sábado, 12 de octubre de 2013

PAVEL KOGAN HIZO BRILLAR A LA FILARMONICA

  
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director Invitado: Pavel Kogan. Programa: Charles Gounod: Música de Ballet de la Opera “Fausto”, Georges Bizet: Suite Nº 1 para la música incidental de “La Arlesiana”, Camille Saint- Saëns Sinfonía Nº 3 en Do menor Op.78 “Con Organo” (Organista Invitado: Matías Hernán Sagreras). Teatro Colón: 10/10/13.

  En un programa a mi juicio “breve” por la duración (21,55 hs. ya traspasábamos la puerta de la calle Libertad), Pavel Kogan hizo brillar a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, en un programa netamente de música francesa al que se lo tituló ”Sones en Movimiento”. Una de las características salientes de la velada fue la absoluta concentración del conjunto, atento siempre a la precisa marcación del director visitante y a cada uno de sus gestos. Kogan es un conductor que derrocha energía y muestra en cada interpretación su temperamento. La sesión abrió con una imponente versión de la Música para Ballet (O Bacanal de “La Noche de Walpurgis”) del “Fausto” de Gounod. Brillo del conjunto, maravillosa tersura en el sector de cuerdas y un tratamiento impecable por parte de Kogan, quien imprimió el “tempi” preciso a cada número. Para cerrar la brevísima primera parte se ofreció la primera de las suites de música incidental para “La Arlesiana” que compusiera Georges Bizet. Sabido es que el color, la intensidad, el apasionamiento y el brillo son característicos en la producción del gran compositor francés. “La Arlesiana” no es la excepción. Kogan resaltó con trazo firme cada una de las características citadas con tiempos audaces en dinámica, que para nada perjudicaron la interpretación y la Filarmónica le respondió de manera precisa, demostrando el nivel de calidad que el conjunto está alcanzando de manera rotunda en la presente temporada. Cabe preguntarse porque no se hicieron las dos suites por completo ya que en cuanto a duración de la música no hubo mas allá de unos cincuenta y cinco minutos. Una pena, pues hubieran reafirmado aún más los conceptos que vengo señalando.

  La segunda parte quedó reservada a la maravillosa Sinfonía Nº 3 “Con Organo” de Camille Saint -Saëns. Nuevamente Kogan eligió imprimirle dinamismo a la interpretación,  aunque en este caso entiendo que con ello se ha sacrificado algo de profundidad en algunos pasajes de la obra. Todo cambió en el núcleo central,  a partir de la aparición del Organo y aquí, honor a Matías Hernán Sagreras, que supo sacarle todo el jugo a su parte y donde jugó a pleno también la acústica de la sala que a esta altura parecía una catedral. El cierre fue perfecto,  con una apoteosis final absolutamente inolvidable y con la sala transformada en una caldera al final de la obra.  La Orquesta por fin está demostrando su calidad con los conductores invitados y no hay otra, Este es el camino.



DONATO DECINA

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