Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director: Enrique
Arturo Diemecke, Solista: Pablo Diemecke (Violín), programa: Astor Piazzolla:
“Tangazo”, Carlos Chávez: Concierto para Violín y Orquesta, Silvestre
Revueltas: “La Noche de los Mayas”, Teatro Colón, 04/09/14.
Fe de Erratas: En mi
comentario anterior sobre la Filarmónica, mencioné el “Requiem Alemán” de
Brahms y anuncié erróneamente al “Grupo de Canto Coral” y al “Orfeón de Buenos
Aires”, ambos conducidos por Nestor Andrenacci, como intervinientes, cuando en
realidad, como me lo recordó mi colega y cantante Margarita Pollini , quien
allí intervino en esta última de sus facetas, que fueron la “Asociación Coral
Lagun Onak” y el “Cámara XXI” conducidos por Miguel Angel Pesce, los que
actuaron. Queda hecha la aclaración.
Y Diemecke, salió,
saludó a los primeros atriles, al público, pegó su acrobático saltito al podio,
sentó a la orquesta con su clásico gesto de torero, se dispuso a atacar el
“Tangazo” de Piazzolla, cuando de repente una voz en “Off” anunció que por
aprobación en la Legislatura de la Ciudad de un proyecto del Legislador Enzo
Pagani, se nombraba a Enrique Arturo Diemecke, “Artista Ilustre de la Ciudad de
Buenos Aires”. Entre sus considerandos, se le otorga por “sus aportes desde el
año 2004 en materia de difusión de
compositores argentinos y latinoamericanos, no solo en Buenos Aires,
sino en otros continentes” (Nota del Cronista: viene al país desde 1999). A
renglón seguido el propio Pagani acompañado por Hernán Lombardi, Ministro de
Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, ingresaron al escenario para entregar el
merecido testimonio en medio de la ovación del público hacia uno de sus
artistas mas queridos, quien muy emocionado lo recibió. Justiciero
reconocimiento que no hace mas que ratificar lo que venimos sosteniendo en esta
página y en el programa junto a Roberto Blanco Villalba, es hora que este
trabajando mas tiempo aun entre Nosotros y ya es momento de pensar en giras
internacionales, dado el excepcional momento que vive el conjunto. Al que le
quepe el sayo……
Aún cuando en
palabras del Director la inclusión de “Tangazo” de Piazzolla en la primer parte
del programa, junto al Concierto para
violín y Orquesta de Carlos Chavez, obedecía a completar una visión musical
descriptiva del “Sufrimiento” (Por la Ciudad en Piazzolla, por Frida Kahlo y un
sentimiento no correspondido, en el caso del Compositor Mexicano), cuesta
igualmente entender la inclusión de la primera. Mas cuando debe ser la partiura
del Argentino que mas merodeó los atriles del Colón desde 1984. Casi la
recuerdo como una bandera musical para la recién recuperada democracia, que en
ese año cuando “Pacho” O’Donnell tomo la inolvidable decisión de sacar a la
calle a tocar a las Orquestas del Colón y Ariel Ramírez hacía lo mismo con las
del lamentablemente desaparecido “Centro de Divulgación Musical”, “Tangazo” era
interpretada hasta el cansancio y hasta
el común del publico exigía una nueva interpretación de la misma a modo de bis.
Creo que se podían haber incluido mejores obras, algunas de compositores
argentinos olvidados y otros injustamente ignorados, que merecerían mayor
suerte, y podían describir lo que
Diemecke buscaba. Y justamente, la muy buena interpretación “desnudó” la
precariedad de la composición, que no pasa de relleno para programas fuera de
abono, ni siquiera de bis de concierto regular.
En Chavez, Pablo
Diemecke, hermano del Director, demostró el porque esa familia es considerada
una verdadera “Dinastía Musical”. Formados por Emilio, su Padre , con intervenciones como Concertino
en muchas de las agrupaciones en las que su hermano fue Director Titular. Solista
en escenarios de relevancia como el “Carnegie Hall” y radicado en Canadá, Pablo
Diemecke es dueño de un sonido robusto, afinación inmaculada (que diferencia
con la Widmann 48 hs. antes), y una capacidad interpretativa superlativa. Cualidades
éstas, que permitieron su lucimiento en
una obra tan intrincada como la de Chávez que tiene pasajes de marcada
intimidad, tanto como de inusitada bravura. Enrique Arturo, mientras tanto,
entregaba un acompañamiento fuera de serie, obteniendo otra vez, al igual que
dos semanas antes con Ray Chen, un
trabajo de equipo formidable. Al ser una obra que no muestra “pirotecnia
virtuosistica”, el público reaccionó con un aplauso tibio e insignificante,
injusto para una faena de semejante calibre, y privó al solista injustamente del bis que
por lejos merecía.
Para el cierre, el
Director se reservó una de las obras mas brillantes de Silvestre Revueltas, un
compositor mexicano que vivió entre 1899 y 1940, que la realizó para musicalizar un filme que lleva el nombre de
este trabajo: “La Noche de los Mayas”, la historia de la tribu a la que llega
un hombre blanco, se enamora de una indígena del grupo, compite por Ella en una
justa en la que vence, pero no consuma su propósito ya que la joven se inmola
para evitar caer en manos de un blanco. Cuatro números forman parte del trabajo
y Diemecke la entregó con un cuidado absoluto, con matices, rotundo trabajo del
sector de percusión, bronces ajustadísimos, vientos de excepción, con destaque
de Claudio Baríle en Flauta, y cuerda de
mucha calidad, convirtiendo a la versión en una labor de resultado optimo, al
que se llega después de tres escalones previos: Octava de Bruckner el primero,
“Los Planetas” el segundo, “Una Sinfonía Alpina” el tercero y Esta “Noche de
los mayas”, con la que se completaron las cuatro entregas consecutivas para una
seguidilla de logros, premio incluido, que recordaremos en muchísimo tiempo.
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