“WERTHER” EN EL COLON
UN “RECICLAJE” DE
RESULTADO “GELIDO” Y DIFICIL DE SOBRELLEVAR
Opera de Jules
Massenet, con libreto de Edouard Blau, Paul Millet y Georges Hartmann, basado
en “Los Sufrimientos del Joven Werther” de Johann Wolfang Von Goethe.
Interpretes: Mickael Spadaccini (Werther), Anna Caterina Antonacci (Charlotte),
Hernán Iturralde (Albert), Jaquelina Livieri (Sophie), Alexander Vassiliev (Bailli),
Fernando Grassi (Johann), Santiago Bürgi (Schmidt), Norberto Marcos
(Bruhlmann), Cecilia Pastawski
(Kätchen). Coro de Niños del Teatro Colón, Director: César Bustamante.
Orquesta Estable del Teatro Colón, Director: Ira Levin. Dirección Escénica, Diseños
de Escenografía, Vestuario e Iluminación: Hugo de Ana. Teatro Colón: Función
del 14 de Abril de 2015.
Deberíamos
“felicitar” a quienes manifestaron no poder garantizar la adecuada preparación
de “Los Troyanos” de Héctor Berlioz, con
la que la gestión anterior pretendía iniciar la temporada oficial de este
año. El resultado fue, un cambio de título al que todo el elenco contratado
para la primera e inclusive el “Regisseur” fue “reciclado”, para poder cumplir
con los contratos ya firmados, con un indisimulable flojo resultado que
comentaré a continuación. Mas allá que
Ramón Vargas era el protagonista principal, del que ya en Enero pasado se supo
que comenzó a cancelar compromisos, debido a un tema de salud, del que ya
felizmente se encuentra en plena etapa de recuperación, el tema principal fue
sin dudas, la elevación a protagonista
principal de Mickael Spadaccini, un tenor de origen Belga al que se lo contrató especialmente para
encabezar el segundo elenco. Al revisar
sus antecedentes, nos encontramos con que sus actuaciones son en teatros de
tercer y cuarto circuitos, fundamentalmente europeos, y casi nula intervención
en salas de mayor importancia, por lo que su intervención, aún encabezando
segundo elenco, era virtualmente una “plataforma de lanzamiento”, que de salir bien se podría manifestar que
sería algo así como una “carta de Presentación” de cara a futuras actuaciones.
Siendo que Anna Caterina Antonacci tomaría el rol co-protagónico, el compromiso
asumido resultaría aún mayor. Si bien por momentos se encontraron pasajes de
interesante factura vocal, en la parte mas exigida de la partitura se lo
encontró al límite de sus posibilidades y aún así, debió en un par de
oportunidades “tirar hacia abajo las notas”, porque de lo contrario, al abordar
los momentos mas agudos, se exponía
claramente a accidentes indisimulables
para el público. Mas allá de haber encarado con resolución la situación que les
he narrado, dio en todo momento la impresión de estar vocalmente al límite, sin
poder guardar nada y llegar cansado al tercer acto, el que le fue difícil de
sobrellevar y solo al final, en donde no hay exigencias vocales desmedidas,
pudo entregar su mejor faena. En la faz actoral, un desborde emocional muy
grande lo llevó a momentos de una sobreactuación que no pudo ser contenida, o
no interesó, por la Dirección Escénica, la que de haber insistido, hubiera
pulido las cosas y no hubiese tenido un resultado por momentos deslucido. En
este estado de cosas, las luces se enfocaron en dirección a la actuación de
Anna Caterina Antonacci, que pasó a ser la figura mas importante de la noche.
Mas allá de el constante trajinar de su carrera, su voz conserva un bello
esmalte y mantiene un buen decir, de
todas formas, “Charlotte” no es un rol que aborde mucho en la actualidad y se
notó. Pareció que vino a cumplir su parte y su contrato, ya que se la vio
expresivamente distante. No se encuentran razones para que a Alexander
Vassiliev haya venido a cantar las tres o cuatro líneas de “Bailli”, las que
parecieron “pasada de letra”. Por el lado Argentino, sobresalió claramente
Hernán Iturralde, con una actuación vocal y actoralmente sobresaliente en el
“Albert”, sin dudas el gran triunfador de la noche. Jaquelina Livieri fue una
interesante “Sophie”, a la que deberá buscarle aún mas las facetas del
personaje para lograr mejor rendimiento. Excepcionales Fernando Grassi como
Johann y Santiago Bürgi como Schmidt, dos interpretes de primera línea y
probado oficio, con juego de comedia estupendo. Absolutamente desabrida fue la
actuación del Coro de Niños del Colón. En ningún momento mostró ajuste y
empaste, con un alarmante rendimiento. Ira Levin condujo correctamente a la
Orquesta Estable, preocupado mas por los interpretes que en una correcta
versión y se notó. Visualmente fue eficaz el trabajo de Hugo de Ana, todo
transcurre casi como en Caja de Cristal, la vida transcurre, las hojas caen, el
drama se asienta, pero en la marcación escénica todo transcurrió de manera
errática y no logró obtener lo mejor de cada interprete. Es obvio que el
resultado fue frustrante. Se podrán decir muchas cosas de la anterior gestión,
pero a diferencia de la actual, García Caffi tomaba cartas en el asunto,
equivocado o no, y no permitían este tipo de cosas. Recuérdese hace un par de años atrás, cuando tomó la decisión de
cesantear para las últimas funcione de “Carmen” a los tres protagonistas
Principales y reemplazarlos por los del
segundo elenco mas Inva Mula (nada menos), para dar por resultado una función
electrizante. No cabe duda que aquí hubiera pasado lo mismo, pero esta gestión viene a garantizar “paz y
tranquilidad” en todos los aspectos (Sindicales, artísticos y demás yerbas),
por lo que deberemos estar atentos a que se produzcan mas cosas a lo largo de
este año y llama la atención que no existieron reacciones de la conducción
inferior (Dirección de Producción, de Estudios y hasta el propio Director
Musical), que pudieran hacer algo para mejorar el espectáculo.
Donato Decina
Sr. Decina, no se qué función vió usted. Yo vi la del AV y la de ayer martes correspondiente al ANN. La puesta no me convenció, siendo que en general me gusta Hugo de Ana, demasiado obsesivo con las cartas, llueven cartas, nieva cartas, los manteles son cartas, los cubre sillones tambien. Ok me di cuenta, gracias!. Mi enorme decepción, y aqui coincido con Ud., fue la Sra Antonacci. Vino a cobrar. No agrego nada mas porque me produjo un enojo muy grande. Regios nuestros Sophie y Albert, perfectamente acompañados por Grassi y Bürgi. Mickael Spadaccini me agradó mucho, y especialmente ayer cuando canto con Clementine Magraine. Tuve la enorme fortuna de escucharla: qué nivel de cantante por favor!!!! Qué compromiso actoral! Ambos se amalgamaron de tal forma que hicieron creíble un Werther que venía difícil y lograron emocionar al público, junto con la orquesta que sóno con unos matices espectaculares y gran profundidad dramática cuando fue necesario. Bien por Levin ahi. Vuelvo a Spadaccini. Solo tiene 31 años. Yo se que hizo un Werther "a la italiana", sé que al principio tuvo ligeros problemas de afinación pero esfuerzo para llegar al final? No, de ningun modo. Ambos días, pero ayer especialmente, llego tranquilo. Es actoralmente muy sanguíneo y la verdad no me molestó en lo absoluto, me brindó un Werther frágil, sufrido, emocionalmente quebrado. En medio de tanta frialdad puso pasión. No creo que haya que desmerecer nombres porque carecen de trayectoria. El trajo algo fresco y es de agradecer. Todos sabíamos que Ramon Vargas no podia con esto y no se si podrá con Don Carlos (lo vi hace casi 3 años en el MET y no estuvo a la altura...). Lo que nunca podíamos sospechar es que Anna Caterina cantara con tanto desden, sin ganas, sin compromiso. Fue una verguenza! Nos quedamos de "desconocidos" cuando hemos tenido que soportar cada cosa arriba del escenario de nuestro Primer Coliseo....!
ResponderEliminar