No se trata de hablar de la
película de Will Smith, ni siquiera se trata de hacer un obituario, simplemente
quiero referirme a “el tenor comprimario por excelencia” y estoy hablando de
Piero de Palma. Si ,de el se trata que, antes de partirs datos y después…los recuerdos.
Había nacido en Molfetta, Provincia di Bari,en la Puglia en
1916 o en 1924 según otras fuentes.Comenzó
como corista y dando algunos recitales. Comenzó su actividad operística relativamente tarde
en 1948 en la RAI. Debutó
en 1952 en el San Carlo de Nápoles, donde cantaría hasta 1980. Ese mismo año se presentó en la Ópera de Roma y el
Maggio Musicale Fiorentino. En
la Scala cantó por primera vez en 1958 y fue considerado el sucesor de Giuseppe
Nessi. Allí interpretó más de doscientos roles.
Cantó en toda Italia y en el
exterior se presentó en el Covent Garden, el Met (en 1992, casi al final de su
extensísima carrera), Ópera de Dallas, Ópera de Chicago y Liceo de Barcelona
entre otros.
Fue el más célebre de los
comprimarios de la segunda mitad del siglo XX y, quizás, el más grande de la
historia.
Tenía una voz clara, una excelente técnica y una perfecta
musicalidad. Era también, según las críticas, un magnífico actor.
Grabó más de cien óperas.
Mis recuerdos de Piero comienzan
desde muy pequeño, cuando en la febril búsqueda de fondos para comprar los LP
de los grandes que aún son grandes y de los novatos que algunos ya pasaron al
olvido, veíamos algo desconcertados que un nombre se repetía constantemene,
Piero de Palma, ya sea para un rol comprimario con cierto lucimiento como
Edmondo en la Manón Lescaut pucciniana o el Príncipe de Persia que solo
articula casi en un grito afinado la palabra Turandot, también del genio de
Lucca.
En la veladas interminables de
los sábados a la noche, pizza mediante, y café, mucho café, Corelli, Del
Monaco, Di Stefano, Tebaldi, Callas, Moffo se llevaban nuestra atención…incluso
recuerdo haber escuchado 18 veces seguidas el duo final de Aida con Del Monaco
y Tebaldi, pero no escuchábamos al mensajero…pero sabíamos que estaba ahí,que
se llamaba Piero di Palma y que su trabajo lo hacía y muy bien.
En otra de esas tertulias a
alguien se le ocurrió decir: “ se dieron cuenta,en ésta versión no recuerdo
bien de que ópera ,tal papel lo hace fulano” y la respuesta fue inmediata. “ese
es el Piero de Palma argentino…y ahí se armó el debate….comenzamos a cotejar
las distintas versiones de distintas óperas y casi siempre, invariablemente
estaba Piero, que durante más de 40 años le puso la voz y la carnadura a cuanto
papel comprimario se grabara (algunos datos dan unos 135 títulos) siempre junto
a las estrellas fulgurantes de la lírica mundial.
Hoy, mientras escribo ésto, con
muchas más canas de las que debiera tener pero tengo y a unos días de la partida de Piero de Palma,
me hice tiempo para escuchar una y otra vez el aria del Arlequín de “I
Pagliacci”,para escuchar y reescuchar el comienzo de “Il Bel Sogno di Doretta”
con la Moffo en donde Piero hace la introducción al aria propiamente dicha y me
pregunté, por qué nunca le prestamos más atención a Piero? Hoy seguramente
hubiese sido un Nemorino estupendo o un Ernesto de lujo… y la respuesta fluyó
inmediatamente: porque sabíamos que estaba, sabíamos que lo que hacía siempre
estaba bien fraseado, en estilo, en interpretación, en musicalidad…Piero estaba
y nosotros lo disfrutábamos en silencio. El 5 de abril del año en curso partió,
se fue de gira y andará por ahí haciendo de soporte a las estrellas, se convirtió
en Leyenda, aunque ya lo era y nosotros, agradecidos.
OMAR OTTOMANI
No hay comentarios:
Publicar un comentario