lunes, 29 de julio de 2013

ADELINA PATTI

Miguel Patrón Marchand (“Cien grandes cantantes del pasado”, 1990)

                             


                 

            Fue considerada la cantante más brillante de su tiempo. Triunfó ante todos los públicos, dejando una estela de imitadoras como la Arnoldson, la Sembrich, la Torresella, la Albani y la Melba.
            La voz, de color y características lírico-dramática, se extendía del do grave al fa sobreagudo; no poseía un volumen descomunal pero era timbrada e incisiva.
            Dominaba la técnica de coloratura con pasmosa facilidad, lo que le permitió encarnar con total éxito la vasta gama de heroínas románticas de Rossini, Bellini y Donizetti.
            Su órgano vocal era también mórbido, pastoso y aterciopelado, y todas sus creaciones tenían un preciosismo increíble de trinos, escalas, cambios de registro y ataques.

                             

            Patti nació en Madrid el 19 de septiembre de 1843. Sus padres fueron el tenor Salvatore Patti y la soprano Caterina Chiesa Berrilli. Mientras esta última cantaba Norma, debió interrumpir la función para dar a luz a Adelina en la capital española.
            Con sus hermanas Amalia y Carlotta cultivó el canto desde muy joven. Imitó a su madre en un primer momento, demostrando desde un principio unas condiciones naturales de primer orden.
            A los seis años, radicada su familia en los Estados Unidos, comenzó a estudiar canto con su cuñado Maurice Strakosch, y a los ocho años tuvo un éxito fulminante al interpretar ante el público un fragmento de La Sonnambula.
            Durante un período continuó presentándose como niña prodigio. Hizo luego un paréntesis en su actividad, mientras se dedicó a realizar serios estudios de canto con Elisa valentini, con su hermanastro Ettore Berrilli y con Emmanuele Muzio -amigo y único discípulo de Giuseppe Verdi-.
            Su segundo debut se produjo en la Ópera Italiana de Nueva York con Lucia di Lammermoor, en noviembre de 1859 con el seudónimo de “Little Florinda”.
            La temporada siguiente sirvió a Patti para adquirir más fama y enriquecer su repertorio con El barbero de Sevilla, Moisés, La Sonnambula, I Puritani, Don Pasquale, L’elisir d’amore, Linda de Chamounix, la Zerlina de Don Giovanni, La Traviata y Rigoletto. Además, cantó ocasionalmente Ernani e Il Trovatore.

                                         
                                         Marguerite en Londres junto al mítico tenor Mario

            Se hizo conocer en varias ciudades de los Estados Unidos. En mayo de 1861 se presentó en el Covent Garden; luego siguieron éxitos en Madrid, San Petersburgo, París, Viena y Berlín.
            En 1868 se casó con el Matrqués de Caux, escudero del emperador Napoleón III. Sus maridos posteriores serían el tenor Nicolini –nombre artístico en realidad de Ernest Nicolas- y el Barón sueco Rolf Cederström, que era mucho menor que ella.
            Favorita indiscutible de todos los péblicos, descollaba en Fausto, Romeo y Julieta, La Traviata y El barbero de Sevilla. Se había convertido, sin duda, en la cantante más popular de su época.
            Desde 1875 comenzó a cantar con su segundo marido; a partir de 1893 dedicó la mayor parte de su tiempo a dar conciertos, espaciando sus presentaciones escénicas, Sólo en el Covent Garden patició en veinticinco temporadas consecutivas, interpretando más de treinta papeles de Rossini, Bellini, Donizetti, Verdi, Gounod y Meyerbeer. Fue también la primera intérprete londinense de Aída y Julieta.
            Se dice que fue la cantantante mejor pagada de su tiempo. Percibía doscientas guineas por función, en el Covent Garden, y cinco mil dólares en Norteamérica. Además, imponía sus cláusulas en los contratos por los cuales se la eximía de ensayar y se le permitía exigir el tipo de letra con que su nombre aparecería en los programas.

                                  
    
                      

            En 1897 concluyó su carrera teatral con La Traviata y Lucia di Lammermoor, en Montecarlo. En 1908 cantó El barbero de Sevilla en el teatro privado de Jean de Retszké en París.
            Finalmente en 1914, en el Albert Hall de Londres, tuvo lugar su última aparición en público, en un concierto a beneficio de la Cruz Roja.
            Sobre esta artista es interesante el libro El reino de la Patti, de Hermann Klein, publicado en 1920.
            Adelina Patti falleció en la ciudad galesa de Breckok, el 27 de septiembre de 1919.
            Al principio de su carrera había sido una cantante poco comunicativa, pero luego llegó a convencer en el enfoque de sus personajes. La idolatría de sus públicos aumentó su divismo; se permitió poses de reina y caprichos casi infantiles; también se la acusó de ser una persona sin sentimientos.
            Las seis grabaciones que dejó para el sello G. & Typewriter de Gran Bretaña son decepcionantes: sin embargo, se debe tener en cuenta la edad de la artista –que había pasado los sesenta años y los cuarenta de carrera- además de lo rudimentario del proceso.

                        

          



PARA ESCUCHAR:

La Sonnambula: Ah! non credea mirarti (1906) http://www.youtube.com/watch?v=w2LY6YLHn7U
Il bacio (Luigi Arditi) (1905) http://www.youtube.com/watch?v=_6jRLezhqN0
La calesera (Sebastián Yradier) (1906) http://www.youtube.com/watch?v=GU-bez2zhcY
Le nozze di Figaro: Voi che sapete (1905) http://www.youtube.com/watch?v=r1fIdT3QG4E
The Last Rose of Summer (Tradicional) (1905) http://www.youtube.com/watch?v=3VSWYjjUuYI
Faust: Ah! je ris de me voir si belle (1906) http://www.youtube.com/watch?v=Z_21jOr4jbI
Voz hablada de Adelina Patti en un mensaje a su último marido http://www.youtube.com/watch?v=aD2mZ2ZDznk
                                     

            

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