lunes, 28 de abril de 2014

A PROPOSITO DEL ESTRENO DE " EL BARBERO DE SEVILLA"

Wainrot SNbS Para él, “la ópera, la danza, el teatro en prosa es prácticamente lo mismo. Es todo teatro”. / julio juarezAmpliar

Wainrot SNbS Para él, “la ópera, la danza, el teatro en prosa es prácticamente lo mismo. Es todo teatro”. / julio juarez

Wainrot SNbS Para él, “la ópera, la danza, el teatro en prosa es prácticamente lo mismo. Es todo teatro”. / julio juarez

MÚSICA

Un artista en el reino del humor

El prestigioso coreógrafo debuta como régisseur con “El barbero de Sevilla”, ópera cómica de Rossini, que se estrena mañana en el Colón, con dirección musical del español Miguel Angel Gómez Martínez.
28.04.2014
Una de las óperas más célebres de Gioacchino Rossini, El barbero de Sevilla, sube mañana a escena en el Colón a cargo del coreógrafo y director del Ballet del Teatro San Martín, Mauricio Wainrot. “A mí me encantan los riesgos. Me gusta hacer distintas cosas en distintas épocas de mi vida”, cuenta, entusiasta, Wainrot, en su debut como régisseur.
Antes de formarse en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, donde tuvo sus primeros contactos con la ópera, empezó a trabajar como actor y recién a los 20 años se decidió por la danza. Como alumno del Instituto tuvo la oportunidad de trabajar en muchas óperas: “En ésa época no estábamos obligados a estar dentro de las óperas, pero formaba parte del programa de estudios. Tuve oportunidad de estar en Rigoletto con Richard Tucker, Renata Scotto y Cornell MacNeill. También en Julio César, de Haendel, con Beberly Sills, en el año ‘68. Luego entré en el Ballet contemporáneo y me fui de acá.” A Wainrot los desafíos no parece amedrentarlo, más bien todo lo contrario: “Siempre me pregunto cómo será el primer día. Lo mismo me pasó cuando filmé una película como director. Pero a los dos minutos estaba como pez en el agua. Nos divertimos muchísimo. Todos los días hemos salido contentísimos de los ensayos. No hubo un solo día que haya salido amargado ni nada por el estilo”, afirma locuaz y enérgico.
¿Cómo es que te llegó la invitación a hacer una puesta sin haber hecho nunca una régie de ópera?

No es la primera vez que me invitan. En Alemania me habían ofrecido hacer Orfeo y Eurídice cuando trabajaba allí como coreógrafo y montaba 5 ó 6 obras por año en distintas compañías. Pero en ese momento me pareció que no tenía las suficientes garantías para hacerlo porque la gente con la que había trabajado en danza durante cuatro años, de repente no estaba más. Dije que no antes de montarla. Entonces quedó eso en el tintero, y cuando me reuní con García Caffi, después de los sucesivos éxitos deCarmen para el ballet del Colón, le sugerí que me tuviese en cuenta para hacer una ópera. Y él me invitó a hacer el El barbero de Sevilla, de Rossini.
¿Aceptaste sin dudar o lo pensaste?

Al principio me quedé un poco perplejo porque es una ópera intimista, donde todo pasa dentro de una casa. Entonces dije: “Bueno, va a pasar en una casa, pero van a pasar muchas cosas dentro de la casa y fuera de la casa”.
Siendo coreógrafo ¿tuviste problemas o se te presentó algún desafío en particular con los actores cantantes?

No, no. Para mí, la ópera, la danza, el teatro en prosa es prácticamente lo mismo. Es todo teatro, con distintas técnicas, distinta metodología.
¿Cómo concebiste la puesta de este “Barbero”?

Como te decía, es una ópera intimista, donde todo pasa dentro de una casa. Jugué con eso. Lo que tiene la puesta es una gran dinámica porque me interesa mucho el manejo espacial, y como coreógrafo le he dado una especialidad. Además le puse danza donde no existe: la obertura, por ejemplo, es toda bailada. La gente va a llegar al teatro y se va a encontrar con que la obertura es como una procesión, en Sevilla. En el comienzo de la ópera, cuando aparece el Conde Almaviva y le va a cantar una serenata a Rosina, nadie sabe cómo se conocieron. Ahí yo inventé una prehistoria: se conocieron en una procesión en Sevilla. No cantan, por supuesto, pero hay una primera aproximación.
¿La danza tiene algún otro momento protagónico?

No. Lo más importante de la danza está en ese comienzo porque, a mí particularmente, no me gustan las oberturas. Me aburren. Y el Barbero tiene una obertura que dura ocho minutos, me pareció que se podían hacer muchas cosas.
¿Cómo definirías tu sello como coreógrafo?
Creo que es lo barroco, la pasión. Mis obras son muy complicadas. Hay muchos grupos y las armo como una sinfonía. Me encanta trabajar con mucha gente. En el Barbero hay dieciséis bailarines, ocho figurantes, más todo el coro. En total son como sesenta personas.
¿Sentiste que debías aportarle algún rasgo original a una obra archiconocida o preferiste una perspectiva más bien clásica?

La obra es muy tradicional y no he tratado de salirme de España ni de romper ningún tipo de estructura.
¿Qué puestas viste de la obra?

No puedo decirte que vi todas las óperas, pero me fui metiendo en el clima viendo distintas cosas. Vi muchas en YouTube, pero salteadas, no versiones completas.
¿Te gustó alguna en particular?

Las versiones tradicionales son las que más me gustaron. Especialmente la de Teresa Berganza, a quien adoro. Tuve la suerte de trabajar con ella acá en el Teatro Colón, enCossì fan tutte, hace cuarenta años.
¿Y qué aspecto de la obra te interesó más?

El humor. No tengo duda, porque yo no he hecho obras coreográficas con humor. Es la primera vez que me meto con el humor y me encantó. Soy una persona con mucho humor pero nunca lo he reflejado en la danza. Siempre voy más a lo dramático. Me interesó también que, dentro de todas las cosas que van pasando, todo el mundo se escucha y se miente, todo el mundo tiene un precio y cobra por hacer algo por el otro, y todo el mundo paga por conseguir algo. Eso me gusta mucho de una obra que tiene más de 200 años y estamos en la misma historia, ¿no?
Esta experiencia inaugura sin duda un nuevo camino ¿te interesaría continuarlo en el futuro?

¡Quiero más! Sí, me encantó ¿Algún otro proyecto en mente?

Sí. Me gustaría hacer Orfeo y Eurídice de Gluck. La misma persona que me había ofrecido hacerla en Alemania hace unos años, se enteró de que estoy trabajando en esto, y me escribió la semana pasada para hacerla allá. Le dije que sí, de inmediato. Ahí sí que quiero hacer algo realmente diferente, pero no voy a contarlo hasta que lo haga.

fuente: www.clarin.com
http://www.clarin.com/espectaculos/musica/artista-reino-humor_0_1128487244.html

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