sábado, 28 de junio de 2014

UNA OBRA ARGENTINA QUE NO ESTUVO A LA ALTURA DE UN NOBLE EDIPO




Orquesta Sinfónica Nacional, Director invitado: Facundo Agudín. Solistas: Pablo Mainetti (bandoneón). Ricardo González Dorrego (Tenor-Edipo), Cecilia Díaz ( Mezzosoprano-Yocasta), Mario De Salvo (Bajo- Barítono/Creonte-Un Mensajero), Alejandro Di Nardo (Bajo-El Oráculo), Maico -I- Hisiao (Tenor-Un Pastor), Sección Masculina del Coro Polifónico Nacional, Director: Roberto Luvini. Programa: Pablo Mainetti: “Fuga Parisina” (Estreno de la versión para Bandoneón y Orquesta de Cuerdas), Igor Stravinsky: “Oedipus Rex”. Auditorio de Belgrano, 25 de junio de 2014.

 Un concierto con lugar a falsas interpretaciones. La falla en la comunicación ayudó a ello. Las primeras gacetillas informaban que el evento tendría lugar en el Auditorio de Belgrano los días 25 y 27 de Junio. Sorpresivamente, se recibió una nueva gacetilla en la que se nos informaba que el Concierto se llevaba a cabo el día 25. Súmese a ello que en muchas jurisdicciones se decretó el día 27 como “Día del Empleado Público”  y entonces para muchos (Yo incluido), estaba claro que era solo el 25. Al llegar a la sala, se me dice que se repetía el 27. Eso sí, la aficheta solo informaba la función del 25…….(saque Ud. Sus conclusiones).

  Sala ocupada solo a un cuarto de su capacidad, daba por momentos la impresión que eran mas los artistas sobre el escenario que público en la sala. Cuantas veces le pasó a la Sinfónica, cuantas mas a los otros Cuerpos Estables de la Nación y a los Estables del mismísimo Colón (se acuerdan de aquellas palabras de Franz Paul Decker, recientemente desaparecido, en su última visita del año 2008). Que pena enorme tan poca difusión y tan magra respuesta. (Sigan sacando conclusiones).

    Antes del inicio de la velada, y luego que los músicos afinaran, apareció en escena el Director, Facundo Agudín, para solicitarle al público disculpas por la ausencia del programa de mano, el que había pasado las pruebas de corrección y que incluía un dossier, al estilo de los programas actuales de mano del Colón con información completa de las obras y las letras en Latín y Castellano del “Oedipus”, responsabilizando por ello a algún vericueto burocrático del flamante Ministerio de Cultura de la Nación. Por cierto, grande fue también Ntra. Sorpresa, cuando en lugar de los programas las acomodadoras de sala entregaban al público un Número de la revista “D.N.A.” (sigla de la Dirección Nacional de Artes), del mes de Abril pasado, cuando Cultura era secretaría, Jorge Coscia el Secretario del Area y José Luís Castiñeira de Dios el Director de la Repartición (hoy ambos renunciados y Cultura elevada a Ministerio), allí se informa de las fechas de conciertos de esa época, cuyos comentarios,  en parte, están en Este blog y entonces, Agudín debió hacer también de comentarista de las obras a escucharse, como en un concierto didáctico. (saquen aún mas conclusiones).

  La sesión se inició con el estreno de la versión orquestada de “Fuga Parisina” de Pablo Mainetti, la que originalmente estaba escrita para el instrumento y cuarteto de cuerdas.  Y en la que el autor actuó en el rol solista.  Sabido es que por ser la Orquesta oficial de la Nación, la Sinfónica tiene impuesta la difusión de obras nacionales y debe ser así.  Ahora, si la obra es este tango tan inexpresivo, cuyo tema central está repetido hasta el hartazgo, casi en un muy mal entendido minimalismo, las cosas no funcionan. Habiendo tantas obras tan probadas, de autores capitales de Ntra. Producción (Ginastera, Gandini, García Morillo, entre tantos), no puede entenderse la elección de este trabajo, el que seguramente después de su repetición del 27 caerá en el justo olvido.

    Yendo ya, ¡por fin!, a la obra de fondo, tuvimos una buena audición. Fundamentalmente basado en cuatro pilares: la buena lectura de Facundo Agudín, quien dio en el punto justo de interpretación, el notable ajuste logrado por Roberto Luvini  para la impecable preparación de las voces masculinas del Coro Polifónico Nacional. Ricardo Gonzalez Dorrego, con una muy buena preparación del rol protagónico. Seguro, con buen volumen, dicción impecable, lograda al cabo de muchos años de interpretación de oratorios y excelente afinación y la descollante actuación de Mario de Salvo en los roles de Creonte y el Mensajero, quién ya evidencia no solo su experiencia en este repertorio, sino que se le nota y mucho, el aprendizaje en el Colón a lo largo de sus últimas convocatorias, la última una semana antes en “Requiem” de Oscar Strasnoy. También Maico-I-Hisiao como el Pastor se lució en su breve intervención. En cambio, Alejandro Di Nardo padeció un percance durante su intervención, justo en un pasaje donde cambiaba de la zona baja a notas mas agudas y le afectó el resto de su participación y Cecilia Díaz, hiperprofesional como siempre, cantando toda su parte de memoria, tuvo emisión absolutamente engolada, afectando toda su intervención, algo lamentablemente recurrente en los últimos tiempos, por lo que deberá replantearse el derrotero a seguir. La Orquesta sonó impecable, ajustada, con momentos de altísima calidad, algo que no era frecuente en las últimas veces que la escuché. Ojalá se mantenga así, en lo que resta del ciclo de Este año.


Donato Decina

No hay comentarios:

Publicar un comentario