sábado, 29 de marzo de 2014

MAS ALLA DE ALGUNOS DETALLES, UN BUEN COMIENZO



Asociación “Ensamble Lírico-Orquestal”: “Carmen”,  drama lírico en cuatro actos, Música de Georges Bizet, Libro de Henry Meilhac y Ludovic Halevy, basado en la novela de Prospero Merimee. Interpretes: Mariana Rewerski (Carmen), Enrique Folger (Don José), Cecilia Layseca (Micaela), Sebastián Angulegui (Escamillo), Sebastián Sorrarain (Dancairo), Sebastián Russo (Remendado), Ana Laura Menéndez (Frasquita). Milagros Seijo (Mercedes), Claudio Rotella (Zúñiga), Alfredo González Roig (Morales). Coro y Orquesta del Ensamble Lírico-Orquestal. Director: Gustavo Codina. Coral Ensamble Niños: Directora: Patricia González Ocantos. Dirección de Escena y Ambientación: Raúl Marego. Vestuario: Mariela Daga. Iluminación: Ernesto Bechara. Auditorio de Belgrano, 28/03/14.


  Si se tiene en cuenta que en la Temporada Anterior, El Teatro Colón presentó este clásico en una muy buena puesta de Emilio Sagi, y que tres temporadas atrás Buenos Aires Lírica hizo lo mismo, con un audaz trabajo de Marcelo Lombardero, y que  aun esta misma Asociación realizara el mismo título en forma de Concierto, no debe juzgarse como menos que osada la iniciativa de volver a realizarlo y con escena en el ámbito casi virgen del Auditorio de Belgrano, cuya sala es mas frecuentada en Conciertos que en funciones de ópera. El producto final merece un aprobado y para que ello haya ocurrido confluyeron diferentes razones a saber, 1º) La austera pero acertada ambientación de Raúl Marego, que con muy bajos recursos tuvo la inteligencia suficiente para el aprovechamiento integral del escenario y derribar la famosa cuarta columna de sala y hacer actuar en los dos últimos actos a algunos interpretes desde fuera del escenario y hacerlos reingresar al mismo a través de los pasillos de  la platea. 2ª) La acertadísima iluminación de Ernesto Bechara, el que con solo los focos de luces situados en la parrilla de escenario supo ingeniárselas para realizar una iluminación efectiva. 3ª) En el rubro actuaciones Mariana Rewerski mas actoral que vocalmente, con solidos recursos de escena. Dio el toque de frescura y desenfado que el personaje requiere, aunque en lo vocal su regístro es aún hoy muy blanco para afrontar holgadamente el rol. Aún así, cumplió acabadamente. Enrique Folger, el mejor de la noche, con un Don José de factura sencillamente descomunal, varonil, con presencia, atribulado y atormentado en los dos últimos actos en una faena para el recuerdo. 4º) Un muy interesante Escamillo de Sebastián Angulegui, aún cuando debe mejorarle ciertos detalles, fundamentalmente al estar propenso a la sobreactuación. 5º) El impecable Dancairo de Sebastián Sorrarain tanto vocal como actoralmente. Prestancia y Presencia. 6º) La Maravillosa Frasquita de Ana Laura Menéndez, con un registro sólido, timbre gratísimo y emisión pareja. Muy noble en lo actoral.7ª) El porte, la presencia y la solidez vocal de Claudio Rotella, que dio el trazo justo para componer el rol de Zúñiga. 8ª La acertada decisión de solicitarle a Mariela Daga el vestuario, concebido a partir de una realización suya para una puesta anterior del Teatro Avenida que aquí lució. 9º) la también impecable preparación del Coro a cargo del propio Gustavo Codina, el que mas allá de alguna pequeña imprecisión, sonó muy convincente.10º) la Creación por parte del grupo de un Coro de Niños, dirigido por Patricia González Ocantos, que en el “Bautismo de Fuego” se lució.

  En los detalles a mejorar de cara a la segunda y última función el día Domingo, entiendo que se la escuchó muy exigida a Cecilia Layseca como Micaela, aunque se puede entender lo de “guardarse” el resto para la función Dominical. También, por mas breve que sea, sonó muy ingrato el timbre de Voz de Alberto González Roig como Morales. La orquesta que condujo Gustavo Codina, tuvo altibajos. Si bien comprendo que una iniciativa que tiene casi 60 músicos en foso y formada por elementos retirados y en actividad de diversas agrupaciones instrumentales, requiere de un generoso aporte de dinero para ensayos previos que no siempre se consigue. Hay detalles que no pudieron pulirse y eso se notó.  La necesidad por falta de adecuada infraestructura en la sala de hacer intervalo en cada acto, llevando a 3,30 hs. la duración de la función y la deficiente ventilación de la sala ya que inexplicablemente los ventiladores existentes no fueron encendidos durante los intervalos y la temperatura interior se incrementaba con el correr de la representación. De haber habido registros superiores de calor podría haberse llevado a cabo la misma, bajo condiciones sofocantes. 

  Dentro de los que actuaron de manera correcta, consignemos a Milagros Seijo  con una buena actuación como Mercedes y a Sebastián Russo como Remendado, quienes completando con Rewerski, Menéndez y Sorrarain protagonizaron el quinteto del segundo acto, logrando uno de los dos puntos mas altos de la noche junto a la extraordinaria versión del Aria de la Flor, con un Folger inspiradísimo.

  La síntesis final nos muestra un espectáculo muy digno, mas allá de algunos de los detalles mencionados. Esperemos que los próximos espectáculos mantengan el buen nivel al que esta Asociación nos tiene acostumbrados,



Donato Decina

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