jueves, 27 de junio de 2013

LUCIERON LAS CUERDAS DE LUCERNA

“Nuova Harmonía”: Actuación de la Festival Strings Lucerne, Concertino y Solista: Daniel Dodds. Programa: Josef Suk: Meditación Sobre el Coral de San Wenceslao. Ottorino Respighi: Danzas y Arias Antiguas (Suite N° 3), Martin Wettstein: El Sueño de Verdi, Piotr Illich Tchaikovsky: Meditación de Recuerdos de un Lugar Querido Op. 43, Valse Scherzo Op. 34, Serenata en Do Mayor Op.48. Teatro Coliseo (26/06/13).

   Las Cuerdas del Festival de Lucerna llegaron a Buenos Aires gracias a los oficios de la Fundación Cultural Coliseum para su abono, “Nuova Harmonía”. El conjunto Suizo, fundado en 1956 e integrado por instrumentistas que participan también de la Orquesta del Festival homónimo, hoy bajo la Dirección del genial Claudio Abbado (a propósito, felices 80 Maestro!), presentó un programa basado en el Post Romanticismo más el agregado de una página de Martín Wettstein, encargada por la agrupación, que puede ser tomada como homenaje a Verdi en su Bicentenario . Quien guía hoy al conjunto desde su condición de Concertino es Daniel Hao Ming Dodds, Violinista Australiano de padre de la misma nacionalidad y madre china, según reza su currículum, con estudios becados en Suiza bajo la tutela de Rudolf Baumgartner, fundador del conjunto, ejerciendo también el rol de Director Artístico del mismo.

  La sesión comenzó con una muy buena versión de la Meditación Sobre el Coral de San Wenceslao de Josef Suk y ya desde allí percibimos la calidad y solidez del grupo. Versión profunda con un excepcional sonido homogéneo. Cuerdas de una tersura magnífica y destacable también el sostén del único contrabajista del Conjunto, Massimo Clavenna, capaz de sacarle el jugo a su instrumento y hacerlo sonar como si tocara un conjunto de seis, cosa que se escuchó a lo largo de todo el concierto.
  De Ottorino Respighi,  se ofreció la tercera suite de las Danzas y Arias antiguas donde si bien continuamos percibiendo la característica brillante de la agrupación, esta vez tuvimos una lectura carente de un mayor vuelo poético. Para cerrar la primera parte, se escuchó “El Sueño de Verdi”, una obra escrita para el conjunto por Martín Wettstein sobre temas fundamentales de Macbeth, a los que trató musicalmente como si fueran todos parte de la pesadilla que el protagonista padece en el célebre cuadro de la ópera.  Así no solo el sueño, sino, el tema del brindis y hasta la música del coro Patria Opressa son citados por Wettstein el que  a modo de enlace de los temas efectuó un tratamiento al mejor estilo Berlioz en la Sinfonía Fantástica y efectuando una cadencia para el violín  sencillamente endiablada,  en donde el Concertino Dodds hizo alarde de una técnica notable.
  La segunda parte estuvo dedicada a Tchaikovsky. En el comienzo se ofreció la Meditación de Recuerdos de un Lugar Querido.  Dodds, asumiendo el rol de solista, demostró una vez más su valía, con una técnica pulcra y una interpretación sentida. Una vibrante versión del Valse Scherzo y cerrando con una excepcional versión de la Serenata para Cuerdas, la que hace rato que no era escuchada por mí y menos en semejante nivel interpretativo.  Los sostenidos aplausos se vieron recompensados por un único bis pero de generosa extensión: de la transcripción del cuarteto para cuerdas, su primer movimiento, ratificando una vez más la calidad de los notables visitantes.


DONATO DECINA


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