“Nuova Harmonía”: Actuación de la Festival Strings Lucerne,
Concertino y Solista: Daniel Dodds. Programa: Josef Suk: Meditación Sobre el
Coral de San Wenceslao. Ottorino Respighi: Danzas y Arias Antiguas (Suite N°
3), Martin Wettstein: El Sueño de Verdi, Piotr Illich Tchaikovsky: Meditación
de Recuerdos de un Lugar Querido Op. 43, Valse Scherzo Op. 34, Serenata en Do
Mayor Op.48. Teatro Coliseo (26/06/13).
Las Cuerdas del Festival
de Lucerna llegaron a Buenos Aires gracias a los oficios de la Fundación
Cultural Coliseum para su abono, “Nuova Harmonía”. El conjunto Suizo, fundado
en 1956 e integrado por instrumentistas que participan también de la Orquesta
del Festival homónimo, hoy bajo la Dirección del genial Claudio Abbado (a
propósito, felices 80 Maestro!), presentó un programa basado en el Post
Romanticismo más el agregado de una página de Martín Wettstein, encargada por
la agrupación, que puede ser tomada como homenaje a Verdi en su Bicentenario .
Quien guía hoy al conjunto desde su condición de Concertino es Daniel Hao Ming
Dodds, Violinista Australiano de padre de la misma nacionalidad y madre china,
según reza su currículum, con estudios becados en Suiza bajo la tutela de
Rudolf Baumgartner, fundador del conjunto, ejerciendo también el rol de
Director Artístico del mismo.
La sesión comenzó con
una muy buena versión de la Meditación Sobre el Coral de San Wenceslao de Josef
Suk y ya desde allí percibimos la calidad y solidez del grupo. Versión profunda
con un excepcional sonido homogéneo. Cuerdas de una tersura magnífica y
destacable también el sostén del único contrabajista del Conjunto, Massimo
Clavenna, capaz de sacarle el jugo a su instrumento y hacerlo sonar como si tocara
un conjunto de seis, cosa que se escuchó a lo largo de todo el concierto.
De Ottorino
Respighi, se ofreció la tercera suite de
las Danzas y Arias antiguas donde si bien continuamos percibiendo la
característica brillante de la agrupación, esta vez tuvimos una lectura carente
de un mayor vuelo poético. Para cerrar la primera parte, se escuchó “El Sueño
de Verdi”, una obra escrita para el conjunto por Martín Wettstein sobre temas
fundamentales de Macbeth, a los que trató musicalmente como si fueran todos
parte de la pesadilla que el protagonista padece en el célebre cuadro de la
ópera. Así no solo el sueño, sino, el
tema del brindis y hasta la música del coro Patria Opressa son citados por
Wettstein el que a modo de enlace de los
temas efectuó un tratamiento al mejor estilo Berlioz en la Sinfonía Fantástica
y efectuando una cadencia para el violín
sencillamente endiablada, en
donde el Concertino Dodds hizo alarde de una técnica notable.
La segunda parte
estuvo dedicada a Tchaikovsky. En el comienzo se ofreció la Meditación de
Recuerdos de un Lugar Querido. Dodds,
asumiendo el rol de solista, demostró una vez más su valía, con una técnica
pulcra y una interpretación sentida. Una vibrante versión del Valse Scherzo y
cerrando con una excepcional versión de la Serenata para Cuerdas, la que hace
rato que no era escuchada por mí y menos en semejante nivel
interpretativo. Los sostenidos aplausos
se vieron recompensados por un único bis pero de generosa extensión: de la
transcripción del cuarteto para cuerdas, su primer movimiento, ratificando una
vez más la calidad de los notables visitantes.
DONATO DECINA
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