DIEZ AÑOS NO ES NADA
(PERO SON MUCHOS)
Actuación de “MusicaQuantica”, Voces de Cámara, Director:
Camilo Santostéfano. Programa: Obras de Vaughan Williams, Dallapiccola,
Pizetti, Monteverdi, Petrassi y la “Misa Brevis” de Zoltan Kodaly.
Participación: Tomás Alfaro (Organo). CCK, sala Sinfónica: 01 de Diciembre de
2016.
Diez años no es nada
(al decir de Le Pera, al que Gardel musicalizó para inmortalizar la frase),
pero sin embargo son muchos. Cuantiosos en crecimiento, en experiencia, en
enriquecimiento de un conjunto (aclaro que musical y espiritual, no de otra
clase en estos tiempos que corren). Y eso es lo que “MusicaQuantica”, las Voces
de Cámara a las que Camilo Santostéfano amalgama desde hace una década nos
propone y que para celebrarlo, se dieron cita (las actuales y algunas de las
que participaron en alguna etapa de Este camino) en la “Ballena Azul”, con un
concierto de extraordinaria factura.
Camilo Santostéfano
es un formidable músico que tiene la virtud de evolucionar y superarse a sí mismo
en cada emprendimiento que aborda. Este conjunto, obra toda suya, lleva su
impronta. Sorprende en la formulación de sus programas y aquí, el detalle: la
primera parte fue básicamente dedicada a una forma musical que toda formación
que se precie de ser de categoría aborda: “El Madrigal”. De ayer y de ahora.
Por eso la presencia de Dallapiccola, musicalizando dos poemas de Michelangelo
Buonaroti (Il Giovine), sobrino del inmortal creador, sobre las quejas de las
esposas y también los esposos. Simpáticas en su forma y vertidas con mucha
expresividad, soltura y delicadeza. Dos poemas musicalizados por Ildebrando
Pizetti (de tanta presencia en Ntro. programa radial a través de sus óperas):
“Il Giardino di Afrodite” y “Piena Sorgeva La Luna”, temas de Amor y de
Belleza, plenas en sutileza, demostrando riqueza interpretativa. Y llegamos al
pasado. Monteverdi, maestro del madrigal, en dos hermosísimas composiciones:
“Ecco mormorar l’Onde”, en una versión plena de frescura y “Zefiro torna e’i
Bel Tempo Rimena”, del que según el Director, dado que Monteverdi lo compone al
poco tiempo del fallecimiento de su esposa, leyendo su texto es lógico creer
que lo hizo a modo de maravillosa despedida. Y en el cierre, Goffredo Petrassi (Gran formador de músicos argentinos
en las décadas del sesenta y setenta en la Accademia Chigiana di Siena), nombre
fundamental de la vanguardia italiana en los cuarentas y cincuentas, con cinco
madrigales que conforman los “Nonsense Madrigals”, satíricos, mordaces,
divertidos que mostraron la actualidad del conjunto, el que comenzó su
actuación con “Silence and Music” de Ralph Vaughan Williams, de inocultable
sabor Inglés e ideal para abrir una actuación.
La segunda parte
mostró a la agrupación a la que se sumaron coreutas que a lo largo de estos
diez años formaron parte de Ella, para entonar todos juntos, sumados al órgano
(No el de sala sino uno mas chico) la “Misa Brevis” de Zoltan Kodaly, obra poco
frecuentada entre Nosotros y que en mi caso, mi única referencia ha sido la
grabación de Janos Ferencsic para el sello “Hungaroton” hace mas de treinta
años y que acompañaba a una maravillosa versión del “Te Deum de Budavar” del
mismo compositor. Obra de muchos detalles y matices, todos resaltados, voces
muy interesantes que conformaron el terceto solista (Mezzosoprano, Tenor y
bajo), todos ellos integrantes de la agrupación y un formidable trabajo de
Tomas Alfaro en el Organo al que le extrajo sonidos envidiables.
Actuaciones, giras,
programas siempre interesantes, resultados artísticos, todos debidos al
sostenido y magnífico trabajo de Camilo Santostéfano. Por muchísimos años mas y
que sean bien merecidos. Y por si fuera poco, un electrizante Britten a modo de
bis coronó la actuación.
Donato Decina
Muy bueno. Fue una noche inolvidable.
ResponderEliminarEl órgano alemán Klais cuenta con un teclado ocasional midi a distancia que permite accionarlo desde el escenario de la sala. Así, el organista puede ver al director. Lo que escuchamos esa noche fue, efectivamente, el órgano de la sala. ¡Saludos!