martes, 31 de marzo de 2015

NO PODIA HABER COMENZADO MEJOR

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires: Director: Enrique Arturo Diemecke. Solistas: Pepe Romero (Guitarra), Laura Polverini (Soprano), Ensamble de Coros integrantes de la Gerencia: “Música para la Equidad”, Director: Hernán Sánchez Arteaga. Programa: Jean Sibelius: “Finlandia” (Poema Sinfónico), Enrique Arturo Diemecke: “Concierto a Celedonio”, para Guitarra y Orquesta, Joaquín Rodrigo: “Concierto de Aranjuez”, Alexander Borodin: Obertura, Marcha, Aria y Danzas Polovtsianas de la Opera “El Príncipe Igor”. Teatro Colón, 26 de Marzo de 2015.

  No pudo haber existido un comienzo mas brillante que el de este concierto para un abono, en  este caso, el de la Filarmónica porteña. Será recordada esta sesión, por la brillante actuación de Pepe Romero, integrante de la celebérrima dinastía iniciada por su padre Celedonio, cuya aura evidentemente sobrevoló la sala del Colón, ya que una de las obras que integraron el programa, el “Concierto a Celedonio” del Director de Orquesta, está escrita a su memoria. Es una obra con aristas muy interesantes. Diálogos intensos entre el solista y la orquesta, evocaciones al estilo interpretativo del patriarca familiar y un final en el que se engarza un momento flamenco en el que el Director bate sus palmas cuál “Bailaor”,  acompañando el tema que el solista expone desde su guitarra. Obra que prendió mucho en el público, el que luego se vio recompensado con una de las mas intensas versiones que se hayan ofrecido del “Concierto de Aranjuez”. Desde la visita de Narciso Yepes en 1986, que lo ofreciera nada menos que con Don Rafael Frübeck de Burgos y la Orquesta Nacional de España,  que no se recuerda un toque tan sentido, detalles de un refinamiento y delicadeza absolutos y un acompañamiento en la misma línea con solistas orquestales de excepción (el Corno Ingles a cargo de Maximiano Storani descolló en el célebre “solo” que inicia el segundo movimiento, el mas famoso de la obra). Una nueva ovación retribuyó al visitante, el que ofreció como bis, a modo de prolongación a la memoria de su padre, una bella “Fantasía” de este último, en una emotiva versión.

  La parte brillante tuvo lugar en la segunda mitad, con la selección ofrecida de Fragmentos de “El Príncipe Igor” de Alexander Borodín, en la que cuatro de los Coros que integran la Gerencia “Música para la Equidad” del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se unieron preparados por Hernán Sánchez Arteaga, para la interpretación de los fragmentos corales que conforman las célebres “Danzas Polovtsianas”. Son alumnos de colegios secundarios, docentes y coreutas que conforman coros barriales, que han hecho su parte de manera muy solvente, con mucha entrega y entusiasmo. Bravo por Sánchez Arteaga,  el que merece todo el apoyo para su trabajo. También, sin que se informara en el programa de mano, se incluyó un fragmento de Soprano que se escucha previo a las danzas. Laura Polverini lo interpretó de forma magnífica con maravillosa voz.   La Orquesta respondió a formidablemente a un Diemecke que como nadie siente este tipo de obras. Brillo, justeza, detalles de suma delicadeza, todo estuvo ahí. La Obertura y la marcha fueron expuestas con un realce pocas veces escuchado en vivo en la sala del Colón.

 Para no ser menos, la sesión comenzó con una magnífica versión de “Finlandia” de Jean Sibelius,  en la que el conjunto comenzó a mostrar todo lo que luego profundizaría en las obras posteriores


Donato Decina


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