sábado, 20 de julio de 2013

CURA LE DEVOLVIO LA MAGIA AL COLON

Giuseppe Verdi: “Otello”, Drama lírico en cuatro actos con libreto de Arrigo Boito, basado la obra original de William Shakespeare. Dirección de Orquesta: Massimo Zanetti. Vestuario: Fabio Ruiz, Co-Diseño de iluminación: Roberto Traferri, Dirección del Coro: Miguel Martinez, Dirección del Coro de Niños: Cesar Bustamante. Intérpretes: José Cura (Otello), Responsable además de la Puesta en Escena, Diseño Escenográfico y  Co-Diseño de la Iluminación, Carmen Giannatasio (Desdemona), Carlos Alvarez (Yago), Guadalupe Barrientos (Emilia), Enrique Folger (Casio), Fernando Chalabe (Rodrigo), Carlos Esquivel (Ludovico), Mario de Salvo (Montano), Fernando Grassi (Un Heraldo). Orquesta y Coro  Estables y Coro de Niños del Teatro Colón (18/07/13).

 A la memoria de Roberto Oswald (1933-2013), eternamente gracias!

  Al  apagarse las luces, surgió nítida la voz en off de José Cura, anunciando que se hacía la función en homenaje a Roberto Oswald, fallecido el Domingo anterior y que desde la campana ubicada en la escenografía se darían ocho campanadas, una por cada decanato vivido por el gran creador desaparecido, parte de la rica historia de la sala en los últimos cincuenta años. No pude evitar la emoción, es imposible, tantos momentos de arte sublime, tantos recuerdos y , por cierto, la hora que pasamos al aire junto a Roberto Falcone allá por Setiembre del 2011 en el estudio central de Radio Cultura, donde nos dio una lección enorme de puesta en escena. Me parece increíble tener que iniciar esta crónica con esta despedida, pero las vueltas de la vida son así. Gracias Don Roberto!, no me cabe al menos hoy otra expresión. Es infinito todo lo que de Ud., recibimos.

  Sorprende sí, la valida elección de José Cura, de la narración que hace Carlos Alvarez en Off, personificando a Miguel de Cervantes Saavedra en su relato de la batalla de Lepanto, trazando en el tiempo una similitud con la derrota Otomana a manos de la Armada Veneciana en el medio de la Tempestad que se abate sobre Chipre, dando comienzo al drama Shakesperiano y luego de las ocho campanadas mencionadas y un increíble juego de luces en donde se usan hasta las generales de la sala, estalla la Orquesta y nos introduce en el drama y allí la primera impresión, la escenografía, que lleva la  incomparable, prestigiosa  y reconocida marca de calidad en el orillo “Teatro Colón”. Y aquí saludo al modelo de propia producción, reconocido distintivo en el mundo. Ya sus hacedores, la gente de la casa. Y señores no hay vuelta de hoja, cuando el Colón hace las cosas como en este caso, no hay con que darle. Este es el camino y no el de producciones que por más que traigan nombres importados, la mayoría de las veces nada tienen que ver con la Opera y al que le quepe el sayo, que se lo ponga.
  Un diseño que aprovecha todo el plato giratorio del escenario y en donde están la playa, el palacio, la cámara de Desdemona y que rápidamente permite mutar las escenas dándole agilidad a la función, Cura aprovecho muy bien todos los recursos humanos y materiales disponibles dándoles coherencia, moviéndolos con criterio, con muy buena marcación actoral y un  plus que ha sido el acierto de colocar a Yago como el titiritero que mueve los hilos de la acción. Y aquí, y creo no  enredarlos en mi propio relato con las explicaciones del caso, el otro gran acierto que ha sido la elección del elenco. Porque Carlos Alvarez en un Yago DE LUJO, que ha cantado con soltura, comodidad y recursos actorales formidables, siendo el que nos conduce por la historia y Carmen Giannatasio se reveló ante nosotros como prometía en audios escuchados con  bellísimas voz y presencia física, lo que para mí es para el papel el Physique du Rol Ideal, fue la frágil criatura, la bellísima mujer que impacta y que se movió en escena con magnífica soltura. Y aquí una vez más lo que ha sido en los últimos tiempos un logro artístico del Colón y son los co-primarios Argentinos elegidos,  que aportaron y mucho en este éxito. Enrique Folger, un Casio creíble en lo vocal y actoral, Guadalupe Barrientos que se lució y mucho en Emilia, Fernando Chalabe, correctísimo Rodrigo, Carlos Esquivel, un Ludovico de impactante presencia y Mario de Salvo, con un muy buen Montano. Vamos a ir desgranando otros aspectos para cerrar con el trabajo del protagonista. El Coro Estable logro una correcta faena, pero llamativamente muestra falencias en la potencia de ataque, no puede ser que no emitan a pleno en la escena inicial de la tormenta, es indudable que se siente la pérdida del talento de Peter Burian en este tipo de obras y por más que evidentemente hay muy buena simpatía con Miguel Martinez hay detalles que deben trabajarse y no es la primera vez que en este año sucede. El Coro de Niños hizo con corrección la breve intervención que tiene. En Cuanto al Director de Orquesta, en mi opinión, hizo lo suyo de menor a mayor, logrando una faena convincente de la estable que sonó ajustada y con muy buenos momentos a mi entender, sobre todo en la segunda parte del espectáculo. En cuanto a José Cura, no hay en el mundo alguien capaz de interpretar a Otello como El.  Capaz de mimetizarse con el personaje, capaz de transmitir (en el tercer acto se derrumba hasta echando espuma por la boca), de conmover hasta las lágrimas en la escena final y demostrar que es capaz de cargarse el equipo al hombro y asumir, con los riesgos que ello implica, el desafío de ser regísta, que lo cumplió con creces con detalles, simbolismos (El uso del pañuelo que signa la tragedia es uno de ellos, lo ya dicho del rol que le cabe a Yago como titiritero del drama, su relación de afecto, odio, afecto con Casio), del vestuario de época impecable y del Co-diseño de iluminación junto a Roberto Traferri, un especialista en la materia, que impacta ya desde el arranque. Que me importa si empezó destemplado, si dio o no dio tal o cual notita, si con el correr de la función me dio absolutamente todo!. Señores, Esto es el Colón. El que nos gusta, el que queremos y al que queremos que siempre sea así. Verdi se paseó por la sala más vivo que nunca y José Cura, gracias por este trabajo al que voy a recordar por siempre y que te consagra en esta, tu casa, como el artísta total que sos.



DONATO DECINA


Foto: Gentileza Arnaldo Colombaroli 

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