de la sociedad de la época. Fue su padre don Moisés del Campo y Hermida, quien
a la vez era hijo de doña Ramona de Hermida, Marquesa de Peña Blanca, y
descendiente de Guzmán el Bueno.
Su madre fue doña Sofía de la Fuente y Bravo, de quien se
dice fue una de las bellezas de su tiempo, pianista de gran virtuosismo y
poseedora de una hermosa voz de coloratura. El abuelo materno de Sofía del
Campo fue fabricante de instrumentos musicales; de su labor artesanal proceden
algunos de los mejores órganos de tubos que se conservan en Chile.
Desde muy niña, Sofía mostró
inclinación y condiciones para el canto. Su propia madre le enseñó los
rudimentos de ese arte y a los nueve años de edad se presentó por primera vez
en público, cantando ‘Tantum Ergo’ en la Iglesia de Nuestra Señora de la Estampa , acompañada al
órgano por su madre.
A los diez, comenzó a tomar
lecciones de piano con Federico Lange, hasta que entró al Conservatorio
Nacional de Música, a los 14 años. De inmediato se mostró como una destacada
alumna de canto, lo que le valió ser tomada como alumna, en forma especial, por
la esposa del Director del Conservatorio, Ana Hartam. Cuando Mme. Hartam dejó
Chile para asumir la dirección del Conservatorio en Leipzig, Sofía continuó sus
estudios de canto con Ana Luisa Cuevas.
Después de algunas audiciones
privadas, Sofía del Campo se presentó por primera vez en un concierto, en el
Salón de la
Sociedad Filarmónica de Valparaíso, el 30 de julio de 18 99. La
sorpresa que recibió el público de Valparaíso se refleja en algunas
informaciones de la época:
“En primera línea —decía el
diario La Unión —
debemos hacer un elogio, bien merecido por cierto, de la señorita Sofía del
Campo, niña de 14 ó 15 años de edad. Es una soprano tal que nos atrevemos decir
sin temor a contradicción, pocas veces se habría oído en Valparaíso otra igual.
Con voz poderosa, genuina, tanto en el registro alto como en el bajo, canta con
gran sentimiento. En el ‘Vals’ de Romeo y Julieta de Gounod y en las ‘Variaciones’ de
Proch, tuvo la distinguida soprano ancho campo para lucir sus sobresalientes
dotes. En esta última pieza cantó primorosamente; su voz argentina llenó la
sala con las vibrantes notas de su privilegiada garganta. La concurrencia
entusiasmada le prodigó prolongados aplausos, y ella tuvo que acceder a sus
aclamaciones, cantando ‘La
Zíngara ’ de Schumann”.
El Mercurio:
“Nunca nos imaginamos
encontrarnos con tan magnífica voz de soprano ligera, ni mucho menos con una
ejecutante de primer orden, como es la señorita Sofía del Campo. Su voz es
poderosa, fresca, bien timbrada y recorre el diapasón sin decaer en amplitud,
desde las notas más agudas hasta las más bajas, que ella emite con especial
vigor y sonoridad. Cuando uno no mira y oye aquella voz cantar con tanta
entereza y fuerza de expresión, se imagina que está en presencia de una artista
experimentada. Y, sin embargo, la señorita Del Campo es una niña de 15 años”.
Como resultado de esta
presentación, el propio Presidente de la República obtuvo para ella una beca que le
permitiría ir a Europa para perfeccionar sus estudios de canto. Esta inesperada
oferta provocó uno de los reveses más grandes de toda su carrera. Toda su
familia se escandalizó ante la sola idea de que Sofía pudiera convertirse en
artista. Rehusaron de plano la oferta del gobierno y enviaron a Sofía a
Valparaíso, lejos de las nefastas influencias de la capital. Ello no fue
impedimento para que la cantante se presentara en algunos conciertos de caridad
en la región, siempre con mayor éxito y mayores recriminaciones de su familia.
El 30 de agosto de 19 03 se casó
con Alberto Byers Salm, de cuyo matrimonio nacieron cuatro hijos: Virginia,
Alberto, Enrique y Johnnie. Sin embargo, después de tan solo cinco años de
matrimonio, Sofía quedó viuda al morir su marido de tifus.
En 1911 se casó con Héctor Aldunate Cordovés, con quien tuvo dos
hijos: María Esther (1912-1987) y Luis (1913-1994). Digamos ya que María Esher
Aldunate del Campo iría a convertirse con el tiempo en la popular Rosita Serrano, destacada cantante de music hall,
cine y variedades en el Berlín de los años treinta, pero ésa es otra historia.
Por esos años Sofía del Campo
conoce al maestro italiano Mario La
Mura , radicado en Valparaíso. Con él reanuda sus lecciones de
canto y comienza a formar su repertorio operístico. En septiembre de 1914 se
presenta en conciertos de beneficencia y el 22 de diciembre de 19 14 se produce
su debut operístico en el Teatro Victoria de Valparaíso, dirigida por el propio
La Mura , en la
ópera Lucia di Lammermoor. El resto del reparto estuvo
formado por alumnos de La Mura ,
ninguno de los cuales tuvo nombradía internacional.
Las funciones de Lucia se repitieron en el Teatro Municipal
de Santiago (enero 1915), al igual que las de Rigoletto, en mayo del mismo
año. Todo el resto de 1915 estuvo dedicado a conciertos en distintos teatros de
Santiago y Valparaíso, siempre de beneficencia. Hay un lapso de dos años en los
que se pierden las huellas de Sofía del Campo, posiblemente dedicada al cuidado
de sus pequeños hijos.
En mayo y agosto de 1918
vuelve a aparecer su nombre en conciertos en las ciudades de Concepción,
Talcahuano, Santiago y Valparaíso.
Durante el mes de septiembre
de 1918 se presentó en el Teatro Victoria de Valparaíso la Compañía de Ópera de
Adolfo Bracale, que traía como gran figura a la “diva” catalana María Barrientos. Barrientos cantó ocho
funciones de las óperas Lucia di Lammermoor, Il
barbiere di Siviglia, Rigoletto, La Traviata , La
Sonambula y Gli Ugonotti (esta
última el 27 de septiembre). Ante el enorme éxito, el empresario le pidió que
cantara algunas funciones más. La
Barrientos se negó rotundamente y prefirió regresar a España.
Desesperado, Bracale toma una
decisión arriesgada y contrata a Sofía del Campo para que se presente en el
Teatro Victoria y cante las funciones programadas para la Barrientos.
El debut de Sofía fue el 29
de septiembre con Rigoletto junto a la mezzosoprano Flora
Perini, el tenor José
Palet, el barítono Augusto Ordóñez y el bajo Virgilio Lazzari. El 1 de octubre cantó Lucia
di Lammermoor junto a
José Palet, el barítono Mario Valle y el bajo Lazzari. Obtuvo tal éxito que
debió repetirse la ópera, con el mismo elenco, el día 3 de octubre. El 5 de
octubre volvió a cantar Rigoletto con el mismo reparto anterior, pero
además agregó a la función el primer acto de La
Traviata junto
al tenor Ludovico Olivero.
La última función de Sofía
del Campo fue el 6 de octubre, ocasión en que cantó el rol de Margarita en Gli
Ugonotti junto a la
soprano Louise Taylor Darclée (Valentina), Flora
Perini (Urbano), José
Palet (Raul), Mario Valle (Nevers) , Virgilio Lazzari (Marcello) y Giuseppe La Puma (Saint Bris). El
programa anunciaba que “antes del cuarto acto, Sofía del Campo cantará el Rondó
de Lucia di Lammermoor y las ‘Variaciones’ de Proch’”. Todas
las funciones fueron dirigidas por el maestro Amadeo Ferrer.
El éxito obtenido en estas
funciones impulsa al director Alfredo Padovani a contratarla al año siguiente,
para el Teatro Municipal de Santiago, en funciones de Lucia,
junto al tenor Pedro Navia y el barítono Emanuele Martínez —ambos chilenos— (13
y 21 septiembre, 1 octubre); Rigoletto, con Pedro Navia,
Elena Lucci, Mariano
Stabile, Mario Pinheiro (17 septiembre, 5 y 12 octubre); y Amleto (Hamlet),
junto al barítono Taurino Parvis, el bajo Giuseppe Quinzi-Tapergi y la mezzo Elena Lucci (una sola función
el día 28 de octubre, “en honor de Sofía del Campo”, según se lee en los avisos
de la época). Las funciones deLucia y Rigoletto se repitieron con igual éxito en
Valparaíso y Concepción durante el mes de noviembre de 1919.
En 1920 realiza una extensa
gira de conciertos por diversas ciudades sudamericanas, incluyendo Buenos
Aires, Montevideo y Lima. A fines de ese año está de vuelta en Chile, cantando Rigoletto y Lucia durante los meses de noviembre y
diciembre, en la
Compañía Lírica Nacional del Maestro Pablo Vos, en el Teatro
Santiago de la capital y el Teatro Victoria de Valparaíso.
Repite sus recitales en 1921
y 1922, por diversas ciudades de Chile y Argentina. Hay noticias luego de diez
exitosos conciertos en el Teatro Odeón de Buenos Aires, en 1924, y un Rigoletto,
en el Teatro Victoria de Valparaíso, con Roberto
D’Alessio, Carlo
Morelli y Gaudio
Mansueto, el 29 de octubre.
Hay noticias posteriores de
una presentación en Roma con la Filarmonica Reale , y otra ante los embajadores de
la Liga de las
Naciones, en Ginebra. Esta última tuvo lugar el 18 de septiembre de 19 25
(coincidiendo con el aniversario patrio de Chile) y, además de Sofía del Campo,
se presentaron el pianista Claudio Arrau y
el violinista Ernesto Valdivia Palma. En noviembre de 1926 da un aplaudido
concierto en la Salle
Gaveau de París.
En 1927 se presenta en un
concierto en el Teatro Forero (hoy Municipal) de Lima, acompañada al piano por
el maestro Federico Gerdes. El segundo concierto que había
programado no pudo llevarse a cabo por haber tenido que ser operada, de
urgencia, de apendicitis.
Durante 1927 reside en New
York. Realiza sus primeras grabaciones para el sello Victor en abril de ese año
y se presenta por radio, el 9 de noviembre, por la WEAF NETWORK como solista de los conciertos AEOLIAN. El programa consistió en: 1. Delicia (Beethoven); 2. Mireille:
Gran Vals (Gounod); 3. Serenade (Gounod); 4. Clavelitos (Valverde). A
continuación, fue contratada para cantar solos durante una semana, a partir del
11 de noviembre, en el Strand Theatre.
También en noviembre debuta
con un recital en el célebre Carnegie Hall y el 18 de diciembre canta en la Brooklyn Academy
of Music, en un concierto a beneficio del Hogar para Huérfanos judíos “Pride of
Judea Orphans Home”. En este concierto también participa el célebre cantorJoseph Rosenblatt, el violinista Ben Levitzky y
el pianista Edoaurd Hesselberg.
En marzo y abril de 1928
tiene varias sesiones de grabación para la Victor , en New York y Camden. El 3 de mayo se
embarcó en New York en la nave “Teno”, con los pasajes pagados por el Gobierno
de Chile presidido por don Carlos Ibáñez del Campo. En julio realizó una serie
de “conciertos populares” tanto en Santiago como en Valparaíso, en los que es
acompañada al piano por Charles Magnan, Marqués de Chavigni, y el flautista de la Scala Francesco
Mattia, según se lee en los programas. En estos “Ciclos de Divulgación
Artística” cantaba, además del repertorio tradicional, numerosos temas de
compositores latinoamericanos, varios de los cuales llevó al disco
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