Iannis Xenakis: Mists, Eonta,
Empreintes, Metástais, Aïs. Ermis Theodorakis (piano), Gaspar Licciardone,
Armando Campos y Maximiliano de la Fuente (trombones tenores), Fernando
Ciancio, Werner Mengel, Dante Vargas y Gustavo Meiller (trompetas), Florian
Just (barítono), Christian Frette (percusión). Orquesta Filarmónica de Buenos
Aires. Director: Arturo Tamayo.
Ciclo “Colón Contemporáneo”.
Teatro Colón, 13 de junio de 2013
Iannis
Xenakis (1922-2001) es una de las figuras más importantes de la música de la
segunda mitad del siglo XX. Decididamente opuesto al serialismo y al infierno
de la Escuela de Darmstadt, buscó en las matemáticas y el cálculo de
probabilidades las bases para un sistema de ordenamiento del material sonoro.
Esto le ganó el desprecio de muchos colegas, en especial de Pierre Boulez que
no dejaba pasar oportunidad de denostarlo. Sin embargo, su mensaje entró como
aire fresco en el opresivo mundo de los post webernianos y fue ganando cada vez
más adeptos.
Más
allá del tema de la técnica utilizada, su música se caracteriza por una
imaginación desbordante y por el hecho de que el hecho musical en sí mismo es
lo más importante. Aunque no lo buscara explícitamente sus obras son, en
general, profundamente expresivas y muchas de ellas conducen al espectador a
una dimensión casi hipnótica a través de efectos psicoacústicos no buscados por
el compositor.
Maneja
con enorme habilidad las grandes masas sonoras y su uso de la forma y del color
lo entroncan cada uno directamente con sus maestros Honegger y Messiaen.
El
segundo concierto del Ciclo Colón Contemporáneo se centró en un fascinante y
cautivador concierto monográfico dedicado a su figura y ver al Teatro casi
lleno en su mayoría de gente entre joven y muy joven habla a las claras de que
el público no es tonto y de que Buenos Aires está entre las grandes ciudades
culturales (al menos en lo musical) del mundo.
Ermis
Theodorakis presentó una versión perfecta de “Mists”, obra de 1980 en la que ya
va abandonando su sumisión a la estocástica para comenzar a experimentar con
las arborescencias (racimos de melodías, sonidos y ritmos). Es un joven
pianista de impresionante técnica y técnica prodigiosa. No creo necesario la
presentación hecha por Prensa del Teatro diciendo que “Xenakis lo consideraba
el intérprete ideal de su música” cuando los años no cierran ya que cuando
pudieron conocerse el música estaba ya en los tristes finales de su enfermedad
cerebral degenerativa.
Espléndida
fue también su participación junto a siete impresionantes metales de la OFBA en
una de sus obras de cámara más importantes: el octeto “Eonta” con un muy
imaginativo juego de cambio de espacio de los instrumentos en el escenario.
La
segunda parte nos puso frente al Xenakis orquestal y a su obra maestra
“Metástasis”, que fuera intrepretada entre “Empraintes” y “Aïs”, partitura muy
imaginativa pero de tono menor al lado de las anteriores.
La
participación del formidable barítono Florian Just me dejó con ganas de volver
a escucharlo.
La
Filarmónica tuvo un desempeño altísimo. El problema, a mi juicio, está en el
director. Arturo Tamayo es un especialista en música posterior a 1950 (me niego
a llamar contemporáneas a obras de más de cuarenta años) y tiene un asombroso
dominio de la orquesta.- Sabe lo que quiere y como lograrlo. Sus versiones son
impecables. El problema es que no se involucra, no deja volar la imaginación y,
lo peor, deja pasar enormes momentos de refinamiento tímbrico y de colores que
las partituras piden a gritos. Sus versiones me impactaron pero no me
conmovieron y esto, en Xenakis, es grave.
Roberto
Luis Blanco VillalbaFotos: Gentileza Arnaldo Colombaroli
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------EL COLON SALDO SU
DEUDA CON XENAKIS DE LA MEJOR MANERA
Colón Contemporáneo:
Concierto dedicado a obras de Iannis Xenakis (1922-2001) Director: Arturo
Tamayo. Solistas: Ermis Theodorakis (Piano), Florian Just (Barítono), Christian
Frette (Percusión). Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Programa: Mists
(1980) para piano solo, Eonta (1963) para piano dos trompetas y tres trombones,
Empreintes (1975) para Orquesta, Metástasis (1954) para Orquesta. Aïs (1980)
para barítono amplificado, percusionista y orquesta. Teatro Colón (13/06/13).
Ver el Colón
lleno, con público mayoritariamente
joven ávido de encontrar en vivo lo que probablemente sus profesores les han
hecho escuchar en el conservatorio y tener si certeza si en el vivo es igual que
en la grabación. Tal vez sea el mejor resumen del éxito de esta propuesta Colón
Contemporáneo con curaduría de Martín Bauer y asesoría de Santiago Santero que
indudablemente es uno de los éxitos de
esta gestión. Completa el combo la elección de Iannis Xenakis para el
concierto, una de las figuras fundamentales del siglo veinte. Conocer su apego
por la arquitectura, las matemáticas y sus probabilidades, sin las cuales no
existirían muchas de sus obras. La cibernética (basta con saber que programaba
perforando las tarjetas con las que se nutrían de datos las enormes
computadoras de entonces) y de ahí directo al producto final. Se seleccionaron
obras de diferentes períodos creativos, como para tener el panorama mas acabado
posible y el resultado fue un producto de excelencia.
Xenakis sostenía que
Ermis Theodorakis era el mejor intérprete de Mists (Nieblas). Lo demostró con
creces en el escenario del Colón. Dueño de una rica sonoridad y fino y preciso
toque, Theodorakis nos llevo por todo el espectro abarcativo de esta obra. La precisión con que atacó cada
pasaje es espeluznante. Los timbres característicos de la producción de este
compositor, presentes en cada una de sus obras, sonaron aquí en buena forma. Buen comienzo.
Eonta (Seres), es otra
propuesta que nos muestra aquí a un grupo de metales junto al pianista, y es en
donde hace su aparición Arturo Tamayo, director español que ha abordado en
grabaciones toda la obra orquestal de Xenakis, demostrando ser la otra parte
fundamental de la velada. A sus gestos
precisos, el conjunto respondió solidamente a lo largo de las exigencias de la
partitura. Junto a Theodorakis, cuatro trombonistas y cuatro trompetistas de la
Filarmónica se dividían formando los
grupos de tres y dos respectivamente, de acuerdo a lo que está escrito y en
unísono al comienzo y al final .Así los grupos se distribuían de pie, en
derredor del piano o sentados en un lateral y también apuntando con sus
instrumentos a diferentes sectores de la sala. La experiencia fue riquísima,
por los matices encontrados y la destreza evidenciada por los intérpretes.
En la segunda parte
entramos de lleno a las obras que requieren de toda la potencia orquestal. Tanto en Empreintes (Impresiones) como en la celebrada Metástasis
( tomando la acepción real del vocablo es decir: mas allá del estado), Tamayo
demostró su conocimiento profundo de ambas partituras con una marcación precisa
en los gestos y una respuesta ajustada y formidable por parte de la Filarmónica
que sonó de manera extraordinaria y
finalizando con Aïs (Hades) donde Florian Just realizo una faena vocal de
excepción y Christian Frette
sobresaliendo en la percusión solista. Tuvimos todos los espectros
representados en estas obras, descubrimos sus sonoridades, sus timbres y
desmenuzamos la arquitectura de sus obras. Da mucho placer volver a ver al
Colón a la vanguardia. Ayudemos entre todos a mantenerlo vivo.
DONATO DECINA
Foto: Gentileza Arnaldo Colombaroli
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