Giuseppe Verdi: “Otello”, Drama lírico en cuatro actos con
libreto de Arrigo Boito, basado la obra original de William Shakespeare.
Dirección de Orquesta: Massimo Zanetti. Vestuario: Fabio Ruiz, Co-Diseño de
iluminación: Roberto Traferri, Dirección del Coro: Miguel Martinez, Dirección
del Coro de Niños: Cesar Bustamante. Intérpretes: José Cura (Otello),
Responsable además de la Puesta en Escena, Diseño Escenográfico y Co-Diseño de la Iluminación, Carmen
Giannatasio (Desdemona), Carlos Alvarez (Yago), Guadalupe Barrientos (Emilia),
Enrique Folger (Casio), Fernando Chalabe (Rodrigo), Carlos Esquivel (Ludovico),
Mario de Salvo (Montano), Fernando Grassi (Un Heraldo). Orquesta y Coro Estables y Coro de Niños del Teatro Colón
(18/07/13).
A la memoria de Roberto Oswald (1933-2013),
eternamente gracias!
Al apagarse las luces, surgió
nítida la voz en off de José Cura, anunciando que se hacía la función en
homenaje a Roberto Oswald, fallecido el Domingo anterior y que desde la campana
ubicada en la escenografía se darían ocho campanadas, una por cada decanato
vivido por el gran creador desaparecido, parte de la rica historia de la sala
en los últimos cincuenta años. No pude evitar la emoción, es imposible, tantos
momentos de arte sublime, tantos recuerdos y , por cierto, la hora que pasamos
al aire junto a Roberto Falcone allá por Setiembre del 2011 en el estudio
central de Radio Cultura, donde nos dio una lección enorme de puesta en escena.
Me parece increíble tener que iniciar esta crónica con esta despedida, pero las
vueltas de la vida son así. Gracias Don Roberto!, no me cabe al menos hoy otra
expresión. Es infinito todo lo que de Ud., recibimos.
Sorprende sí, la valida elección de José Cura, de la narración que hace
Carlos Alvarez en Off, personificando a Miguel de Cervantes Saavedra en su
relato de la batalla de Lepanto, trazando en el tiempo una similitud con la
derrota Otomana a manos de la Armada Veneciana en el medio de la Tempestad que
se abate sobre Chipre, dando comienzo al drama Shakesperiano y luego de las
ocho campanadas mencionadas y un increíble juego de luces en donde se usan
hasta las generales de la sala, estalla la Orquesta y nos introduce en el drama
y allí la primera impresión, la escenografía, que lleva la incomparable, prestigiosa y reconocida marca de calidad en el orillo
“Teatro Colón”. Y aquí saludo al modelo de propia producción, reconocido
distintivo en el mundo. Ya sus hacedores, la gente de la casa. Y señores no hay
vuelta de hoja, cuando el Colón hace las cosas como en este caso, no hay con
que darle. Este es el camino y no el de producciones que por más que traigan
nombres importados, la mayoría de las veces nada tienen que ver con la Opera y
al que le quepe el sayo, que se lo ponga.
Un diseño que aprovecha todo el plato giratorio del escenario y en donde
están la playa, el palacio, la cámara de Desdemona y que rápidamente permite
mutar las escenas dándole agilidad a la función, Cura aprovecho muy bien todos
los recursos humanos y materiales disponibles dándoles coherencia, moviéndolos
con criterio, con muy buena marcación actoral y un plus que ha sido el acierto de colocar a Yago
como el titiritero que mueve los hilos de la acción. Y aquí, y creo no enredarlos en mi propio relato con las
explicaciones del caso, el otro gran acierto que ha sido la elección del
elenco. Porque Carlos Alvarez en un Yago DE LUJO, que ha cantado con soltura,
comodidad y recursos actorales formidables, siendo el que nos conduce por la
historia y Carmen Giannatasio se reveló ante nosotros como prometía en audios
escuchados con bellísimas voz y
presencia física, lo que para mí es para el papel el Physique du Rol Ideal, fue
la frágil criatura, la bellísima mujer que impacta y que se movió en escena con
magnífica soltura. Y aquí una vez más lo que ha sido en los últimos tiempos un
logro artístico del Colón y son los co-primarios Argentinos elegidos, que aportaron y mucho en este éxito. Enrique
Folger, un Casio creíble en lo vocal y actoral, Guadalupe Barrientos que se
lució y mucho en Emilia, Fernando Chalabe, correctísimo Rodrigo, Carlos
Esquivel, un Ludovico de impactante presencia y Mario de Salvo, con un muy buen
Montano. Vamos a ir desgranando otros aspectos para cerrar con el trabajo del
protagonista. El Coro Estable logro una correcta faena, pero llamativamente
muestra falencias en la potencia de ataque, no puede ser que no emitan a pleno
en la escena inicial de la tormenta, es indudable que se siente la pérdida del
talento de Peter Burian en este tipo de obras y por más que evidentemente hay
muy buena simpatía con Miguel Martinez hay detalles que deben trabajarse y no
es la primera vez que en este año sucede. El Coro de Niños hizo con corrección
la breve intervención que tiene. En Cuanto al Director de Orquesta, en mi
opinión, hizo lo suyo de menor a mayor, logrando una faena convincente de la
estable que sonó ajustada y con muy buenos momentos a mi entender, sobre todo
en la segunda parte del espectáculo. En cuanto a José Cura, no hay en el mundo
alguien capaz de interpretar a Otello como El.
Capaz de mimetizarse con el personaje, capaz de transmitir (en el tercer
acto se derrumba hasta echando espuma por la boca), de conmover hasta las
lágrimas en la escena final y demostrar que es capaz de cargarse el equipo al
hombro y asumir, con los riesgos que ello implica, el desafío de ser regísta,
que lo cumplió con creces con detalles, simbolismos (El uso del pañuelo que
signa la tragedia es uno de ellos, lo ya dicho del rol que le cabe a Yago como
titiritero del drama, su relación de afecto, odio, afecto con Casio), del
vestuario de época impecable y del Co-diseño de iluminación junto a Roberto
Traferri, un especialista en la materia, que impacta ya desde el arranque. Que me
importa si empezó destemplado, si dio o no dio tal o cual notita, si con el
correr de la función me dio absolutamente todo!. Señores, Esto es el Colón. El
que nos gusta, el que queremos y al que queremos que siempre sea así. Verdi se
paseó por la sala más vivo que nunca y José Cura, gracias por este trabajo al
que voy a recordar por siempre y que te consagra en esta, tu casa, como el
artísta total que sos.
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