Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director: Enrique
Arturo Diemecke. Solistas: Ray Chen (Violín), Coro de Niños del Teatro Colón,
Director: César Bustamante. Programa: Benjamín Britten: Concierto para Violín y
Orquesta Op. 15. Gustav Holst: “Los Planetas”, Op. 32. Teatro Colón 21/08/14.
Una vez mas, armado con mucha inteligencia y a la medida
del Director. Enrique Arturo Diemecke, estructuró este programa de acuerdo a su
gusto musical con obras inglesas que no responden a la tradicional veta
“flemática”, sino todo lo contrario, expresan una veta “post-romántica”, que el
Director expuso con mucho sentimiento, personalidad, ajuste orquestal impecable
y el concurso para la primera obra de un joven y excepcional solista como lo es
Ray Chen, un joven de 25 años , oriundo de Taiwan, con formación adquirida en
su país y perfeccionamientos en Australia y Estados Unidos, dueño de una
técnica formidable, con afinación, robusto sonido y musicalidad impecable. Su intervención fue intensa, con decisivo
vuelo en los pasajes mas dramáticos. Britten, no dió concesión alguna en Esta
obra y Chen y Diemecke, respondieron a la exigencia con un trabajo de equipo formidable, al que por
supuesto la Filarmónica contribuyó con sólida labor.
Ya en la segunda
parte, Diemecke y los Filarmónicos acometieron con esa obra impresionante que
es “Los Planetas” de Gustav Holst. Nunca este cronista ha escuchado en vivo una
versión con tal intensidad, profundidad y brillo. Así transcurrieron la fuerza
arrolladora de Marte, la tranquilidad y transparencia de Venus, la vertiginosa
carrera en Mercurio, la emocionante entrega de Orquesta y, en particular, el Director en Júpiter (al punto que este
último termino con su rostro cubierto de lágrimas), la pesante carga en
Saturno, la fantasía pura en Urano y el misticismo de Neptuno. Con respecto a
este último fragmento, se anunció la intervención en el orgánico orquestal de
César Bustamante, también Director del Coro de Niños del Colón, interviniente
en la Obra, desde el Organo. Evidentemente algún percance ocurrió, ya que en el
medio del comienzo en “pianísimo” de Neptuno, se oyó un acorde “accidental” del
instrumento, que “ensució” la audición, justo además, cuando el Coro estaba por
comenzar su participación en la obra. Evidentemente este tema, es el verdadero
talón de Aquiles en los conciertos de Diemecke. Sabido es que el Coro Estable
exige un plus económico ya que para
ensayar con Filarmónica lo hacen en horarios diferentes a los de sus ensayos de
Opera, por lo cuál los Directivos del Colón se niegan a ello. El no hacerlo,
hace que los abonados de Filarmónica tuvieran que tolerar la intervención del
desajustado “Coral Femenino de San Justo” en el programa “Debussy” de 2012 o
este año mismo, cuando para “Un Requiem Alemán” se recurrió a la unión de dos de
los coros capitaneados por Néstor Andrenacci como lo son el “Orfeón de Buenos
Aires” y el “Grupo de Canto Coral”, los que sin perjuicio de su correcta
actuación, no tienen la homogeneidad y el trabajo del Coro Estable ( a
propósito, se rumorea que harán esta
obra el año próximo con Barenboim en el festival del año que viene como ¿parte
del abono de Opera?) . Y aquí ocurrió lo mismo. Holst convoca a Coro Femenino y
coro de Niños para Neptuno. El Colón programó solo coro de Niños que, como se
sabe, sus integrantes solo perciben un viatico como actuación, pero mas allá de
lo correcto de la misma, cargando en sus mochilas la pesada misión de sonar
como Coro de Mujeres Adultas y de Niños a la vez, no pasó de un sonido apenas
audible. Una verdadera pena, porque lo único que se logró fue que la obra, y
Esta versión, no tuvieran el remate que a todas luces merecía la interpretación
perfecta que se perfilaba. Es hora que se redistribuyan los recursos, a veces
mal gastados, para que las cosas salgan como se debe. Y en este caso, Diemecke
y la Filarmónica lo merecían con creces.
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