Orquesta Filarmónica de
Buenos Aires, Director Invitado: Pavel Kogan. Programa: Charles Gounod: Música
de Ballet de la Opera “Fausto”, Georges Bizet: Suite Nº 1 para la música
incidental de “La Arlesiana”, Camille Saint- Saëns Sinfonía Nº 3 en Do menor
Op.78 “Con Organo” (Organista Invitado: Matías Hernán Sagreras). Teatro Colón:
10/10/13.
En un programa a mi
juicio “breve” por la duración (21,55 hs. ya traspasábamos la puerta de la
calle Libertad), Pavel Kogan hizo brillar a la Orquesta Filarmónica de Buenos
Aires, en un programa netamente de música francesa al que se lo tituló ”Sones
en Movimiento”. Una de las características salientes de la velada fue la
absoluta concentración del conjunto, atento siempre a la precisa marcación del
director visitante y a cada uno de sus gestos. Kogan es un conductor que
derrocha energía y muestra en cada interpretación su temperamento. La sesión
abrió con una imponente versión de la Música para Ballet (O Bacanal de “La Noche
de Walpurgis”) del “Fausto” de Gounod. Brillo del conjunto, maravillosa tersura
en el sector de cuerdas y un tratamiento impecable por parte de Kogan, quien
imprimió el “tempi” preciso a cada número. Para cerrar la brevísima primera
parte se ofreció la primera de las suites de música incidental para “La
Arlesiana” que compusiera Georges Bizet. Sabido es que el color, la intensidad,
el apasionamiento y el brillo son característicos en la producción del gran
compositor francés. “La Arlesiana” no es la excepción. Kogan resaltó con trazo
firme cada una de las características citadas con tiempos audaces en dinámica,
que para nada perjudicaron la interpretación y la Filarmónica le respondió de
manera precisa, demostrando el nivel de calidad que el conjunto está alcanzando
de manera rotunda en la presente temporada. Cabe preguntarse porque no se
hicieron las dos suites por completo ya que en cuanto a duración de la música
no hubo mas allá de unos cincuenta y cinco minutos. Una pena, pues hubieran
reafirmado aún más los conceptos que vengo señalando.
La segunda parte
quedó reservada a la maravillosa Sinfonía Nº 3 “Con Organo” de Camille Saint
-Saëns. Nuevamente Kogan eligió imprimirle dinamismo a la interpretación, aunque en este caso entiendo que con ello se
ha sacrificado algo de profundidad en algunos pasajes de la obra. Todo cambió
en el núcleo central, a partir de la
aparición del Organo y aquí, honor a Matías Hernán Sagreras, que supo sacarle
todo el jugo a su parte y donde jugó a pleno también la acústica de la sala que
a esta altura parecía una catedral. El cierre fue perfecto, con una apoteosis final absolutamente
inolvidable y con la sala transformada en una caldera al final de la obra. La Orquesta por fin está demostrando su
calidad con los conductores invitados y no hay otra, Este es el camino.
DONATO DECINA
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