AL FIN LEVANTO LA
PUNTERIA
T
eatro Colón: “Die Soldaten”, en dos actos. Libreto y Música
de Bernd Alois Zimmermann, basado en la obra homónima de Jakob Lenz. Elenco:
Marie: Susanne Elmark. Charlotte: Julia Riley. Condesa de La Roche: Noemí
Nadelmann. Desportes: Tom Randle. Stolzius: Leigh Melrose. Wesener: Frode
Olsen. El Joven Conde de la Noche: Santiago Ballerini. Eisenhardt: Gustavo
Gibert. Madre de Stolzius: Eugenia Fuente. Anciana Madre de Wesener: Virginia
Correa Dupuy. Capitán Pirzel: Nazareth Aufe. Capitán Mary: Alejandro
“Meerapfel. Capitán Haudy: Luciano Garay. Tres Jóvenes Oficiales: Carlos Ullán,
Santiago Burgi, Iván Maier. Coronel Obrist, Conde de Spanheim: Christián de
Marco. Sirviente de la Condesa de la Noche: Alejandro Spies. Joven Alférez:
Mariano Crosio. Oficial Ebrio: Leandro Sosa. Tres Capitanes: Gabriel Vacas,
Román Modszelevsky, Edgardo Zecca, y demás roles co-primarios a cargo de
bailarines y percusionistas. Orquesta Estable del Teatro Colón, Director de
Orquesta: Baldur Brönnimann. Diseño de Escenografía e Iluminación: Enrique
Bordolini. Diseño de Vestuario: Sofía Di Nunzio. Coreografía: Carlos Trunsky.
Diseño y Realización de Video: Marco Furnari, Espacialización de la Banda
Sonora: Mauro Zannoti. Dirección Escénica: Pablo Maritano. Teatro Colón, 15 de
Julio de 2016.
Mas allá de algún
aspecto que puede ser perfectible, el balance general que deja este estreno
anunciado como Iberoamericano de “Die Soldaten” de Bernd Alois Zimmermann,
marcará para el plano doméstico en esta temporada hasta ahora escuálida, el que
puede ser el comienzo de un ascenso, o algo así como levantar en algo la
puntería en cuanto a calidad de realización, voces y prestación de la Orquesta
Estable se refiere. Obra de difíciles
aristas, fundamentalmente en cuanto lo musical, lo que también llevará a la
interconexión con lo escénico, llega a
Ntros. (y a Iberoamérica) con cincuenta y un años de atraso, y si nos llevamos
también por la experiencias con estrenos mas recientes de obras con
complejidades casi similares como “Kraft” de Magnus Lindberg ( a treinta y tres
años de su estreno), que requieren de desplazamientos de músicos que se van
desdoblando en la interpretación de diferentes instrumentos, la síntesis de
ambas obras es que las dos responden a parámetros ya superados, con
orquestaciones ahora menos ampulosas y, sobre todo, mucho poder de síntesis al
momento de narrar la historia (independientemente del lenguaje musical que se
utilice). El valor que este estreno tiene, entonces, es el de mostrarnos como
se componía en una época, en la que los compositores, y Zimmermann en
particular, necesitaban de una inmensa masa orquestal para poder expresarse.
Si bien el total de música de “Die Soldaten” se expresa en alrededor de
una hora y cuarenta y cinco minutos, los medios empleados son los de una orquesta
frondosa, la que llevará por momentos a una fuerza sonora inmensa (al menos lo
escuchado en la función que comento), para graficar una historia en la que una
muchacha siguiendo el mandato paterno, deja a su novio para vincularse con un
oficial militar (lo que supuestamente la llevará a una vida mas acomodada),
pero con el transcurrir de la obra irá manteniendo vínculos mas carnales no
solo con ese oficial, sino que también lo hará con otros mas. El novio
abandonado irá en pos de Ella, pero mas allá de alistarse el también como
militar, y de servir a los oficiales que
cortejaron a la protagonista, llegará a la desesperación a tal punto de auto
eliminarse y, en lo que a la protagonista se refiere, escapará de ese laberinto
en el que se metió, para degradarse de forma tal que culminará mendigando
desesperadamente, en un estado tal en el
que no reconocerá a su propio padre al pedirle limosna en la calle, y Este de
igual forma tampoco se percatará que es
su hija, de la que algo quisiera
saber , la que le está pidiendo. Toda
esta trama ocurre bajo trasfondo de una
guerra, y por supuesto, la ambientación en la Francia ocupada por el Nazismo
funciona a la perfección. Pablo Maritano dispuso de dos paneles divididos en
tres niveles de compartimentos en donde va transcurriendo toda la historia y la
progresión de la vida de la protagonista, la conveniente iluminación de estos
compartimentos nos ubicará en tiempo y espacio. El fuerte componente sexual que
el libreto tiene, quedó expuesto de manera inteligente, insinuando mas que
exhibiendo, luego de las puestas sobrecargadas de “Beatrix Cenci” y “Dido y
Eneas” y mostrando de manera magistral algunas criaturas como la Abuela de la
Protagonista, la Madre del frustrado novio o los diálogos entre hermanas que
tiene la protagonista. La parte menos favorable es que para llevar a cabo esto
en un escenario como el del Colón, los compartimentos superiores no fueron
apreciados por los espectadores de las localidades superiores, que perdieron
parte de la narración visual de la escena, llama la atención, que siendo
Enrique Bordolini el realizador (formado en la casa), que ese detalle no se
halla tenido en cuenta. En lo musical, Baldur Bronnimann, presentó un trabajo
prolijo, con muchísima potencia en los “Forte”. Tuvo correcta conexión con las
voces, pero no hubo lugar para mas cosas. Parte de los movimientos escénicos
fueron expresados por Coreografías y una vez mas Carlos Trunsky mostró su
valía. Movimientos precisos, expresividad y lucimiento. Yendo ahora a lo vocal, Susanne Elmark fue
una efectiva protagonista que salió airosa del desafío con una buena voz, bien
timbrada y con una actuación sin desmayos. Julia Riley como Charlotte supo
sacarle jugo al papel, mostrando a una hermana mayor que se desespera por la
suerte que la protagonista va corriendo.
Correctos Frode Olsen como el padre y Noemi Nadelmann como la
Condesa de La Roche, pero en cambio Tom Randle como Desportes, Leigh Melrose
como el sufrido y atribulado Stolzius, Alejandro Meerapfel como el Capitan
Mary, Luciano Garay como el Capitan Haudy, Virginia Correa Dupuy, como la
anciana madre de Wesener (o sea la abuela de la protagonista) y Alejandro Spies
como el Sirviente de la Condesa de La Roche, se llevaron junto a la
protagonista los laureles de meritorias actuaciones. Los demás roles estuvieron
bien expuestos, a la altura de semejante desafío.
Se ha tenido un
estreno de mejor calidad con respecto a
algunos anteriores, aunque sín superar a “Requiem” de Oscar Strasnoy, que es lo
mejor (Nacional y Contemporáneo) que se haya estrenado últimamente. Se salió de
manera airosa. Esperamos mejores realizaciones a futuro.
Donato Decina
No hay comentarios:
Publicar un comentario