viernes, 19 de abril de 2013

SOY LEYENDA

No se trata de hablar de la película de Will Smith, ni siquiera se trata de hacer un obituario, simplemente quiero referirme a “el tenor comprimario por excelencia” y estoy hablando de Piero de Palma. Si ,de el se trata que, antes de partirs datos y después…los recuerdos.
Había nacido en Molfetta, Provincia di Bari,en la Puglia en 1916 o en 1924 según otras fuentes.Comenzó como corista y dando algunos recitales. Comenzó su actividad operística relativamente tarde en 1948 en la RAI. Debutó en 1952 en el San Carlo de Nápoles, donde cantaría hasta 1980. Ese mismo año se presentó en la Ópera de Roma y el Maggio Musicale Fiorentino. En la Scala cantó por primera vez en 1958 y fue considerado el sucesor de Giuseppe Nessi. Allí interpretó más de doscientos roles.
Cantó en toda Italia y en el exterior se presentó en el Covent Garden, el Met (en 1992, casi al final de su extensísima carrera), Ópera de Dallas, Ópera de Chicago y Liceo de Barcelona entre otros.
Fue el más célebre de los comprimarios de la segunda mitad del siglo XX y, quizás, el más grande de la historia.
Tenía una voz clara,  una excelente técnica y una perfecta musicalidad. Era también, según las críticas, un magnífico actor.
Grabó más de cien óperas.
Mis recuerdos de Piero comienzan desde muy pequeño, cuando en la febril búsqueda de fondos para comprar los LP de los grandes que aún son grandes y de los novatos que algunos ya pasaron al olvido, veíamos algo desconcertados que un nombre se repetía constantemene, Piero de Palma, ya sea para un rol comprimario con cierto lucimiento como Edmondo en la Manón Lescaut pucciniana o el Príncipe de Persia que solo articula casi en un grito afinado la palabra Turandot, también del genio de Lucca.
En la veladas interminables de los sábados a la noche, pizza mediante, y café, mucho café, Corelli, Del Monaco, Di Stefano, Tebaldi, Callas, Moffo se llevaban nuestra atención…incluso recuerdo haber escuchado 18 veces seguidas el duo final de Aida con Del Monaco y Tebaldi, pero no escuchábamos al mensajero…pero sabíamos que estaba ahí,que se llamaba Piero di Palma y que su trabajo lo hacía y muy bien.
En otra de esas tertulias a alguien se le ocurrió decir: “ se dieron cuenta,en ésta versión no recuerdo bien de que ópera ,tal papel lo hace fulano” y la respuesta fue inmediata. “ese es el Piero de Palma argentino…y ahí se armó el debate….comenzamos a cotejar las distintas versiones de distintas óperas y casi siempre, invariablemente estaba Piero, que durante más de 40 años le puso la voz y la carnadura a cuanto papel comprimario se grabara (algunos datos dan unos 135 títulos) siempre junto a las estrellas fulgurantes de la lírica mundial.
Hoy, mientras escribo ésto, con muchas más canas de las que debiera tener pero tengo  y a unos días de la partida de Piero de Palma, me hice tiempo para escuchar una y otra vez el aria del Arlequín de “I Pagliacci”,para escuchar y reescuchar el comienzo de “Il Bel Sogno di Doretta” con la Moffo en donde Piero hace la introducción al aria propiamente dicha y me pregunté, por qué nunca le prestamos más atención a Piero? Hoy seguramente hubiese sido un Nemorino estupendo o un Ernesto de lujo… y la respuesta fluyó inmediatamente: porque sabíamos que estaba, sabíamos que lo que hacía siempre estaba bien fraseado, en estilo, en interpretación, en musicalidad…Piero estaba y nosotros lo disfrutábamos en silencio. El 5 de abril del año en curso partió, se fue de gira y andará por ahí haciendo de soporte a las estrellas, se convirtió en Leyenda, aunque ya lo era y nosotros, agradecidos.
                                                                                      OMAR OTTOMANI 


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