LA MAYOR SORPRESA DE
LA TEMPORADA
Festival Internacional de Buenos Aires en el Teatro Colón:
“Macbeth”. Basado en la Opera homónima de Giuseppe Verdi, en adaptación de Brett Bailey y Fabrizio
Cassol. Interpretes: Compañía “Three World Bunfight” (Owen Metsileng [Macbeth],
Nobulumko Mngxekeza [Lady Macbeth], Otto Maidi [Banquo] y Coro), Conjunto de
Cámara conformado por miembros de la Orquesta Estable del Teatro Colón,
Director y Encargado del Diseño de Sonido: Premil Petrovic, Iluminación: Felice
Ross, Producción: Bárbara Mathers.
Que no quepa duda
alguna que hasta ahora, esta producción de Macbeth del F.I.B.A., ha sido el mayor logro de la gestión
Lopérfido. Al poco tiempo de asumir la
Dirección General del Teatro (Con retención del cargo de Director General del
F.I.B.A., que ya ejercía), anunció la aparición de un abono que incluiría un
espectáculo de Danza (La Trilogía Neoclásica III), un concierto del “Colón
Contemporáneo”, un espectáculo del C.E.T.C. y la integración del F.I.B.A. con
el Colón, simbolizado en esta adaptación del “Macbeth” Verdiano. Recuerdo que
con Roberto Blanco Villalba dijimos (luego que los infaltables “Corrillos”
dieran integrada esta propuesta al abono de Opera, cosa que terminó siendo
“teléfono descompuesto”) que en este enfoque era absolutamente válida la
inclusión de la propuesta, y mas, dentro del anunciado nuevo abono. Pues bien,
luego de haber visto el espectáculo, debo reconocer que tanto Yo como muchos
otros conocidos (de los que verdaderamente saben), quedamos absolutamente shockeados ante la
fuerza de la propuesta, la atmosfera brutal que la envolvió, la categoría de
las voces elegidas, la impresionante adaptación musical de Fabrizio Cassol, que
respetó la esencia de Verdi, que re-orquestó algunos fragmentos en ritmos
africanos sin alterar la intencionalidad de esos pasajes, y logró que de ningún modo ello moleste al
espectador/oyente. En cuanto a la dramaturgia, Brett Bailey mantuvo el texto
original de la ópera en italiano, pero
en las traducciones se leía el texto diseñado por el adaptador, de
acuerdo a su propuesta, el que se leía en un castellano “aporteñado”, tal como
sucedió en la puesta de “Cavallería” e “I Pagliacci” de José Cura, Este mismo
año. La adaptación es que los integrantes de una compañía lírica, encuentran en
el Municipio de Goma (Hoy República Democrática de Congo, antes Zaire y antes
Congo Belga), los trastos, vestuario y partituras de Otra Compañía que setenta
años antes ofreciera en ese lugar una representación de Este título de Verdi.
Ello da pie para que, con esos elementos los artistas decidan ofrecer su propia visión de la
Opera, “Aggiornándola” a tiempo
real, y ambientándola sobre el lugar en
el que estaban. Así tenemos a Banquo
caracterizado como General, Macbeth como un ascendente Coronel, y a su Esposa ambicionándolo todo desde una
lavandería a la que ha concurrido y en la que en su palangana de lavar se ve la
espuma compácta que va disolviéndose, casi como aquello de “que baje la espuma
para ver lo que hay en el fondo”. Todo
comienza y culmina con “Patria Opressa”. Semejante coro no puede menos que
graficar que pasan, el colonialismo,
los dictadores tiranos, los intentos
totalitarios, los colectivismos, y sin
embargo, la vida para el común de la
gente no cambia. La Explotación aún sigue. Podrán encontrarse Macbeth y su
Esposa en la Lavandería, y comenzar a
partir de “Nell di della Vittoria” y “Sappia la sposa mía”, preparar un cobarde
golpe contra Banquo, con una durísima escena desde “Studia il Passo”, sostenida
por una orquestación compacta, la que
pudo percibirse con una adecuada amplificación. Tragicómica fue, de no ser por
el dramatismo que encerró ese pasaje, la escena del brindis, en donde poco mas
que Lady Macbeth y su Esposo bailaban sobre los cadáveres calientes que el
golpe produjo. Y los dislates siguen, y
el drama va vertiginosamente creciendo. Macduff es un muñeco al que una voz
femenina del coro le va dando vida, y así, volviéndose sobre su sombra, Macbeth
militar entonará el “Pietá, rispetto, amore”, verá morir en sus brazos a su
mujer, temblará ante la profecía de las
brujas (y de solo saber que la foresta se mueve), y,
finalmente, El mismo también será derrocado y ejecutado por la espalda,
porque la corista ya ha tomado la apariencia de Macduff.
Brent Bailey,
conformó un sólido relato, en donde pudo dar con toda la opresividad de la
atmósfera, magníficamente graficada. Los cantantes todos, son de una excelencia abrumadora. Pero seamos
justos, la Pareja central, conformada por Owen Metsileng como el Protagonista y Nobulunko Mngxekeza
como la ambiciosa y despótica Esposa, no pudo ser mejor elegida. Actuación,
línea de canto, sobre todo en la mujer, expresividad. Fueron la pareja. En las
versiones que he visto en vivo, jamás encontré un dúo protagónico de semejante
nivel. Tanto Otto Maidi como Banquo,
como el resto del coro son formidables. El primero con nobles recursos
vocales, y el resto con un afiatamiento
envidiable. La escena, prácticamente resuelta entre un sobre-escenario (por
aquello de “El Teatro dentro del teatro”, al fin y al cabo es la representación
de la versión de la historia), y el coro dispuesto sobre las gradas, cual
tragedia griega. De vez en cuando hay tres voces femeninas que aparecerán
juntas en diferentes momentos con trajes masculinos y las caras cubiertas por
máscaras. Ni mas ni menos que los factores de poder. Los que hacen negocios al
amparo de las tiranías, con los archiconocidos resultados. Como se verá, sólidas denuncias, con mucho
fundamento, magníficamente resueltas en la escena. Musicalmente hablando, la
adaptación sostiene magníficamente la dramaturgia y Premil Petrovic, sostuvo el trabajo de
Cassol, a partir de una muy solvente conducción de las fuerzas de la estable
que compusieron el conjunto musical, sostuvo el discurso, y mantuvo un ida y
vuelta permanente con las voces. Justísima fue la amplificación tanto para el
conjunto, como para el reducido coro, el que se escuchó impecablemente. Todo envuelto en una magnífica iluminación de
Felice Ross, que creo los ámbitos apropiados para el desarrollo de la trama,
ahondando aun mas el clima de opresividad narrado en la historia. Al integrarse los protagonistas al coro en el
final, el “Patria Opressa” sonó desgarrador. Semejante mazazo, nos hizo salir bajo shock, y pensando mucho, mucho……
Donato Decina
No hay comentarios:
Publicar un comentario