DUDAMEL CAUTIVO A UN COLON ABARROTADO
Concierto a
cargo de la Orquesta Sinfónica Simón Bolivar de Venezuela. Director: Gustavo
Dudamel. Programa: Stravinski: “La Consagración de la Primavera”. Revueltas: La
Noche de los Mayas- Teatro Colón 3/04/2013.
Quienes tuvimos el privilegio de
presenciar desde 1986 las visitas de la Simón Bolivar de Venezuela y, en
particular, las que desde el año 2000 realizan bajo la conducción de Gustavo
Dudamel, no podemos dejar de señalar el crecimiento formidable que ambos han
tenido. Orgullo lógico para José Antonio Abreu, mentor de ambos, presente como
un espectador mas en la sala.
No puede negarse que Dudamel posee
una buena cuota de Osadía al formular los programas de concierto. También es
innegable que posee capacidad de estudio y convicción al plantarse ante sus
músicos. No menos cierto es que la Simon Bolivar por sus dimensiones (180
musicos), le ha permitido cristalizar desde muy joven sueños que a otros
directores de su edad le están vedados.
Uno de esos sueños es concertar “La
Consagración de la Primavera”, además de hacerlo con el plus de colocarlo ¡ al
inicio del programa!” de ahí la osadía que menciono de hacerlo al comienzo con
una orquesta “En frío”. Era necesario?, yo no lo creo. De todos modos el
resultado fue muy digno mas allá de algunas consideraciones como ser, tempi por
momentos muy rápidos, llenos de vèrtigo, que puede estar presente pero con
mayor tensión que es lo que a mi modesto entender no se logró, porque todavía a
los 32 años le falta un golpe mas de horno para obtener con la madurez
suficiente un enfoque mas profundo que la lectura mas superficial que fue
ofrecida, la que por momentos adoleció de carencia de matices producto de no atemperar algunos tutti
orquestales que tapan las diferentes sonoridades por completo.
También llamaron la atención algunas pifias de solistas, poco habituales en
esta orquesta. Sín embargo Dudamel les infunde confianza como para que ellos
continúen sin temores con la interpretación de sus partes. A esta altura del
concierto el carísma del director sobre sus músicos se hace notar y es así que
entrando de lleno en la segunda pare del programa , se oyó una correcta versión
de la suite que el compositor mexicano Silvestre Revueltas extrajo de su música
para la banda sonora del filme “La Noche de los Mayas”. Obra contundente, de gran efecto, que esta influenciada de forma evidente por
“La Consagración….”. Aquí la Orquesta mostró su acostumbrada solvencia y a un
Dudamel mas comodo en el repertorio latinoamericano, el que domina casi a la
perfección. Solo cabe una pequeñísima observación y es que en el segundo tiempo
de la suite (Noche de Jaranas), hubiera sido preferible una mayor justeza en la
síncopa. Y es que Revueltas hace una
exposición de los ritmos indígenas y no una pintura que remite al “Salón
Mexico” de Copland, que es lo que para mí se escucho. Sí, en cambio, logró
momentos de mayor contundencia en los tutti orquestales y en las partes en
“Fortíssimo”.
No cabe duda que por su historia
personal, por todos conocida, como asi también las de los jóvenes integrantes
de la agrupación, Dudamel tiene ascendente sobre el público y súmese a ello la
contribución efectuada por los críticos musicales de América del Norte y Europa
mas el padrinazgo de los mejores directores de la actualidad (Abbado, Barenboim, Maazel, Rattle), para que la sala
del Colón luciera abarrotada. Se notó además una nutrida concurrencia de
Venezolanos y hasta el toque pintoresco dado por un espectador de platea luciendo
un poster del extinto líder Hugo Chavez y algunos asistentes que vivaron al
difunto, para que tamaña efervescencia se viera compensada con generosos cuatro
bises. Los dos primeros constituyeron lo mejor de la noche y en ambos casos
Wagner en homenaje a su bicentenario: Preludio al tercer acto de” Lohengrin” y,
al decir de Dudamel “la Musica mas hermosa jamás escrita”, expresada en una
sentida interpretación de la “Muerte de Amor” de “Tristán e Isolda”, la que dio
paso a los “Caballitos de Batalla” en la historia de los bises de ésta agrupación: el joropo “Alma Llanera” (acaso el segundo himno nacional venezolano),
coreado por los que lo sabían y el malambo del Ballet "Estancia" de
Ginastera aunque sín la pirotecnia
malabarística con la que lo hacen estos jóvenes habitualmente porque
quizás, como anunció Dudamel al
comienzo, Orquesta y Director dedicaron el Concierto a la memoria de las
victimas fatales de los temporales de Capital Federal y La Plata y , por
supuesto, no había lugar para hacerlo así.
DONATO DECINA
LUCIERON LOS CUERPOS ESTABLES NACIONALES EN VIBRANTE LABOR
Concierto a Cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, Coro Polifónico Nacional (Director: Roberto Luvini), Coro Nacional de Jovenes (Dirección: Nestor Zadoff) y Elementos de las Bandas del Colegio Militar de la Nación y Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín. Director: Guillermo Becerra. Solista Vocal: Darío Volonté (Tenor). Programa: Requiem Op. 5 de Hector Berlioz. Basílica de Nuestra Señora de Luján (Luján) 2/04/2013.
A un exacto año de su
interpretación por la casi totalidad de los participantes en la versión
ofrecida en Mar del Plata a30 años del
estallido de una guerra injustificada (esta vez solo fueron nuevos el Coro
Nacional de Jovenes y los integrantes de las bandas militares), la Dirección
Nacional de Musica y Artes decidió repetir la probada fórmula y hacerla en el
sobrecogedor marco de Nuestra Basílica de Lujan y por cierto puede decirse que
la decisión fue acertada y el resultado,
como se verá, harto satisfactorio.
Antes de entrar en la materia,
debo decirles que hubo una serie de inconvenientes y errores organizativos que
resultan inadmisibles que se produzcan a saber: 1º) Ausencia total de programas
de mano. El Director Becerra debió hacer a viva voz una reseña sobre lo que se
iba a escuchar. 2º) La falta de rectificación de las gacetillas de prensa para
señalar que el evento se adelantaba en el horario de inicio a las 13 horas en lugar de la hora 19
señalada originalmente- 3º) La presencia de animales domesticos abandonados en
el recinto de la Basílica sin que nadie intentara reubicarlos. 4) Por todo lo
expuesto, imagínese la sorpresa de Peregrinos y Feligreses no previsto en los
cálculos de nadie.
Yendo a lo estrictamente musical, la obra anticipa en mucho al Berlioz de la Sinfonía Fantástica y a las
cantatas compuestas para el concurso por el Premio de Roma, también a las
fanfarrias fuera de escena que casi con exactitud encontraremos en el réquiem de
Verdi. En cuanto a la concertación, la versión ofrecida fue sobresaliente. La
acústica de nuestro templo mayor resulto funcional a la obra interpretada. La
Orquesta respondió con solvencia a las indicaciones de Becerra y se
logró un buén acople con los músicos de la banda en el momento mas vibrante. El
Polifónico redondeó con innegable acierto una de sus faenas mas interesantes de
los últimos tiempos y el Nacional de Jovenes respondió con solvencia a la
altura del desafío. Los músicos de las bandas militares que tuvieron en cada sector
a un instrumentista de la Nacional a modo de guía, cumplieron a satisfacción
con su parte.
Darío Volonte entonó encomiablemente
su pasaje con total entrega y lució mucho mejor que en la versión marplatense.
Se lo nota vocalmente mejor y con voz mas fresca. Cumplió con creces.
Para lograr todo esto se necesitó de
una mano firme y segura. Guillermo Becerra la tuvo y, además logró transmitir
con carísma y fuerte convicción sus ideas. Su actual versión supero, y mucho, a
la versión marplatense- Algunos pasajes de cuerdas, la intervención en el
ofertorio de todos los elementos y ese final que se va apagando de manera
conmovedora lograron terminar de cautivar a un público heterogéneo y ecléctico
que se entregó al disfrute y a vivir una
maravillosa experiencia.
DONATO DECINA
Estamos a la escucha desde Colima, México, como todos los sábados... Un cordial saludo y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNidia Zotto y Guillermo Morín.