Teatro
Colón: Concierto Nº 1 del Abono 2014 a cargo de la Orquesta Filarmónica de
Buenos Aires, Director: Ira Levin, Solista: Karin Lechner (Piano). Programa:
Wagner: Obertura “Fausto”, Mendelsohn:
Concierto para Piano y Orquesta Nº 1, Brahms: Sinfonía Nº 2 en Re mayor Op.73
(Teatro Colón: 13/03/14).
Al ir llegando a la
sala, recordaba que muchos años atrás a esta altura del año recién terminaban
de “desperezarse” los cuerpos estables del Teatro. Sea porque estaba terminando
la función de Opera (generalmente el título Boom de la temporada anterior,
repuesto con elenco nacional o alguna Opereta) o algún concierto (que se podía
repetir en plazas, parques o anfiteatros de la Ciudad o algún ballet
popularísimo (recuerdan la coreografía de José Zartmann del Bolero Raveliano en
el balcón de Libertad). Después venia el turno de la pretemporada otoñal
(básicamente conciertos) y para alrededor de fines de Abril o principios de
Mayo, se iniciaba la temporada oficial propiamente dicha. Vaya uno a saber por
cuales razones, pero lo cierto es que desde antes de la actual gestión que para
Marzo, casi en frío, se comienza directamente por la temporada oficial. Aquí se
comenzó con corrección, pero parece arriesgada la jugada. La primera sorpresa
estuvo dada al subir la escalera del Foyer. Una mesa ocupada por una de las
acomodadoras de sala y un cartel que decía ·Venta de Programas”, ¿el general de
la temporada?, ¡No!, el de mano que siempre se le daba al público, que ahora
comenzará a venderse nuevamente. ¿A cuanto?. ¡$50!, casi una entrada a paraíso
de pié. Saque cada cuál sus conclusiones, la mía es una sola: disparate.
Dentro de lo
estrictamente musical, fue una grata sorpresa encontrar a la Orquesta armada
con una disposición igual a la de las mejores agrupaciones en su tipo. Situar a
los violines a cada lado del escenario. Cellos y contrabajo a la izquierda,
violas al centro y buen reparto de vientos, bronce y percusión, dio como
resultado un sonido mas profundo., que se notó y mucho durante a segunda de
Brahms. Tal vez haya sido idea de Levin, no lo sabemos, el próximo concierto
que marcará el retorno de Diemecke al podio, nos dará la respuesta. En cuanto
al programa y haciendo la salvedad que el sonido del conjunto fue “inmaculado”,
nos cabe destacar la buena técnica de Karin Lechner en el concierto de
Mendelsohn, teniendo momentos de valía. El público fue acrecentando de a poco
el aplauso como tributo a su actuación y prefirió repetir el tercer movimiento
completo, aunque en realidad fue en el segundo, de clima sutil e intensamente
intimista el que para mí mostró su mejor nivel.
En cuanto al trabajo de Levin, comenzó con una desabrida versión de la Obertura “Fausto” de Wagner, ausente de
los atriles por mucho tiempo y que evidentemente lo estará mas aún después de
una interpretación anodina y falta de recursos para una obra que pide mucho
más. No pasó de lo correcto en el acompañamiento del Concierto y la segunda de
Brahms tuvo de su parte una lectura correcta, carente de mayor enfasis en
algunos pasajes y una alarmante ausencia de matices en muchos momentos, lo que
hizo que se hiciera muy “pesada” de llevar para Este cronista. Como se ve
demasiado poco y encima cosas “extra musicales”, que ponen mas tenso al
auditorio.
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