Orquesta Sinfónica
Nacional: Director: Mario Videla, Coro Nacional de Jóvenes: Dirección: Néstor
Zadoff, Coro Nacional de Niños: Directora: María Isabel Sanz. Solistas: Soledad
de la Rosa (Soprano), Pehuén Díaz Bruno (Contratenor), Pablo Pollitzer (Tenor),
Alejandro Meerapfel (Barítono), participación especial: Enrique Rimoldi
(Organo). Programa: Johann Sebastian Bach: “Oratorio de Pascua”, Carl Philipp
Emmanuel Bach: “Magnificat”. Abadía de San Benito de Palermo (11/04/14).
La Sinfónica Nacional
desarrolla este año dentro de su programación, iniciativas mas que interesantes
que consisten en acercarse a diferentes lugares para actuar, obviamente, ante
diferentes públicos. Este año ha sumado presentaciones en sitios como las
villas nº 31 y “La Cava”, puntos mas allá del conurbano bonaerense como Berisso o Mercedes y esta previsto repetir el
concierto que les comentaré al día siguiente en San Antonio de Areco. También
el Homenaje a los Caídos en la Guerra del Atlántico Sur, este año en el
Regimiento 1 de Infantería “Patricios”, sumado a las giras a Ntro. Interior.
Como se ve, sitios diferentes en busca de nuevo público, formación para el
nuevo oyente y, fundamental, ganar nuevos oyentes. Esta sesión se enmarcó
dentro de eso y el lugar elegido fue la Abadía de San Benito de Palermo. Justo
al comienzo de la Semana Santa y, dado que este año habrá también
correspondencia de actividades con la Asociación Festivales Musicales de Buenos
Aires, la invitación al Director Artístico de la misma, Mario Videla, para
hacerse cargo de este concierto. Sabido es que la debilidad musical de Videla
pasa por el genero Barroco y, entonces, dadas fecha y lugar (en el que dicho
sea de paso, también se aprovechó a dar el puntapié inicial al ciclo 2014 San
Benito Clásico) se armó un programa inteligente, al que pocas veces el oyente
porteño tiene acceso. Hablamos del “Oratorio de Pascua” de Johann Sebastian
Bach y el “Magníficat” de su hijo Carl Philipp Emmanuel. Como se ve,
Barroco puro, programa acorde, el
aditamento de solistas de probada eficacia en el género, buenos coros, a entrar
en la materia.
En “Opera Club”
sostenemos que el concepto de la interpretación Barroca ha cambiado mucho en el transcurso de los últimos treinta años,
a partir de interpretes de la talla de Harnoncurt por ejemplo. Sabemos que es
un enfoque del más puro revisionismo
historicista, tan en boga hoy en el
mundo entero y, en particular, por estas latitudes. Así, hoy se emplean
conjuntos musicales conformados por instrumentos a la usanza de la época, los
coros son más reducidos (acorde al ámbito de cámara en donde se interpretaban
las obras en la época en que eran compuestas) y hasta la forma de cantar era
distinta. Sin embargo, Mario Videla
mantiene el concepto tradicional empleado hasta hace treinta años de la
interpretación con instrumentos de hoy, con masa coral importante, siguiendo
las pautas que marcaran Richter, Corboz y Rilling, por ejemplo, aunque sí, el canto es mucho mas actual y cercano a la
interpretación de hoy para el género. Se sabe lo que se va a escuchar.
Entonces, partiendo de esa premisa, y sin entender aún el porque, teniendo participación en los ciclos de
Festivales Musicales conjuntos de instrumentos de época como el Hesperion de
Jordi Savall o el Grupo Cafçe Zimmermann, se mantiene un concepto que va
quedando en el tiempo, veamos que ha ocurrido en esta oportunidad.
En el “Oratorio de
Pascua” de Bach Padre hubo muchos aciertos, comenzando por la ubicación del
Coro Nacional de Niños en la rotonda posterior al Altar Mayor de San Benito. La
proyección de esas voces tan “blancas”,
magníficamente preparadas por María Isabel Sanz, llegaba con efecto
“Celestial”. Pocas veces un Coro de Niños argentino cantó tan nítidamente,
logrando cautivar a un auditorio que se
sumió en profundo silencio. Los tiempos de Mario Videla, que fueron dinámicos,
con muy buen pulso, sabiendo crear el clima justo en las arias solistas, no decayendo la interpretación en ningún
momento. La versatilidad de la Sinfónica Nacional, que aquí se la escuchó
ajustadísima, desde el Concertino Roberto Rutkauskas (paradójicamente también
concertino de la Orquesta Barroca Argentina {de instrumentos de Epoca}, que
acompañara a Verónica Cangemi en el Colón), pasando por Andrés Spiller en Oboe,
Oscar Bazán en Fagot, Jorge Slivskin en Flauta y el excelente trabajo de órgano
continuo a cargo de Enrique Rimoldi (aunque aquí cabe preguntarse por que se
usó un teclado actual y no el órgano de San Benito). Los solistas,
irreprochables. Soledad de la Rosa, con la voz justa para la obra, bello y
dulce timbre, magnífica en su aria solista. Pablo Pollitzer, mostrando su
oficio y su solvencia en este repertorio. Pehuén Díaz Bruno, un contratenor al
que la Sinfónica recurre en este tipo de obras, que lució bella voz, aunque a
veces el poco caudal de emisión conspiró en los pasajes de bravura, quedando
expuesto a la masa orquestal que en algún momento lo tapó. Alejandro Meerapfel,
voz, presencia y personalidad en sus partes. Magnífica la tarea de Néstor
Zadoff al mando del Coro Nacional de
Jóvenes.
El “Magníficat” de
Carl Phillipp Emmanuel ratificó todos y cada uno de los conceptos que vertí
para el “Oratorio”. Una vez mas, Videla
transmitiendo entusiasmo y apasionamiento en lo que hace y lo contagia al resto
que responde de igual forma, logrando un final exultante que arrancó la ovación
del público.
Justamente en cuanto
a eso, tanto entre obra y obra, como a
modo de bis, Videla señaló que en el programa de mano (los que lo tenían, no en
mi caso, una vez mas fueron insuficientes), se encontraba un texto al
castellano de un himno de Bach (el original, por supuesto), por lo que en breve
síntesis hizo interpretar al sector de primeros violines los acordes de cada
frase para que el público cantara el texto, como si el programa de mano fuera
el cuadernillo de canciones de la misa. Una buena experiencia, ya que Videla se
reveló buen transmisor de ideas, captando de inmediato la complicidad y
atención del público.
Como verán, más allá
de la objeción de interpretación con instrumentos actuales, la experiencia fue
fructífera. Si les interesa, el próximo Miércoles 16 a las 20 hs. se repetirá
en el Templo de Jesús Sacramentado de Av. Corrientes y Yatay. Pueden salir
gratificados.
Donato Decina
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